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Alianza escolar para salvar La Palma

El equipo de escolares de la localidad alavesa de Elburgo.

Natalia González de Uriarte

Vitoria- Gasteiz —

Lo que la ciencia ha unido que no lo separe...la competición. Así podría resumirse el lema de la First Lego League, competición científica y robótica para niños y jóvenes de entre 9 y 16 años, organizada cada año en más de cincuenta países. Uno de los valores que fomenta el torneo, competir colaborando, más conocido en la jerga de los participantes como “coopertición”, lo han puesto en práctica dos equipos adversarios que han focalizado objetivos en la Isla de La Palma.

En un lado de la cancha, el equipo del centro educativo de Elburgo, bautizado como los Catastrónicos. En el contrario, preparado para la contineda, el equipo canario Nazaret los LLanos. Contrincantes pero aliados porque comparten misión, proteger a la isla bonita de las consecuencias de las erupciones volcánicas y combatir los indencios forestales. Como el equipo canario juega en casa, y para algunos esa circunstancia entraña ventajas, no han dudado en compartir conocimientos con sus rivales para demostrar su 'fair play'. “Lo primero que hicieron fue tranquilizar a los vascos sobre el futuro de su isla: la hipótesis de desprendimientos de grandes bloques de tierras que manejaban y el consiguiente tsunami les resultó altamente improbable, y confesaron que no quitaba el sueño a los palmeros”, recuerdan los coordinadores de los grupos. Así que tras estas recomendaciones, los escolares de Elburgo reorientaron y mejoraron su proyecto cienfífico.

Y lo que empezó con un intercambio de información y contactos ha acabado en largas conversaciones acerca de la belleza de la isla, “la más verde del archipiélago y como no, la más bonita”, según presumen los integrantes del equipo canario. Los alaveses por su parte han acercado a los isleños a las tierras vascas, al describir con detalle la frondosidad de sus bosques de hayedos y los paisajes nevados que disfrutan en invierno. Ni los dos mil kilómetros que separan a ambas poblaciones ni su condición de adversarios han impedido a los escolares estrechar lazos y fraguar una amistad, en principio, en la distancia, que podrían continuar de coincidir en la prueba final de la First Lego League.

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