Trabajadoras de Bienestar Social inician un encierro indefinido
Los trabajadores de las residencias de mayores y otros centros dependientes del Instituto Foral de Bienestar Social han iniciado un encierro indefinido para denunciar una gestión “autoritaria” de la Gerencia Foral por imponer a los trabajadores un nuevo sistema de rotaciones rechazado por la plantilla. Cerca de 470 auxiliares y otras tantas enfermeras son el personal afectado por estas modificaciones en el sistema de funcionamiento, que según la versión de los funcionarios, les obligan a cumplir sin opción a debatir. “Muchos de estas trabajadoras llevan más de 25 años en sus puestos, superan los cincuenta y tienen una experiencia que avala sus capacidades organizativas y su acierto al establecer pautas de trabajo. Sin embargo su opinión no se tiene en cuenta y reclaman poder decidir sobre su propia organización”, explica Isabel Montero, representante sindical de CCOO.
Tras dos asambleas celebradas esta semana las funcionarias han decidido iniciar su protesta que pretenden prologar durante todas las navidades para presionar a la gerencia y que reconsidere su decisión. “Tenemos asumido que pasaremos aquí Nochebuena y Nochevieja. Hemos organizado turnos para ir dando relevo a los encerrados”, explicaba Mentxu Arriba, representante de la Junta de Personal.
Difícil conciliación laboral y familiar
Otro de los motivos que ha desencadenado el encierro de los trabajadores es la negociación colectiva del calendario laboral que afecta a la totalidad de la plantilla, los 1.028 trabajadores recogidos en la Relacion de Puestos de Trabajo. “La forma de cerrarlo nos hace muy difícil conciliar vida familiar y laboral. Nos obligan a tener cerrado las vacaciones y horas sobrantes a 31 de marzo y nosotros reclamamos un calendario flexible”, detalla la portavoz sindical de CCOO.
Los trabajadores han solicitado una reunión con la gerente Estíbaliz Ruiz de Pinedo para solventar diferencias aunque de momento no han recibido confirmación de que el encuentro se vaya a producir. “Necesitamos explicarle nuestra situación y que conozca de primera mano como funcionamos porque esta mujer no sale del despacho y desconoce nuestro día a día. Es una irresponsabilidad que pretenda imponernos una forma de trabajar que no es la adecuada”, insisten los trabajadores que han firmado un manifiesto con los puntos a estudiar como un sistema de rotaciones libres y calendarios flexibles.