El PNV buscará el pacto con el PSE, pero puede arrancar solo la legislatura
En el cuartel general del PNV, en Sabin Etxea, la Ejecutiva del partido que encabeza Andoni Ortuzar sabe que van a una negociación con el resto de formaciones para asegurar un “Gobierno fuerte y estable” que se ha abaratado mucho tras los resultados electorales. El 25S ha arrojado una victoria muy amplia y holgada a los peneuvistas, lo que les permite mirar a todo el arco parlamentario -desde el PP hasta EH Bildu-, pero el acuerdo con esas dos fuerzas parece más que improbable.
Ortuzar no descarta nada, pero reconoce que con el PP la hipótesis de acercamiento parece más que “lejana”. En el caso de EH Bildu, tanto el lehendakari -la misma noche electoral- como diversas fuentes autorizadas del PNV han dejado claro que “no tiene sentido” un 'Gobierno a la navarra' (PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos) como el que este lunes ha reiterado el líder de Sortu, Arnaldo Otegi. Y si a eso sumamos que Podemos ha dicho, por boca de dos de sus dirigentes, Eduardo Maura y Lander Martínez, que se van a la oposición sin que se abra ninguna posibilidad de pacto con el PNV, a los jeltzales solo les queda buscar el pacto con el PSE-EE de Idoia Mendia.
El partido de los socialistas vascos ha cosechado su peor resultado histórico y ha perdido siete parlamentarios. El PSE-EE se ha deja en el camino un 40% de votos, ha perdido uno a uno todos sus feudos históricos (excepto el municipio guipuzcoano de Lasarte-Oria, con su alcalde al frente Jesús Ceballos) y se hunde con unos resultados peores que los de la debacle de 1994.
¿Ensayar la “geometría variable”?
Con ese panorama, Mendia y su Ejecutiva tienen que decidir qué camino recorrer: si merece la pena cerrar el círculo de los acuerdos de gobernabilidad que ya tienen con el PNV en las principales instituciones vascas (tres diputaciones, capitales, etc) irse a la oposición o ensayar la geometría variable durante la legislatura. Con los resultados del domingo, el PSE ni siquiera sería la primera fuerza de la oposición. Ahora son cuartos, tras Bildu y Elkarrekin Podemos.
Ortuzar ya ha comentado que él no está por la “geometría variable”. Pero el presidente del partido en en Gipuzkoa, Joseba Egibar, no ha ocultado sus preferencias. Al ser preguntado en Radio Euskadi antes de celebrarse la reunión del EBB por si su partido iba a buscar un Ejecutivo de coalición, ha respondido: “No creo que ese sea el escenario en el que nos vayamos a mover”. Y ha apostado más por arrancar en solitario y solventar la primera prueba de fuego desde un Ejecutivo en minoría: los presupuestos de 2017.
Que se aclare el PSOE
Tanto Ortuzar como Egibar han apuntado que hay dos carriles que van parejos, pero no se tienen por qué cruzar: la gobernabilidad y los grandes acuerdos de país para el “nuevo estatus” o la “paz y convivencia”. Ahí, el presidente del PNV quiere acuerdos lo más transversales posible, pero sin que ningún partido tenga derecho a veto. “Ni vetos, ni exclusiones, esa es la clave del nuevo tiempo político de Euskadi”, ha finalizado Ortuzar en Sabin Etxea.
El PNV abrirá esta misma semana las reuniones -de mayor a menor- con los partidos y espera tener un resultado (es decir, que el Parlamento vasco y el Gobierno estén en marcha) para mediados o finales de noviembre a más tardar. Llevará un documento a las reuniones, en las cuales participarán en nombre del PNV el propio Ortuzar y Urkullu, con sus prioridades programáticas y con lo que cada partido ha dicho al respecto de las posiciones fijadas en campaña y en el programa por el PNV. Sí ha dejado claro Ortuzar que lo que pase finalmente en Euskadi está completamente desligado del bloqueo del Gobierno de España.
Después de los últimos movimientos de Pedro Sánchez con las primarias y el congreso y las tensiones que siguen aflorando, el líder del PNV, muy cauto, se ha apartado para que el PSOE se aclare primero, antes que embarcarse en ninguna operación para asegurar la gobernabilidad de España. Antes ha advertido a los socialistas que “no se puede jugar más al escondite”