Sarrionaindia: “Debía haberse negociado 20 años antes, se hubieran ahorrado muchas desgracias”
Desde que el pasado 2 de noviembre se supo que Joseba Sarrionaindia iba a reaparecer en la Universidad de La Habana para impartir clases de Lengua y Cultura Vasca era solo cuestión de tiempo que el escrito vasco, en paradero desconocido desde el 6 de julio de 1985 tras fugarse de la cárcel donostiarra de Martutene, concediera una entrevista. Y así ha sido. Este domingo tres medios vascos -Berria, Gara (Naiz.info) y Deia- publican las entrevistas, además del digital zuzeu, donde también se pueden leer las declaraciones del escritor nacido en Iurreta (Bizkaia) en 1958.
El autor del ensayo 'Ni ez naiz hemengoa' (Yo no soy de aquí), que publicó el pasado año la obra 'Lapur banden etika ala politika' (La ética de la banda de ladrones o la política), hace un repaso a su vida en estos últimos años y revela lo que todo el mundo sabía desde hace décadas: que vive en la isla caribeña “desde hace años”. “Hace bastantes años que no vivo escondido, aunque nunca he tenido ningún interés en salir en la prensa”, apunta al periodista de Gara (Naiz_info. Las fotos de la entrevista las ha realizado Jose Goitia. “Soy un humilde escribidor de una lengua del monte, y no me veo en los medios audiovisuales”, confiesa.
Sobre su antigua relación con ETA, Sarrionaindia apunta: “Yo fui de ETA a finales de los 70, como algunos de los que me criminalizan ahora. Después anduve de la ceca a la Meca, no porque fuera de ETA, sino porque me perseguía la Policía española”.
Ha sido nombrado profesor en la Cátedra de Lengua y Cultura Vasca en La Habana. La iniciativa es fruto de un acuerdo de colaboración alcanzado entre el Instituto vasco Etxepare y la universidad cubana. El Instituto Vasco precisó a principios de mes que Joseba Sarrionandia “será el encargado de ocupar el puesto de lector”, por lo que “se responsabilizará del contenido académico y de impartir las clases”, así como del resto de las actividades que se impulsen. El programa comenzará el 22 de noviembre.
Universidad de La Habana
“Simplemente me presenté a las oposiciones. Se presentaron 39 personas, según me dijeron, y mediante una selección por puntos, eligieron a tres. La Universidad de La Habana eligió a una de tres personas, de acuerdo con el escalafón, y en julio me avisaron que debía acudir a trabajar”, revela el escritor de 'Han izanik hona naiz' (De allí mismo vengo). Apunta, además, que tiene previsto publicar una revista con el título Kokuloa (El cocuyo), un coleóptero que vuela en la noche dando una luz verde.
En la entrevista, Sarrionaindia, exmiembro de ETA, habla de la decisión de la organización terrorista de abandonar su actividad definitivamente hace poco más de cinco años. “Claro que estoy de acuerdo con el proceso, incluso me parece que debía haberse negociado 20 años antes y se hubieran ahorrado muchas desgracias”.
El proceso de paz, “como andar con una pierna”
Pero es crítico con los que le recriminan no haber tenido realizado alguna declaración pública contra ETA: “Yo no voy a ponerme a servir a los inquisidores. Perseguían a los de ETA y, de paso, a los que no eran de ETA, y hace cinco años que no tienen el pretexto de ETA, pero siguen igual (...) Hablan de violencia, cuando los únicos que usan la violencia son ellos. Tienen un presupuesto policial y militar impresionante y asumen alegremente el monopolio de la violencia que hasta se sienten con derecho a bombardear Afganistán e Irak”. Y continúa “a mí me seguirán criminalizando mientras no hable bien de la Constitución, de la Guardia Civil y de lo bien que nos sentimos los vascos en España, pero es algo que no está entre mis planes”, apunta en la citada entrevista en Gara.
Y sobre los presos de ETA apunta: “Cuando se acaba una guerra o un conflicto político hay una justicia transicional. Pero el Estado español no quiere ninguna paz, como no quiere ninguna libre decisión de la ciudadanía, y entonces el proceso de paz será como andar con una pierna” Y abunda más en relación a los presos de la organización terrorista: “Los presos deberían quedar libres en el proceso de paz y, mientras tanto en mi opinión son secuestrados políticos. Es verdad que ha habido muchos desastres, pero los presos deberían quedar libres aunque solo fuera por la injusticia comparativa que supone que la violencia del Estado ha quedado impune”
