El aniversario más triste de las bibliotecas escolares
Hace 20 años que se puso en marcha el programa ACEX (Actividades Complementarias Extraescolares) y puede que haya llegado su final. Las directrices que el Departamento de Educación, Política Lingüística y Cultura del Gobierno Vasco impulsa y va a ejecutar para el próximo curso 2016-2017 pretenden eliminar el programa en aquellos centros públicos que tienen docentes dedicados a la biblioteca escolar a media jornada, coincidiendo con el 20 aniversario de este programa. Los docentes afectados han pedido ayuda a partidos, sindicatos, asociaciones de directores y de padres de la escuela pública. De momento, el PSE está dispuesto a dar la batalla en el Parlamento vasco a favor de estas bibliotecas. Isabel Celaá, parlamentaria del PSE y responsable de Educación, ha presentado una proposición no de relativa al cierre de los programas ACEX.
“La idea de cerrar estos programas está inspirada meramente en criterios de recortes económicos y no viene avalada por ninguna justificación pedagógica”, asegura Celaá en su propuesta. “Los programas ACEX buscan el fomento de las distintas competencias educativas compartiendo la misma responsabilidad que el resto del profesorado, en un nivel complementario a la labor que aquellos ejercen. Por otra parte, desde la tarea extraescolar, buscan además dotar de sentido el ocio del alumnado otorgando la posibilidad de realizar actividades creativas, lúdicas, escolares, que además, quieren servir de puente de participación y colaboración con toda la comunidad educativa”.
Estos programas llevan ofreciendo desde hace 20 años la posibilidad de acudir a la biblioteca, a leer cuentos, a hacer deberes, a organizar juegos. Asimismo permiten realizar competiciones deportivas, actividades plásticas y creativas, así como realizar actividades relacionadas con las nuevas tecnologías y el conocimiento del entorno próximo. “Estas actividades gratuitas realizan una importante labor compensatoria de desigualdades sociales puesto que ningún niño queda excluido de ellas por razones económicas”, apunta la parlamentaria del PSE.
Según Celaá, el cierre de más de 90 bibliotecas escolares supondrá el abandono de decenas de miles de libros adquiridos y catalogados e infinidad de jornadas invertidas en su gestión. “Es un derroche del gasto público en fondos bibliográficos y audiovisuales que pasará a estado de almacén definitivo. Genera el detrimento de la calidad de enseñanza. Se les priva a las familias, cada vez más empobrecidas, del servicio de préstamo de libros. Y conlleva la merma en los puestos de trabajo con especial perjuicio para el colectivo de interinos”.
Frente a estas críticas, el Departamento de Educación recuerda que los programas ACEX nacieron hace 20 años para dar una “salida laboral” a los docentes que no habían podido sacar el perfil lingüístico 2 (que capacita para dar clases de euskera o en euskera). “Y con el paso de los años, esa necesidad laboral ha remitido porque la inmensa mayoría de la plantilla ya cuenta con el perfil de euskera. Todos conocían que el programa ACEX tenía fecha de caducidad y mientras algunos colegios lo han aceptado, otros se han resistido”.
Así, mientras los colegios en Álava han aceptado la orden y gestionan sus bibliotecas escolares con sus propios docentes, liberándoles de algunas horas para esta gestión, otros “han querido seguir con los privilegios”, insisten desde el departamento. En estos momentos, alrededor de 330 colegios públicos (es decir, dos de las terceras partes del total) gestionan sus bibliotecas “con naturalidad, sin ayuda adicional”, recalca el Gobierno.
Algunas asociaciones de padres y madres de la escuela pública han mostrado su apoyo al mantenimiento de los programas ACEX a título individual. Ahora falta un pronunciamiento más categórico por parte de la EHIGE, la Confederación de Asociaciones de Padres y Madres de la Escuela Pública. Lourdes Imaz, su portavoz, aseguró a eldiarionorte.es que están evaluando la situación y en breve expresarán su opinión.
