Zalla exige el cierre definitivo del vertedero que causa contaminación
El Ayuntamiento de Zalla ha exigido al Departamento de Medio Ambiente el cierre del gigantesco vertedero que ha causa problemas de contaminación. En un recurso planteado ante esta área del Gobierno, asegura que la instalación lleva cinco años sin la autorización que exige la Unión Europea, carece de permiso para haber acogido residuos peligrosos de la incineradora de Zabalgarbi, presenta riesgo de incendio por las emanaciones de gases y ha causado vertidos por encima de los valores legales permitidos. Un informe técnico encargado por el ayuntamiento reveló que el 8% del caudal de dicho río eran lixiviados(las aguas contaminadas que se filtran de los vertederos) y se detectó una concentración de sulfuros 20 veces por encima de la legal.
El escrito es una respuesta además a la reciente Autorización Ambiental Integrada (AAI) concedida en marzo por Medio Ambiente, una vez que se difundiera los problemas del vertedero de la empresa Cespa Conten, uno de los principales basureros vascos para residuos industriales. El llamado vertedero de Las Lagunas ocupa una superficie de 30 hectáreas en un monte público y empezó a funcionar en 2005 con una concesión hasta 2023. Es uno de los seis vertederos vascos dedicado a albergar residuos industriales no peligrosos (en Euskadi hay una quincena de basureros, entre los que se incluyen los que reciben desechos de construcción y los inertizados, que reciben desechos que han sido peligrosos).
“Han pasado 5 años en los que dicho vertedero ha estado funcionando al margen de la legalidad y sin que el órgano ambiental haya realizado el cumplimiento de sus deberes de vigilancia”, asegura el Ayuntamiento, que hace casi un año ya pidió la declaración de caducidad de la autorización.
Añade, con la aportación de la documentación que lo demuestra, que el vertedero ha acogido “las escorias del horno incinerador de Zabalgarbi, cuando resulta que dicho vertedero está clasificado como vertedero de Residuos No Peligrosos”, lo que, explica, supone una “clara violación” de la autorización del vertedero.
El escrito municipal incluye la existencia de concentraciones de metano en volúmenes “en los que este gas es explosivo en la atmósfera” y cita el caso de un incendio. Añade el problema de los vertidos con concentraciones de amonio que superan los límites sin que se haya implantado ningún sistema de tratamiento de lixiviados. “Desde 2005 se ha sobrepasado el volumen límite del vertido de lixiviados todos los años salvo en 2006”.
Ante estos hechos, exige el cierre definitivo del vertedero y la puesta en marcha de una decena de medidas como la interrupción inmediata de los vertidos de Zabalgarbi, una campaña de medición de los gases o análisis químicos independientes.