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Querejeta lo consigue otra vez: 25 millones públicos para Mendizorroza

Josean Querejeta, con Gorka Urtaran y Ramiro González

Iker Rioja Andueza

La diplomacia de Josean Querejeta, líder del conglomerado deportivo vitoriano que aúna a Baskonia y Deportivo Alavés, lo ha vuelto a conseguir. En algunos medios afines ya han pedido para él un “premio Nobel”. Si en 2017 las instituciones locales terminarán de pagar la reforma del pabellón de baloncesto Fernando Buesa Arena, en 2018 empezarán a apoquinar la ampliación del estadio de fútbol de Mendizorroza, que costará 25 millones a las arcas públicas, tantos como pondrá el club que lo utilizará en régimen de exclusividad, el Deportivo Alavés. 

El Deportivo Alavés es inquilino desde hace años de un recinto municipal y no paga el canon fijado (120.000 euros) por unas obras que hizo la Liga de Fútbol Profesional en su interior. Querejeta, sin embargo, asumió en primera persona el diseño y la presentación pública de una ampliación de una instalación de la que no es titular con el objetivo de pasar de 20.000 a 32.000 localidades. Las instituciones vascas, que además del Fernando Buesa Arena han pagado o están haciéndolo por el nuevo San Mamés de Bilbao y por la reforma de Anoeta, en San Sebastián, acogieron inicialmente con frialdad los planes llegados desde Vitoria.

Meses después, sin embargo, tanto el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, como el diputado general, Ramiro González, han dado su apoyo “sin fisuras” a un proyecto que entienden como positivo para la ciudad y para el territorio. Querejeta, de hecho, había incorporado recientemente a su argumentario que más que un coste la reforma era una inversión, ya que Mendizorroza presentaba ya problemas estructurales aunque fue reformado hace menos de 20 años. Está por ver si el Gobierno vasco pone su granito de arena, aunque ya adelantó 100.000 euros para un “estudio” de las obras y se implicó decididamente con el Athletic y con la Real Sociedad. En total, de 50 millones de presupuesto total, se espera que las instituciones paguen 25 por el nuevo Mendizorroza. 

Políticamente, Querejeta parece contar con el aval de las instituciones cogobernadas por PNV y PSE-EE y, en cuanto al PP, fue el partido que propuso la primera partida de 100.000 euros para iniciar simbólicamente el proyecto. Podemos, de su lado, criticó una “iniciativa privada innecesaria” e IU-Equo (Irabazi) planteó priorizar el deporte de base al de elite.

Con cuentas pendientes en Hacienda

Las subvenciones para las nuevas casas de Baskonia y Alavés, sin embargo, no son los únicos apoyos públicos que ha recibido Querejeta. En el caso del equipo de baloncesto, la Hacienda de Álava tiene desde hace dos décadas una cuenta con obligaciones fiscales aplazadas y cuyo saldo era de 7,5 millones a 31 de diciembre de 2014. Y todo pese a las importantes minoraciones aplicadas tras el pago de una subvención anual al equipo azulgrana. En 2017, esa ayuda pública será de 1,6 millones, que se suma al millón aproximado que recibe el equipo de fútbol.

Sea como fuere, Querejeta está demostrando este verano una renovada capacidad económica. La temporada 2016/2017 se cerró con éxito deportivo para el Deportivo Alavés, que llegó en mayo a la final de la Copa del Rey, y con más de 40 millones en ingresos por televisión, cifra que se repetirá o mejorará este año merced a la permanencia en Primera División.

En este contexto, Querejeta ya negocia con Urtaran el regreso del club albiazul a Betoño, instalaciones por las que está dispuesto a poner 7 millones de euros sobre la mesa, según 'Diario Noticias de Álava'. El sueño es construir una ciudad deportiva que esté cerca de la instalación similar que ya tiene el Baskonia, el BAKH. El alcalde ha manifestado que esta opción, que ha inquietado a varios clubes pequeños que juegan ahora allí, redundará en la mejora del deporte local ya que el dinero se reinvertirá en otras infraestructuras de la ciudad.

La holgura económica también se ha hecho sentir en el baloncesto aunque Baskonia vaya a iniciar su segunda temporada sin patrocinador principal tras la salida de Laboral Kutxa (con permiso de los vinos de Rioja). Este verano han sido sonadas las estratosféricas ofertas que el club ha hecho para retener a su base estrella, Shane Larkin, y a su capitán, Adam Hanga, ambos tentados por jugosos planteamientos del FC Barcelona. Larkin, de hecho, jugará en la NBA el año próximo por menos dinero que el que aparentemente iba a cobrar en Vitoria. 

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