PNV y PSE-EE pactan meros “retoques” en la normativa fiscal
Con varias semanas de retraso, finalmente PNV y PSE-EE han “culminado” este martes, en vísperas de un festivo y muy avanzada la tarde, “el proceso de revisión de la normativa fiscal de los tres territorios históricos” que ahora trasladarán a las respectivas Juntas Generales, competentes en materia de impuestos en el País Vasco. Aunque todos los detalles no se conocerán hasta el jueves, se trata de “ligeros retoques” y no de una reforma fiscal de calado. El IRPF se mantiene “tal y como está en la actualidad” y el tipo nominal general del Impuesto de Sociedades se dejará en el 28% frente al 25% del resto de España.
Según un comunicado enviado por ambos partidos pasadas las 19.00 horas del miércoles después de dos meses de negociaciones, “esta propuesta mantiene el IRPF tal y como está en la actualidad, con ligeros retoques que no afectan a la gran mayoría de los contribuyentes, e introduce cambios en los Impuestos de Sociedades y Patrimonio”.
Las fuentes consultadas matizan que en Sociedades se mantendrá el tipo nominal, como reclamaba el PSE-EE y parte del PNV frente a la voluntad de bajarlo del diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria. Sí habrá cambios más importantes en el mecanismo de deducciones, que se “ordenan” en cierta manera. Por ejemplo, para que se bonifique la creación de puestos de trabajo se habrá de acreditar que las nóminas sean de un mínimo del 175% del SMI y que la duración del contrato sea de dos años. También se apostará por premiar las inversiones en nuevas empresas innovadoras.
Sin embargo, quizás el cambio más significativo a efectos recaudatorios será la limitación al 70% del descuento en la cuota de las bases negativas de las empresas en años anteriores. Hasta la fecha, era deducible el 100%.
En cuanto a Patrimonio, habrá un ajuste en Gipuzkoa para introducir un 'escudo fiscal' de modo que la tributación nunca superase a la renta real de los contribuyentes. Se trata de “armonizar” la fiscalidad que en su día pactaron EH Bildu y PSE-EE con el marco ya existente en Álava y Bizkaia.
PNV y PSE-EE sostienen que “el objeto del acuerdo ha sido mantener una referencia atractiva para la inversión de las empresas y fomentar la creación de empleo de calidad” aunque con el matiz de que se logre “garantizar los recursos necesarios para el sostenimiento de los servicios públicos”. Es decir, no habrá bajada de impuestos que ponga en peligro la recaudación después del “balance satisfactorio” de la reforma de 2013 pactada entre ambos partidos y el PP, aunque sí se podría abrir la puerta a algunos ajustes en el sistema de bonificaciones y deducciones de las empresas. De hecho, el acuerdo incorpora una estimación económica que prevé una mayor recaudación con estos cambios en las tres Haciendas.
Los partidos firmantes anuncian que la propuesta completa se hará pública el jueves en los portales de transparencia de las tres Diputaciones. A partir de ahí, el acuerdo será remitido a los tres Parlamentos forales para su debate y aprobación. El matiz es que, en Álava, la coalición de PNV y PSE-EE no tiene mayoría en las Juntas Generales y se precisa de un tercer socio. El acuerdo prevé también reforzar las facultades contra el fraude fiscal de la comisión interinstitucional creada en 2013.
