Urkullu reclama por carta a Juncker que la Unión Europea medie en Catalunya
- El PP alerta ahora de “riesgo de contagio” en Euskadi por las críticas de Urkullu al mensaje del Rey 48 horas después de aplaudir su posición moderada
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha demandado en una carta enviada el martes al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, que “incorpore a la agenda el problema que se vive Cataluña, porque la estabilidad de un Estado miembro está en juego y en consecuencia la de la propia Unión”. La eurodiputada del PNV, Izaskun Bilbao, también ha reclamado este miércoles de manera formal a las instituciones comunitarias una “mediación europea” para la crisis catalana.
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ya había anunciado hace unas semanas que su partido iba a activar todos sus espacios de influencia para mediar en la cuestión territorial. En un primer momento, el lehendakari apeló al arbitraje del jefe del Estado, pero el propio Urkullu, en redes sociales, mostró su decepción por el mensaje lanzado por el Rey Felipe VI. Ahora, según ha informado la oficina del PNV en el Parlamento Europeo, el presidente vasco ha hecho extensivo ese llamamiento a Europa, que ya mostró su preocupación por la actuación policial de las Fuerzas de Seguridad del Estado durante la celebración del referéndum del pasado 1-O.
“Visualizado que estamos ante un problema de proporciones históricas y que si no se aborda con rigor y visión política puede desencadenar, también por extensión a otras realidades, escenarios delicados para la UE, en un tiempo como el que nos hallamos de reflexión sobre el proyecto de la propia Unión”, señala Urkullu en su misiva. Y añade: “Desde mi responsabilidad institucional y desde la humildad de presidir un Gobierno que representa a un pueblo pequeño en términos demográficos, pero grande en visión europea y vocación internacional a lo largo de su historia, una nación europea sin Estado, he estado y estoy intentando que la cordura política e institucional impere y se abran cauces de diálogo político que están cerrados”.
“Debemos derribar el muro porque, de lo contrario, la estabilidad del Estado español está en riesgo y, en consecuencia, también la de la Unión [...]. Mis llamamientos tanto al presidente del Gobierno de España como, en su momento, al Jefe del Estado están teniendo como respuesta el silencio, o no la respuesta que estimo para la convivencia de realidades nacionales diversas y la evitación de la fractura social”, abunda Urkullu. “Considero que la cordura debe imperar y en estos momentos -sigue el lehendakari- el diálogo sin condiciones y con voluntad de acuerdo es absolutamente necesario. Considero también, y me duele decirlo, que el sentido de Estado y el fin último de la estabilidad europea no están brillando, y mucho me temo que ni esté en la agenda política de quienes con responsabilidad política-institucional de Estado debieran contemplarlo”.
Alejado de la vía catalana
La eurodiputada Bilbao -que forma parte del grupo ALDE junto a los representantes del PDECAT pero también junto a los de Ciudadanos y UPyD- ha explicado este miércoles en el pleno que ha reclamado “formalmente” que la “crisis catalana se incluya en la agenda del próximo Consejo Europeo para propiciar una solución dialogada”. Ha añadido que este mensaje está coordinado con las instituciones vascas: “Yo les voy a pedir, en línea con la carta que el presidente de mi país, el lehendakari Urkullu, envió ayer al de la Comisión, Jean Claude Juncker, que incorporen a la agenda el problema que se vive en Cataluña, porque la estabilidad de un Estado miembro está en juego y en consecuencia la de la propia Unión”.
Bilbao entiende que este asunto ha de estar al nivel de la crisis migratoria, la amenaza yihadista o los problemas de transportes y energía a nivel continental. “Somos europeístas, creemos en los valores de los padres fundadores y estamos muy preocupados porque el silencio, el bloqueo o la violencia no son soluciones para abordar un problema que sólo puede afrontarse recurriendo a la política. Hablamos de derechos fundamentales”, ha señalado la europarlamentaria. Europa -ha abundado- “no se construyó intercambiando reproches y esgrimiendo los límites de la ley sino escuchando”.
El PNV y, en particular, el lehendakari se han alejado de la vía catalana unilateral y defienden para Euskadi el ejercicio pactado con el Estado del derecho a decidir, sin ocultar en privado su desazón por el camino emprendido por la antigua Convergència. Sin embargo, demandan también “gestos” y política para desatascar la crisis abierta en Cataluña. “Tengo un sentimiento de perplejidad porque el discurso basado en el cumplimiento de la legalidad y el respeto al ordenamiento jurídico no se ve complementado con el realismo del reconocimiento de la existencia de aspiraciones legítimas que demandan un cauce de expresión”, ha señalado este mismo miércoles en un acto en Galdakao sobre Sanidad el propio Urkullu, que da por agotado el modelo de Estado autonómico.
Viraje del PP con Urkullu
El asunto catalán está marcando el día a día de la política vasca desde la vuelta de vacaciones. Este miércoles, la coalición EH Bildu ha vuelto a reclamar al Gobierno vasco y, en particular, a Urkullu “que se mojen” y que se pongan “a disposición de la Generalitat”. “Hay que pedirle mucho más que un 'tuit'”, ha dicho la portavoz abertzale, Maddalen Iriarte, sobre la reacción crítica del lehendakari tras el discurso del jefe del Estado. Por ello, la izquierda abertzale ha optado por seguir presionando políticamente al PNV y demandará una comparecencia extraordinaria en pleno de Urkullu para abordar la cuestión catalana y su reflejo en el País Vasco.
También en una rueda de prensa en el Parlamento Vasco, el PP ha coincidido con EH Bildu en querer que Urkullu se moje, aunque en su caso en defensa del marco constitucional. Borja Sémper ha lamentado los “mensajes cambiantes” del presidente vasco y de su partido. “Ante esa situación de caos, pie en pared en defensa de la Constitución y de las normas de convivencia”, ha exigido el portavoz 'popular'.
Sémper ha lamentado que Urkullu no haya respaldado el “mensaje claro de concordia” de Felipe VI y ha repetido que “el riesgo de contagio en Euskadi es extraordinariamente grave”. Estas palabras contrastan con las que hace tan sólo 48 horas pronunció también en la Cámara vasca el líder del PP, Alfonso Alonso, quien agradeció la respuesta mesurada del lehendakari ante la crisis catalana aunque no hubiera aparcado su discurso con acento nacionalista. Es más, Alonso interpretó que la actitud de Urkullu podía hacer precisamente de cortafuegos para evitar que la crisis de Cataluña se reprodujera en Euskadi incluso después de que apoyara el referéndum catalán con su voto en el último pleno. Preguntado por el cambio de discurso, Sémper ha apuntado que los acontecimientos son rápidos, cambiantes y vertiginosos y que realmente ven un cambio “extraordinariamente grave y preocupante” en Urkullu, a quien ha recordado que es el “máximo representante del Estado” en la comunidad autónoma.