La asignatura alternativa a Religión vuelve al horario de bachillerato
El departamento de Educación ha de incluir la asignatura alternativa a Religión en la planificación de Bachillerato del próximo curso. Tras tomar esta medida, a partir de septiembre todos los alumnos de esta etapa educativa tendrán que permanecer en el instituto una hora más a la semana, elijan la materia que elijan. Sólo el 2,7% de los estudiantes decide cursar religión por propia voluntad, por lo que todos los demás se verán obligados a estar en el centro sin poder dedicar este tiempo a otras asignaturas. Este movimiento ha sido calificado como “imposición” por los padres y directores de la escuela pública vasca, que ya se preparan para dar la batalla por una educación laica para sus hijos y alumnos.
El origen del conflicto data de un recurso de los obispados de los tres territorios y la patronal de escuela concertada, Kristau Eskola, contra un decreto vasco de 2009 que eliminaba la asignatura alternativa a Religión. El Tribunal Superior del País Vasco dio la razón a Educación en 2010, pero el Supremo dictó sentencia en su contra en agosto del año pasado. El anterior equipo de gobierno dijo haberla aplicado sin modificar la planificación y, aunque envió circulares a los centros educativos, en las aulas todo siguió igual. Ahora, sin embargo, la planificación del curso que viene ha sido modificada para incluirla por lo que la alternativa estará dentro del horario de todos los insitutos. Por lo tanto, no habrá alumno que se libre de la misma.
Josu Etxaburu, presidente de la asociación de directores de Insitutos vascos(BIHE), opina que esta medida es un ataque contra la laicidad de la escuela pública. “Cuando ésta debería ser uno de sus pilares”, ha apuntado durante la rueda de prensa celebrada hoy. “Nos obliga a impartir una asignatura diseñada desde fuera de la escuela y que la mayoría de nuestros alumnos no quiere”, ha añadido.
Una crítica en la que ha contado con el apoyo Lourdes Imaz, coordinadora de EHIGE, asociación de madres y padres de alumnos de la escuela pública vasca. “Tener la Religión dentro del horario lectivo obliga a nuestros hijos a cursar una asignatura alternativa que en muchos casos supone perder el tiempo”, ha declarado. Otras razones que aducen son que “se separa a los alumnos en función de sus creencias” y que existen “otros ámbitos más apropiados” para la formación religiosa.
Actualmente el número de alumnos que opta por cursar Religión es minoritario en todas las etapas educativas. En primaria el porcentaje asciende hasta el 30% de los estudiantes, en secundaria cae al 20% y en Bachillerato se reduce al citado 2,7%. Una demanda que, en opinión de los padres y directores de la escuela pública, no justifica el gasto que supondrá la nueva materia. “Los gastos en personal para la alternativa pueden suponer dos millones de euros para una asignatura que no quieren ni los padres, ni los alumnos ni los profesores”, ha criticado Imaz. En su opinión, estos recursos deberían emplearse en otros “temas esenciales”, como las sustituciones de profesores, obras en centros educativos, programas de apoyo, libros de texto y etc.
Antes de finalizar la rueda de prensa, padres y directores hicieron público su compromiso para convertir la materia alternativa a religión en un espacio para la excelencia, el desarrollo de competencias y generar así “una oferta atractiva para todo el mundo”. “De esta manera, conseguiremos que los centros públicos seamos cada vez más laicos”, anunció Imaz. Además, no descartan emprender otras acciones de protesta cuando arranque el nuevo curso en septiembre. Uno de los padres que ha acudido a la rueda de prensa ha dado un ejemplo gráfico del tipo de iniciativas que se podrían tomar: “Teniendo en cuenta que Bachillerato no es una etapa de educación obligatoria, ¿qué pasa si mi hijo sistemáticamente se pone enfermo todas las semanas cuando toca religión o su alternativa?”, se ha preguntado.