El Parlamento designa a José Luis Bilbao vocal del Tribunal de Cuentas, algo que sería imposible en el resto de España
Tal y como estaba previsto, el pleno del Parlamento vasco ha designado al actual diputado general de Bizkaia en funciones, José Luis Bilbao, vocal del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP). Bilbao ha contado con el apoyo de su partido, el PNV, y el PSE. Ambos partidos han votado a sus cinco candidatos (tres PNV y dos PSE) y han posibilitado que en una primera votación EH Bildu y el PP, que solo han respaldado a sus candidatos, hayan logrado un vocal cada uno.
Solo la candidatura y figura de Bilbao ha monopolizado el debate. Mientras que el PNV lo ha defendido con rotundidad, el PSE ha justificado el apoyo en el acuerdo suscrito con los nacionalistas hace dos años para facilitar la renovación de todos los órganos que cuelgan de la Cámara, como el Ararteko. Mientras, EH Bildu, PP y UPyD han vuelto a criticar con dureza el nombramiento debido al significado carácter político de José Luis Bilbao. El parlamentario del PP Borja Semper recordó la necesidad de “despolitizar” los órganos que se encargan de controlar la gestión del Gobierno para que la actividad política gane credibilidad en la sociedad.
Y en esa línea, PP y EH Bildu han presentado sendas proposiciones para reformar la ley de creación del Tribunal Vasco de Cuentas y evitar el salto que ha protagonizado Bilbao. Un salto, por otra parte, que sería impensable en los órganos fiscalizadores de corte similar al Tribunal vasco de Cuentas que existen en el resto de comunidades españolas. En todos ellos, se le obligaría a respetar un periodo, que oscila entre uno y cinco años. Además, debería acreditar hasta diez años en funciones propias de un tribunal como el TVCP.
Todos estos tribunales autonómicos tomaron como referencia la norma que regula el Tribunal de Cuentas de España, que establece que ninguno de sus 12 consejeros podrá haber ejercido previamente un cargo que conllevase la gestión, inspección o intervención de ingresos y gastos del sector público durante al menos los últimos dos años anteriores.
El ejemplo de mayor independencia se encuentra en Navarra, donde los auditores de la Cámara de Comptos acceden al cargo mediante concurso-oposición. Solo el presidente es elegido por el Parlamento navarro. En el caso de que el presidente en un momento dado quisiera modificar un informe, los auditores pueden hacer públicos los detalles cambiados.
