A Teresa no le dejan estudiar en castellano
Teresa (nombre figurado) tiene 16 años. En verano se mudó desde Albacete hasta Eibar y solicitó al Gobierno vasco que para el actual curso escolar le asignara un colegio donde pudiera estudiar el cuarto curso de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en castellano. Teresa no tiene ni idea de euskera. Una petición que, en principio parece lógica y natural, se ha convertido en una odisea. Hasta el punto de que el Gobierno vasco no le dejaba matricularse en el modelo A (en castellano) porque en Eibar no hay ningún colegio que lo ofrezca y le había asignado el Instituto de Educación Secundaria Itzio, que solo imparte la enseñanza en modelo D (íntegramente en euskera). Solo la mediación del Ararteko ha hecho posible el cambio de actitud del Gobierno. Eso sí, Teresa ha perdido dos meses y medio de curso.
Teresa narra su peripecia con desesperación. “Solo quiero estudiar en un centro donde me vea capacitada para aprobar, ya que en un colegio donde se da un idioma que no sé soy incapaz. Espero que puedan encontrar una solución”, relata. “El año pasado estuve matriculada en tercero de la ESO en Albacete y finalicé el curso. Este verano tuve que mudarme y venir a Éibar. Fui al Gobierno vasco a que me asignaran un centro con modelo A ya que no sé absolutamente nada de euskera y me aseguraron que me intentarían encontrar un centro de castellano y en el caso de que no hubiera en Éibar tendría que ir a Bilbao todos los días. Cosa que no me importaría y puedo pagarme los viajes”.
La sorpresa para Teresa llegó el pasado mes de septiembre, a las puertas del comienzo del curso. “La comisión de escolarización me ha mandado a un colegio de Éibar, que es donde vivo, pero de modelo D. Entonces presenté todas las alegaciones que fueron posibles y me dieron una lista de institutos de Bilbao donde se da modelo A, en Bilbao. Solicité un traslado al Instituto Martín Bertendona, que no tenía ningún inconveniente”. Pero el Instituto terminó denegándole la plaza porque el Gobierno vasco alegó que para un traslado de matrícula tendría que haber un motivo. “Supongo que el hecho de que no sepa un idioma no es suficiente. Así que me dijeron que a no ser que me cambie de domicilio y me vaya a Bizkaia no podría estudiar allí”.
Esta es la historia de Teresa, una joven de 16 años que temía que podría perder todo el curso porque tiene que estudiar en euskera, un idioma del que lo desconoce todo. Desde el Gobierno vasco se argumenta que una vez analizado su historial académico, se confirmó su matrícula en el instituto de Eibar, que cuenta “con trayectoria y recursos humanos y materiales suficientes, incluidos los de refuerzo lingüístico, para la acogida de alumnado de reciente incorporación. La solicitud fue denegada por la delegación territorial de Bizkaia de acuerdo a los criterios generales utilizados para las solicitudes de traslado presentadas fuera del periodo ordinario de solicitud que se abre anualmente en febrero: no había circunstancias sobrevenidas diferentes a las tenidas en cuenta por la comisión de escolarización de Gipuzkoa, como un cambio de domicilio”.
No se altera la planificación
De esta forma, el Gobierno resume el problema en que la petición de Teresa llegó fuera del plazo habitual de matrícula, que es en febrero. “En el caso de desear dar continuidad a sus estudios en el curso 2015-16, en el plazo ordinario podrá solicitar puesto escolar en cualquier centro de la comunidad autónoma en el modelo lingüístico elegido. Y podrá ser admitida sin otra limitación que la existencia de plazas disponibles”. “Para entender las respuestas individualizadas ofrecidas por las comisiones territoriales de escolarización es preciso tomar en consideración el elevado volumen de alumnado que se incorpora una vez iniciado el curso. Esto obliga a conjugar los derechos de las personas recién venidas con la necesidad de preservar la estabilidad en la aulas y en los centros, todo ello en el marco de una plantificación educativa ordenada”, expone el Ejecutivo.
La respuesta del Departamento de Educación no ha convencido al Ararteko, instancia hasta la que ha llegado el caso de Teresa. “No se advierte ningún elemento vinculado a necesidades de planificación que pueda justificar el no considerar la elección efectuada por la interesada. Desde un inicio ha mostrado su interés en incorporarse al sistema educativo de Euskadi y proseguir sus estudios de Educación Secundaria Obligatoria, conforme al modelo A de enseñanza”.
“Atender la petición de Teresa”, añade el Defensor del Pueblo Vasco, “para matricularse en el Instituto Martín de Bertendona de Bilbao, centro que ha mostrado su disposición favorable a acoger a esta joven debido a la existencia de plazas vacantes, no alteraría el número inicial de puestos escolares programados ni tendría mayores efectos ni supondría mayores desequilibrios”.
Además, el Ararteko incide en que la decisión de Teresa no llevaría aparejado el reconocimiento de ningún tipo de servicio complementario. Por lo que tampoco desde esta perspectiva se vería afectada la planificación programada por el departamento. Por todo ello, reclama que se reconsidere la escolarización de la joven y se autorice su admisión como alumna de Educación Secundaria Obligatoria de modelo A en el Martín de Bertendona. La presión del Defensor del Pueblo ha permitido a Teresa finalmente escolarizarse en el Martín Bertendona.