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Un PNV “sin complejos” por la corrupción del PP le arranca 3.300 millones para trenes

Andoni Ortuzar, presidente del PNV.

Iker Rioja Andueza

No pocas voces en Euskadi, sobre todo EH Bildu y Elkarrekin Podemos, han señalado al PNV como corresponsable de sostener al Gobierno del PP, carcomido por la corrupción. Sin embargo, el presidente nacionalista, Andoni Ortuzar, ha presentado en la tarde de este miércoles la letra pequeña del pacto alcanzado por él mismo y Mariano Rajoy sonriente. “Sin complejos”, ha repetido al menos cuatro veces (dos en euskara y dos en castellano) un Ortuzar que ha parafraseado a Xabier Arzalluz, que firmó un acuerdo con José María Aznar, y ha dicho que su partido “no tiene problemas” en acordar con cualquiera si el beneficiario es Euskadi y sus gentes.

Ortuzar, y el propio presidente del Gobierno, según ha confesado el primero, dedicaron “toda la tarde” del martes en La Moncloa, incluso “sin ver el famoso partido” entre el Real Madrid y el Atlético, a cerrar un acuerdo político “de ésos que marcan un antes y un después” y que zanja “cinco años de bloqueo” y de diálogo entre el Ejecutivo central y Euskadi.

Entre las contrapartidas obtenidas por el PNV a cambio de su apoyo a los presupuestos generales de 2017, cuya primera votación se celebra este jueves, se encuentran 3.300 millones en inversiones ferroviarias (AVE, cercanías y mercancías) hasta 2023. Es la primera vez, ha reiterado Ortuzar, que el Estado fija plazos e inversiones detalladas. Ha llegado a decir que Euskadi “entra en las vías del siglo XXI” y sale del “siglo XIX” en materia de transportes. 

Es la única gran cifra ofrecida. “No hemos cogido la calculadora”, ha bromeado Ortuzar en respuesta a los periodistas, con quienes siempre mantiene un trato de cordialidad y cercanía. Por comparar, el PP vasco ya apoyó las cuentas autonómicas al lehendakari, Iñigo Urkullu, hace sólo unas semanas y logró contrapartidas por valor de 29 millones de euros. Los 'populares' tienen en Vitoria 9 de 75 escaños y el PNV 5 de 350 en Madrid.

Otro punto importante del acuerdo es que la Ertzaintza podrá actuar en Francia al mismo nivel que Policía Nacional y Guardia Civil, incluyendo “persecuciones en caliente” en suelo francés. Asimismo, la Policía vasca accederá en pie de igualdad a las bases de datos europeas y nacionales contra el yihadismo, una reivindicación histórica. En los próximos meses habrá una Junta de Seguridad que fijará esta regulación de manera concreta.

Como tercera pata del acuerdo, Ortuzar ha citado la buena noticia que supondrá para “decenas” de empresas vascas una bajada en su factura eléctrica. La industria vasca está conectada a otra red de menor potencia que supone más coste. Desde 2018, sus contratos se homologarán a los del resto de usuarios de España.

Asimismo, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el consejero vasco del ramo, Pedro Azpiazu, rubricaron ese mismo martes a la noche, también en Madrid, el desbloqueo del sempiterno litigio en torno al Cupo, zanjado con el reconocimiento de que el Estado ha exigido a Euskadi 1.400 millones de más en la última década y de que, a partir de 2017, la cuantía a pagar será de 956 millones, frente a los 1.148 abonados en 2016.  Esa negociación, sin embargo, no ha sido de partido a partido, sino de Gobierno a Gobierno.

En el documento firmado por Rajoy y Ortuzar se alude también a otras cuestiones más concretas como la cesión de los terrenos de la frustrada central nuclear de Lemoiz o el impulso de la nueva cárcel que sustituya al viejo penal de Martutene. También hay partidas acordadas para apoyar el vehículo eléctrico (en sus pactos con José Luis Rodríguez Zapatero, se impulsó el proyecto Hiriko que acabó en los tribunales).

Ortuzar, de traje y corbata en la rueda de prensa, ha presentado el acuerdo muy sonriente y calificándolo de “importante”. Ha destacado también la buena sintonía hallada en sus interlocutores del PP y, en particular, en el propio Rajoy. “Le conozco desde hace 20 años y nunca he tenido una mala relación con él, pero en los últimos cuatro años nunca ha tenido la necesidad de levantar el teléfono para llamarme”, ha dicho para justificar el viraje del Rajoy con mayoría absoluta al Rajoy en minoría.

Ortuzar ha explicado también que hay algunas reivindicaciones históricas del PNV que no se incluyen en el pacto. Ha citado el desarrollo del autogobierno vasco. El presidente nacionalista ha recordado que ya existe una ponencia específica en el Parlamento que debate sobre la actualización del Estatuto y que ese proceso sigue otro ritmo ajeno a la negociación presupuestaria. Por otro lado, tampoco se ha tocado el siempre espinoso asunto de la política penitenciaria en relación a ETA.

¿Y en 2018? El PNV sostiene que es pronto para hablar de una legislatura larga de entendimiento en las Cortes Generales y fija como condición a futuros acuerdos el hecho de que el PP cumpla sus compromisos en 2017.

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