El Parlamento vasco “respeta y acompaña” a Catalunya pero no reconoce su independencia
El Parlamento vasco ha aprobado este jueves una moción que en genérico “respeta y acompaña las resoluciones que sobre la soberanía y el proceso constituyente” han sido adoptadas en Catalunya y que “rechaza” la suspensión de la autonomía en aplicación del artículo 155 de la Constitución. El texto ha sido propuesto por el PNV y apoyado finalmente por EH Bildu, aunque la coalición de la izquierda abertzale, proponente de este debate que ha durado unos 90 minutos, había intentado sin éxito una resolución más breve y contundente que “reconocía y respetaba” la independencia “proclamada”, pero que los nacionalistas han rehusado apoyar.
EH Bildu había intentado desde el inicio que el Parlamento vasco se significara como una de las primeras instituciones en apoyar el pretendido nuevo Estado catalán alumbrado el pasado 27 de octubre en el Parlament. “Que el pueblo catalán sienta el aliento del pueblo vasco”, ha argumentado la portavoz abertzale, Maddalen Iriarte.
“Es un pueblo que quiere ser libre frente a un régimen que quiere mantener el 'statu quo'”, ha apuntado Iriarte. A su juicio, la “represión” española no es nueva y ha comparado las dificultades para la secesión de Catalunya con las que tuvieron Flandes, Cuba o Fipilinas en distintos momentos de la historia. De hecho, ha querido recordar que “a los niños neerlandeses” aún se les advierte siglos después de su salida de la Corona hispánica que vendrá a por ellos “el duque de Alba” si se portan mal. No ha añadido que también es una tradición muy arraigada que el 5 de diciembre San Nicolás llegue desde España con regalos en una celebración similar a la de los Reyes Magos.
Iriarte, consciente de que el PNV no iba a apoyar el reconocimiento de la independencia catalana, se ha dirigido directamente al portavoz peneuvista y cara más visible del ala soberanista del partido, Joseba Egibar, quien en un acto en septiembre con el conseller ahora destituido Jordi Turull y con el líder de la ANC, Jordi Sánchez, manifestó su deseo de que Euskadi fuese la primera en reconocer al nuevo país. “Sería penoso que este Parlamento no reconociese la República Catalana”, ha reiterado la representante de EH Bildu, presente en aquella tertulia con Egibar y los dos representantes catalanes.
En paralelo, la coalición también está presionando al PNV para que rompa su Gobierno de coalición con el PSE-EE por el apoyo socialista al 155. De hecho, es una de las condiciones 'sine qua non' que la izquierda abertzale ha fijado al Ejecutivo vasco en la negociación presupuestaria que precisamente se inicia este jueves con los portavoces económicos de ambas partes.
Egibar, sin embargo, se ha agarrado en todo momento al texto alternativo planteado por el PNV. “Nuestra enmienda no se queda en la foto fija”, ha justificado el veterano parlamentario nacionalista, que ha indicado que lo que planteaban era apuntalar la “legitimidad” de las instituciones catalanas ahora “anuladas” por el 155. Con todo, el portavoz 'jeltzale' ha parecido plantear también una enmienda de totalidad al planteamiento tradicional del lehendakari, Iñigo Urkullu, firme defensor de un ejercicio pactado y legal del derecho a decidir frente al modelo unilateral catalán. “La apelación al diálogo dentro de la legalidad supone admitir 'de facto' la supremacía de una soberanía sobre la otra. Si no tienes interlocutor, tienes que ir alumbrando una nueva legalidad y ahí se ha producido el choque”, ha señalado Egibar, atentamente escuchado por Urkullu durante su alocución.
Iriarte también ha pronunciado un cuerpo a cuerpo con el portavoz de Elkarrekin Podemos, Lander Martínez. Iriarte ha afeado a la formación morada que siga apelando a un proceso pactado y con garantías. “¿Con quién quieren pactar, con Rajoy, con Rivera, con Sánchez, con Guerra o con González?”, ha ironizado la representante de EH Bildu. Martínez ha replicado que la independencia es igual o más inviable y no por ello menos legítima como posición política y le ha recordado que los partidarios en Euskadi de la “cosoberanía” son muchos más que los de la secesión, según datos del Euskobarómetro que ha presentado. “Vosotros Kosovo, cascos azules. Nosotros Quebec. Ustedes han construido una fantasía”, ha zanjado Martínez, cuya bancada ha votado 'no' al texto de EH Bildu y se ha abstenido al alternativo del PNV.
El precedente guipuzcoano
En cuanto al PSE-EE, no sólo ha rechazado el reconocimiento del Estado catalán, sino que ha vuelto a votar en sentido contrario a una propuesta de su socio de Gobierno, el PNV, aunque todo lo relacionado con el autogobierno forma parte de las “discrepancias pactadas” del acuerdo de coalición y otorga libertad de movimientos a ambas formaciones, a diferencia de lo sucedido la pasada semana con las víctimas del franquismo. El socialista José Antonio Pastor ha sido muy crítico con el proceso independentista catalán y también con el discurso de EH Bildu. Pastor ha remarcado que se plantearon “tres premisas” que han sido “tres mentiras”, que el nuevo Estado era viable, que habría “respaldo internacional” y que el coste económico sería nulo. El PSE-EE ha asegurado también que sería un error que Euskadi hiciera “lo que ningún país del mundo ha hecho” salvo, ha bromeado Pastor, el ayuntamiento del pequeño municipio guipuzcoano de Villabona. A día de hoy, el único parlamento que ha aprobado una resolución en la que textualmente se “reconocen y respetan la proclamación de la República de Cataluña” es el de las Juntas Generales de Gipuzkoa. Fue en una sesión del citado parlamento provincial el pasado 11 de octubre y la resolución estuvo acordada por PNV y EH Bildu.
Desde la bancada del PP, Borja Sémper se ha felicitado por el “fracaso” de EH Bildu de buscar el reconocimiento de la República Catalana, si bien ha salido con la preocupación del “contagio” que podría producirse en Euskadi. “A ver si usted, señor Egibar, por ser nacionalista, no va a tener que respetar la ley”, ha espetado Sémper a la bancada del PNV tras el discurso de su portavoz. El representante 'popular' también ha recordado las gestiones del propio Urkullu como mediador para propiciar la convocatoria de elecciones autonómicas dentro de la legalidad. El PP ha defendido la aplicación del 155 como bálsamo contra el “dislate” independentista.