Urkullu retoma en su programa el autogobierno y la consulta popular
El lehendakari Iñigo Urkullu ha presentado en el Parlamento vasco el programa que su Gobierno tiene previsto aplicar en la presente legislatura y que ya había adelantado el pasado 9 de abril ante los medios de comunicación. Un resumen de ocho folios del programa que ha elaborado su Ejecutivo y que ha explicado en media hora de discurso, dividido en tres capítulos: crisis, paz y autogobierno.
En el apartado relativo a la economía, Urkullu sitúa el empleo como “nuestra prioridad” y en este sentido ha optado por garantizar “el mantenimiento de los puestos de trabajo del sector público”, además ha avanzado un programa de reactivación económica basado en las cuatro ies: “Inversión, Industria, Innovación e Internacionalización”.
Las políticas sociales son otro de los ejes que vertebra este capítulo, aquí el lehendakari ha incidido en que “los servicios sociales deben consolidarse como el cuarto pilar del Estado de Bienestar, junto con la Educación, la Sanidad y el Sistema de Pensiones”.
Estas medidas ha querido enmarcarlas dentro de un compromiso del Gobierno vasco de ser “modélico” y comprometido con la “transparencia, la participación y la rendición de cuentas” como parte de las señas de identidad de la gestión pública.
La paz y la convivencia conforman el segundo capítulo de esta declaración de intenciones del Gobierno de Urkullu, “una paz justa y con memoria” en un nuevo tiempo tras el anuncio del cese definitivo de la actividad armada por parte de ETA. Una vez más el lehendakari se ha dedicado a enumerar una serie de medidas marcadas en tres tiempos “la clarificación en relación al pasado, la normalización social en relación al presente y la convivencia en relación al futuro”.
Así, ha anunciado la elaboración de un informe sobre Derechos Humanos, la creación de un Instituto sobre Memoria y Convivencia, un proyecto para recordar a las víctimas del terrorismo y la necesidad de garantizar las ayudas y el reconocimiento de éstas.
Todos estas inciativas las ha presentado como una simple enumeración pero sin entrar en más detalles ni concretar tiempos. Ocho folios que trazan unas líneas pero no fijan ningún plano concreto.
Nuevo estatus político para Euskadi
El tercer y último compromiso del Gobierno jeltzale se centra en la reivindicación de un “nuevo estatus político para Euskadi”. En este sentido ha aclarado que seguirán “reivindicando las transferencias pendientes del Estatuto de Gernika, pero por encima de todo, queremos proponer un nuevo sistema de autogobierno”. Para ello Urkullu quiere “reforzar las relaciones con Iparralde y Nafarroa” y avanzar en el proyecto de “Eurorregión Aquitania-Euskadi”.
Urkullu ha anunciado la celebración de una consulta sobre este asunto aunque no lo ha hecho con la solemnidad con la que, por ejemplo, Ibaretxe desafió al Gobierno de España hace una década ni con la contundencia con la que Convergencia i Unió propone un camino similar en Cataluña. La propuesta se ha ceñido a la constitución de una ponencia parlamentaria sobre el futuro del autogobierno vasco que tendrá como objetivo “elaborar un texto articulado que será remitido para su aprobación en la Cámara, y cuyo resultado será sometido a refrendo popular”, para el que tampoco ha marcado plazos ni fechas. En paralelo ha anunciado la celebración de unas jornadas internacionales y un “proceso participativo para poner en común propuestas” en relación al autogobierno.
Una vez expuestos los principales puntos que conforman el guion legislativo, el lehendakari ha concluido su intervención tendiendo la mano al resto de partidos con un “ofrecimiento abierto, político e institucional, para acordar y reforzar estas medidas entre todos”.