La asignatura de Religión 'resucita' en las aulas
La asignatura de Religión Católica ha experimentado este curso en las etapas de Secundaria y Bachillerato un ligero repunte en el número de alumnos. Un dato sorprendente cuando la demanda de esta asignatura se había ido reduciendo en los últimos años y en la escuela pública incluso parecía que estaba en caída libre. Sin embargo, ha conseguido repuntar y su crecimiento en alumnos con respecto al curso pasado ha sido a costa de la materia denominada alternativa, que es la que se colocaba para los estudiantes que no querían religión.
Según los datos del Departamento de Educación, el 28,51% de los alumnos eligieron religión el pasado curso en Secundaria (sumando los datos de las redes pública y concertada), lo que significa un total de 20.936 alumnos frente a los 51.346 que optaron por la alternativa. Mientras, en el actual curso 2013-2014, los alumnos de Religión Católica suman 23.063 (un 30,84% del total) por los 50.477 de la alternativa (67,51%). En el caso del Bachillerato también se registra un leve aumento: 7.567 alumnos el pasado curso en religión (26,33% del total), frente a los 9.204 en el actual (31,29% del total). Las mayores subidas de alumnos se dan en la red concertada (donde los colegios religiosos son mayoría), mientras que en la red pública también se producen incrementos, aunque muy ligeros.
Según Xabier Mendizabal, representante de la Asociación de Directores de Secundaria de la Escuela Pública (BIHE), se trata de “un rebrote anecdótico y circunstancial” al que “no hay que darle mayor importamcia y, mucho menos, considerar que se trata de una tendencia”. “En la enseñanza pública, la inmensa mayoría de los alumnos no quiere hacer religión, prefiere la alternativa. Y no hay nada que indique que eso ha cambiado porque estamos en permanente contacto con las asociaciones de padres”.
Preocupación por la LOMCE
El “verdadero” motivo de “preocupación”, según Mendizabal, radica en la futura implantación de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), que meterá a la religión católica dentro del currículum escolar y contará para lña nota media. “El sistema educativo es aconfesional como corresponde a un estado laico. Por eso la religión debe estar fuera del horario lectivo. Con la implantación de la LOMCE nos la jugamos como sistema educativo vasco. Nos debemos preparar para afrontar ese escenario en las mejores condiciones posibles”.
Mientras, Javier Nogales, uno de los responsables del Departamento de Educación la anterior legislatura, durante el mandato del lehendakari Patxi López, considera “sorprendente” el repunte, sobre todo, teniendo en cuenta que “va en contra del proceso de secularización que se está produciendo en la sociedad”. Nogales incide en el hecho de que este rebrote significa “más profesorado de religión, más gasto para el sistema”. “Se suprimen interinos de matemáticas, filosofía....y se contrata más profesorado de Religión. No tiene sentido”.
Nogales apunta que una de las razones del incremento, especialmente por lo que se refiere al Bachillerato, se puede encontrar en que el Departamento de Educación ha incluido como obligatoria este curso la alternativa a la Religión, cumpliendo así una sentencia del Tribunal Supremo. Con esta medida, todos los alumnos de esta etapa educativa tienen que permanecer en el instituto una hora más a la semana, elijan la materia que elijan. Este movimiento ha sido tildado de “imposición” por los padres y directores de la escuela pública vasca.
El Consejo Escolar de Euskadi también ha tomado partido en la polémica por la asignatura de Religión. El máximo órgano consultivo de la enseñanza en el País Vasco, en el que están representados padres, alumnos, profesores, sindicatos y centros, ha pedido al Departamento de Educación que autorice a escuelas e institutos públicos a sacar la materia confesional del horario lectivo.