PNV y PSE-EE venden su pacto en Euskadi como “guía” para España
En medio de una gran expectación, en la planta noble del Parlamento Vasco y sobre una antigua mesa de madera emplazada junto a la galería de los presidentes, Andoni Ortuzar, presidente del PNV, Idoia Mendia, secretaria general del PSE-EE, y el que será reelegido lehendakari, Iñigo Urkullu, han rubricado el documento 'Pilares para construir una Euskadi con más y mejor empleo, más equilibrio social, más convivencia y más y mejor autogobierno', que desembocará este jueves en un Gobierno de coalición como los que tuvo Euskadi hasta 1998. En la rueda de prensa posterior al acto protocolario, ya sin Urkullu, Ortuzar y Mendia han coincidido en poner este pacto entre “tradiciones” políticas “diferentes” como un ejemplo para el resto de España.
“Considero que es un gran acuerdo, la confluencia de dos grandes tradiciones políticas de este país. Es bueno para el conjunto de España, es política con mayúsculas, una guía para solucionar otros asuntos que hay en España”, ha resaltado Mendia, que también ha dicho que “la única vía para alcanzar acuerdos es el diálogo y tratar de ponerse en la mirada del otro”. Ortuzar, en la misma línea y mirando sobre todo a Cataluña, ha añadido: “Vamos a ver si cambia el chip. Si para algo debiera de servir este esfuerzo es para eso. Nuestro acuerdo llega en un buen momento político. A ver si este pequeño acuerdo sirve”.
Mendia hizo pedagogía con la gestora del PSOE
La secretaria general socialista ha explicado parte del trabajo interno de cocina en su partido para llevar adelante el proyecto. Mendia ha indicado que cuando el documento con el PNV estaba “maduro” mantuvo una “larga conversación” telefónica con el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, en la que le puntualizó especialmente los términos exactos del pacto para reformar el Estatuto vasco. En él, socialistas y nacionalistas han cerrado un procedimiento para actualizar el autogobierno vasco que incluye completar el Estatuto de 1979 y abrir un proceso dentro de la legalidad constitucional para superarlo. Hay consenso en definir a Euskadi como “nación” pero no en torno al derecho a decidir, si bien PNV y PSE-EE se dan “libertad” para mantener posturas diferencias sin que ello rompa su acuerdo en materia social, económica o de gestión del final de ETA, donde la sintonía es muy elevada.
“Le llamé a Javier, tuve una larga conversación con él y le expliqué con especial incidencia aquellos puntos dedicados al autogobierno que levantan tantas pasiones en el resto de España”, ha respondido Mendia al interés de los periodistas sobre este punto.
Mendia también ha justificado por falta de tiempo y por la unanimidad suscitada por el acuerdo entre los delegados del comité nacional vasco del partido que no se haya consultado a las bases el acuerdo con el PNV, cuando la federación vasca fue una de las más firmes defensoras de someter a consulta el viraje de la gestora sobre la investidura de Mariano Rajoy.
Al PSE-EE se le ha preguntado también por qué defienden que en España no hay más acuerdo posible que con la izquierda mientras que en el País Vasco se ha buscado el entendimiento con el PNV de manera abierta. Mendia ha hablado de “confianza” y de “entendimiento” con los nacionalistas y ha indicado que “en España hay que ser alternativa al PP”. No ha entrado más a fondo en este debate ideológico.
El acuerdo no es “un rodillo”
En la comparecencia conjunta de Ortuzar y Mendia, ambos portavoces se han esforzado en destacar que el acuerdo no es “un rodillo”. Responde, en palabras del presidente del Euzkadi Buru Batzar del PNV, “a la voluntad mayoritaria de la sociedad” pero está abierto “a buscar nuevas y mayores complicidades”. Un ejemplo, la actualización del Estatuto: “No hemos puesto plazos porque tenemos que hablar. Si hubiésemos puesto plazo, la oposición nos diría que ejercemos un rodillo”. “Tenemos una gran mayoría, pero no toda la mayoría. Y eso no es malo, enriquece el debate”, ha apostillado Mendia.
En efecto, PNV y PSE-EE no suman mayoría absoluta en el Parlamento. Tienen 37 de los 75 escaños tras el recuento definitivo de Bizkaia, que privó de un parlamentario al PNV en favor de EH Bildu. Sin embargo, es también improbable que surja una pinza en contra de la mano de EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP, que sí tendrían esa mayoría absoluta. En todo caso, Ortuzar ha apelado al diálogo para sacar adelante todas las políticas llamadas “de país”, sobre todo las de “memoria y convivencia” y las relativas al autogobierno, pero también para dotar al segundo Ejecutivo de Urkullu de sus primeros presupuestos, la primera misión del gabinete que tomará posesión el lunes a mediodía cuando se superen todos los trámites.
No obstante, en el día a día de la Cámara PNV y PSE-EE sí dispondrán de manos libres ya que han pactado actuar de manera “unitaria” en la Mesa del Parlamento, donde tienen tres de los cinco miembros (el PP se quedó fuera). Ello supondrá que decidirán de la mano sobre “la admisión a trámite y calificación de los asuntos incluidos en el orden del día” de las distintas sesiones.
“No ha sido fácil”
Otro de los mensajes de Mendia ha sido dejar claro, frente a las críticas de otros partidos, que el acuerdo con el PNV no estaba predeterminado, que no es un salvavidas para un partido en crisis tras sus peores resultados en Euskadi. “Muchas personas pensaban que este acuerdo estaba cerrado... Pero no ha sido fácil. Han sido 24 los documentos intercambiados. Las comisiones negociadoras han metido muchísimas horas”, ha subrayado Mendia, ante cuyas palabras Ortuzar ha asentido.
La dirigente del PSE-EE, como otros en el partido, han querido destacar el valor del acuerdo más allá de los fuegos artificiales sobre el Estatuto o la gestión del final de ETA, acercamiento de presos incluido. “Recoge muchas políticas necesarias en este país”, ha querido remarcar Mendia, que incluso ha dicho que las políticas sociales propuestas servirán para prevenir casos como el de la mujer fallecida en Cataluña por pobreza energética.