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“Si en los trenes no se cobra por una maleta, ¿por qué debemos pagar por viajar con una bici?”

Leyre González Grande

San Sebastián —

Con 16.758 desplazamientos diarios, Donostia se sitúa como una de las ciudades de la península donde el uso de la bicicleta está más extendido. En San Sebastián, el ciclismo urbano es una seña de identidad en una ciudad con más de 30 kilómetros de 'bidegorris' (carriles bici) y varias facilidades más para que el pedaleo se convierta en una alternativa real al uso del vehículo privado. Para promover y defender la utilización de la bicicleta, nació en Donosti en 1989 la Asociación de ciclistas urbanos Kalapie. Uno de sus portavoces, Higinio Otazu, cree que la capital guipuzcoana ha avanzado mucho en los últimos años, pero aún quedan tramos por recorrer.

Pregunta: San Sebastián es una ciudad donde la bicicleta es cultura, pero ¿qué peligros puede encontrar un ciclista a la hora de desplazarse por la ciudad?

Respuesta: No consideramos que Donostia sea una ciudad peligrosa para los ciclistas. La mejor forma de prevenir la seguridad del ciclista es que haya muchos ciclistas en San Sebastián de tal forma que su presencia en la calle hace que la seguridad sea una realidad. Sí es cierto que puede haber conflictos con los peatones, o peligros en algunas intersecciones en las que vehículos, peatones y bicicletas pueden correr el peligro de encontrarse a la vez. En cualquier caso, el historial de accidentes en bicicleta en la ciudad es prácticamente inexistente.

P: La obligatoriedad en el uso del casco ha sido uno de los caballos de batalla entre los ciclistas y las administraciones públicas en los últimos tiempos. ¿Cuál es la opinión de la asociación Kalapie a este respecto?

R: Con eso hemos conseguido una mínima victoria. La presión que ha sufrido la DGT, que ha tenido en contra a todos los ciclistas y a todos los ayuntamientos, incluidos los que tienen mayoría absoluta del Partido Popular, la OCU, los sindicatos… como digo, nos parece una pequeña victoria y seguimos mostrándonos radicalmente en contra del uso del casco. No me imagino el trabajo de todos los municipales, teniendo que parar ahora a cada chaval que va en bici a hacer surf a la playa, para ver si han llegado o no a los 18 años. Teniendo en cuenta la cantidad reducidísima de accidentes que ocurren, -la inmensa mayoría de hecho, de carácter leve-, el uso del casco es un absurdo.

P: ¿Qué medidas de seguridad deben partir del sentido común del ciclista?

R: Sobre todo que se respete la normativa. Que las aceras se utilicen fundamentalmente por los peatones y que los ciclistas nos limitemos al uso de los bidegorris y empecemos también a dar uso a las zonas 30. Es importante que se respeten los semáforos, las diferentes señalizaciones… y sobre todo contar con un poco de educación y ser respetuosos los unos con los otros.

P: Por supuesto también hay ciertas normativas o regulaciones que sí dependen de las administraciones públicas. Hay algunas medidas de seguridad, como los protectores de cemento instalados para separar el carril bus de la calzada en algunos puntos de las ciudades que pueden ser muy peligrosos para los ciclista, ¿no es así?

R: Esto ocurre por ejemplo en la calzada vieja de Ategorrieta, y no nos parece muy normal. Cuando se intenta meter en una misma calle a coches, peatones, autobuses y ciclistas, y además se trata de una calle estrecha y vieja, por muchos arreglos que pongas la solución es mala. En este caso, la mejor solución sería dar salida por la Avenida de Navarra y evitar este tipo de postes de cemento que pueden resultar muy peligrosos en una caída.

A la cola de Europa en la intermodalidad

P: Es importante fomentar el uso de la bicicleta, pero los propios transportes públicos son, en ocasiones, los que nos plantean una traba. Por ejemplo, recientemente, Renfe ha comenzado a cobrar tres euros por transportar una bicicleta en sus viajes de media distancia.

R: En este sentido, nos colocamos una vez más a la cola de Europa. Si miramos el ejemplo de Francia, sin ir más lejos, podemos utilizar trenes de larga de distancia con nuestras bicis con muchas más facilidades de las que encontramos aquí. En España, en trenes como el Alvia, de alta velocidad, prácticamente no se puede viajar con bicicleta a no ser que la lleves en unas condiciones muy determinadas que provocan que eso con lo que viajas, deje de ser una bici. Si en este tipo de trenes no se cobra por viajar con una maleta, ¿por qué debemos pagar por viajar con una bici?. Una vez más, echan el freno a la utilización de la bicicleta.

P: ¿Y por qué cree que otros países europeos nos sacan tanta ventaja en ese sentido? ¿A qué se debe?

R: Hasta ahora, ningún gobierno se ha planteado seriamente promocionar la bicicleta como una forma de moverse ecológicamente por la ciudad o diferentes ciudades. Se promocionan las autopistas, se promocionan los coches, los vehículos privados, las motocicletas, pero realmente, apenas se realizan campañas de promoción de bicicletas cuando precisamente en otros países nos llevan años de ventaja en ese sentido. Nos gusta mucho poner el ejemplo de Holanda, donde la crisis del petróleo de los años 70 supuso un cambio importantísimo en la utilización de las energías renovables que derivó, entre otras cosas, en la consolidación absoluta de la bici como medio de transporte. En los últimos años en este país la bicicleta parecía estar al alza, pero lamentablemente, el gobierno del PP ha paralizado muchísimas obras e infraestructuras ciclistas.

P: ¿Cuáles son los pasos a seguir para alcanzar las cotas deseadas?

R: Hay un largo camino que recorrer en ese sentido. En primer lugar, desde las instituciones públicas, deberían llevar adelante estos programas y propuestas de promoción de la bicicleta. Los ayuntamientos, deberían intentar promover actividades deportivas y lúdicas en ese sentido. Todos sabemos que es una forma de moverse barata, ecológica y saludable, por ejemplo ahora que también tenemos tantos problemas de obesidad. Por otra parte, los ciudadanos tenemos también que ser conscientes de que salir a la calle con nuestra bici es también una manera de promoción.

P: Hace unos meses, San Sebastián fue noticia por sustituir toda su flota de bicicletitas de alquiler por bicis eléctricas que ya podrán empezar a verse por la ciudad tras la Semana Grande. De momento hay 400 inscritos en el sistema. ¿Qué os parece esta iniciativa?

R: Antes de implantar este sistema, el Ayuntamiento nos consultó. Teniendo en cuenta que en San Sebastián, casi el 50% de la población vive en barrios altos, a nosotros nos pareció bien que hubiera una parte de la flota de las bicicletas de alquiler que fueran eléctricas para solucionar este problema, aunque hubiéramos visto más lógico que se mantuviera una proporción de bicicletas cotidianas. Nosotros proponemos, y el Ayuntamiento y la empresa disponen, así que no nos queda más que esperar a ver qué resultados da. La empresa anterior funcionaba relativamente bien, con bicicletas nada pesadas y muy manejables, así que, veremos qué ventajas nos ofrece ahora este nuevo proyecto que parece que, eso sí, va a contar con una flota bastante más numerosa.

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