El PNV asegura en el Parlamento tener una amplia mayoría para activar el derecho a decidir del pueblo vasco
La última sesión de 2017 de la ponencia de autogobierno del Parlamento Vasco, el foro constituido ya hace casi cinco años para explorar una posible reforma del Estatuto de 1979, ha puesto de manifiesto la voluntad del grupo parlamentario del PNV capitaneado por Joseba Egibar y de la coalición EH Bildu por iniciar 2018 con un impulso al derecho de autodeterminación del pueblo vasco más allá de lo declarativo, empresa para la que desean sumar a Elkarrekin Podemos. “Vamos a ir con el mayor consenso posible y no sólo con una mayoría absoluta exigua”, ha garantizado el propio Egibar en la Cámara al término de una reunión no exenta de tensiones no sólo con el PP sino también con los socios de Gobierno de los nacionalistas en Euskadi, en las tres Diputaciones y en las tres capitales vascas. El PSE-EE, el único partido que no ha comparecido en sala de prensa tras la reunión, ha insistido en un comunicado en que toda reforma estatutaria tiene que partir de la premisa de ser “viable legalmente”.
La jornada venía marcada por el nuevo intento de Elkarrekin Podemos y de los propios socialistas por lograr que la ponencia se articulara en dos mesas, una para debatir exclusivamente en torno a la reforma del Estatuto y una segunda centrada en la autodeterminación. En palabras del portavoz de la coalición de Podemos, IU y Equo, Lander Martínez, las fuertes discrepancias en torno al derecho a decidir -incluso entre los partidarios hay diferencias de matiz- pueden “bloquear” y echar al traste cualquier avance en materia social. Sin embargo, esta posibilidad que ya fue rechazada en noviembre ha vuelto a quedar hoy desechada. Desde las bancadas nacionalistas remarcan que no se puede “disociar” este asunto del resto del proceso e incluso han planteado que el 31 de enero los partidos definan ya cómo encajan este “derecho” del pueblo vasco en un posible texto articulado.
Egibar -con un lazo amarillo en la solapa en apoyo a los exconsejeros aún presos- ha señalado que la ponencia ha puesto punto final a la “fase para fijar los puntos coincidentes” y el documento elaborado por el PNV remarca que EH Bildu y Elkarrekin Podemos convergen en el reconocimiento del País Vasco como nación y sujeto político y en el deseo de “consultar” a la ciudadanía. El representante del PNV, encuadrado en el ala más soberanista de la formación, ha insistido en que el ejercicio de este derecho de autodeterminación no implica una reforma constitucional si hay “voluntad política” porque se puede desarrollar con una interpretación extensiva del reconocimiento ya existente en la 'carta magna' española de los “derechos históricos” de los territorios forales. “Hay asidero”, ha apuntado en euskara.
El representante del PNV ha apostillado que las tres formaciones tienen el 76% de los escaños y que a PP y PSE-EE les corresponde “un ejercicio de respeto de esa mayoría” y no “escudarse en las mayorías de otras Cámaras” para vetar posibles decisiones políticas. Preguntado por los periodistas, Egibar ha asegurado que semejante paso político no supondría “en absoluto” una grieta en la coalición con los socialistas porque las discrepancias en materia de autogobierno están “pactadas”, si bien con la coletilla de que todas las propuestas deben estar dentro de la “legalidad”, aspecto en que han incidido los socialistas en su nota.
En el entorno del Gobierno de Iñigo Urkullu explican que entra dentro de la lógica que el grupo parlamentario del PNV no renuncie de saque a una de sus reivindicaciones históricas. No obstante, puntualizan que la apuesta política del PNV es clara y que lo ha sido cuando los “cantos de sirena” de Escocia o Catalunya han sido muy fuertes. El lehendakari suele destacar en muchas de sus alocuciones institucionales los frutos de sus acuerdos con el Estado y también la robustez de la coalición con el PSE-EE.
Malestar en Elkarrekin Podemos, temor del PP
Desde EH Bildu, Maddalen Iriarte también ha destacado los “puntos de confluencia” en esta cuestión y ha apuntado que más que nuevo Estatuto hay que abordar un “nuevo estatus”. Iriarte ha criticado con dureza la posición de “veto” de PSE-EE y PP y ha asegurado que en la ponencia se han agarrado “desde su minoría” pero con el respaldo de las “fuerzas del Estado” al “155” para impedir que el País Vasco abra un proceso soberanista. Preguntada por los periodistas, la propia Iriarte ha matizado que nadie ha formulado en esos términos su oposición al derecho a decidir pero es el mensaje que ellos extraen del posicionamiento de socialistas y 'populares'.
En Elkarrekin Podemos existe cierto malestar por la contundencia con la que Egibar ha dado por sentado el bloque a favor del derecho a decidir y de hecho aseguran que no se puede hacer una “valoración positiva” de la reunión de la ponencia. Martínez ha pedido al PNV que aclare si su postura oficial es ésa o es el discurso más matizado del lehendakari, Iñigo Urkullu, defensor de los acuerdos con el Estado. La formación reconoce a Euskadi como “nación” pero no se sentiría cómoda en un modelo que de saque sea frentista y que descuelgue a dos formaciones políticas. Además, subraya que mientras apuesta por la “bilateralidad” EH Bildu continúa sin renunciar a la unilateralidad. Sin dos mesas para tratar separadamente la reforma estatutaria y el posible referéndum, “se liquida la posibilidad de cualquier acuerdo amplio y transversal”, ha apostillado Martínez, recientemente elegido como nuevo secretario general de Podemos Euskadi.
Desde el PP, el portavoz Borja Sémper ha ironizado con que el “bloque” partidario del derecho a decidir ha acabado con cualquier opción de alumbrar un “hipotético nuevo futuro Estatuto”. Sémper también ha mirado al PNV y ha recordado sus recientes acuerdos y la situación de “estabilidad” política y económica que vive Euskadi, sobre todo en contraste con Catalunya. “Ojo con estos experimentos. Tenemos una referencia nítida de por dónde no hay que ir. Están abocando a la política vasca a un callejón sin salida. ¿De verdad nos vamos a meter en este berenjenal?”, ha argumentado Sémper.