“Estoy muy confiado porque en esta campaña se elige a la persona y no a las siglas”
El candidato del PP a la Alcaldía de Vitoria-Gasteiz, Javier Maroto, confiesa sentirse muy confiado porque en las elecciones municipales el electorado se fija en el candidato y no tanto en la siglas, en este caso el PP. Pese al caso del alquiler de los locales de San Antonio, en el que se ha personado la Fiscalía del Tribunal de Cuentas- o los millones que ha de pagar el Ayuntamiento por varias expropiaciones mal tasadas o los recortes sociales implantados, destaca la gestión de su equipo y cree que sus votantes -“me lo hacen saber por la calle”- también la respaldarán en las urnas el próximo 24M.
Pero esa seguridad en los suyos no le ha frenado al pedir el voto en esta entrevista a simpatizantes de filas ajenas. “El candidato del PSE que se ve fuera de todas las opciones y el PNV se ve de segundón. Y tienen la tentación de votar al que no ha ganado que es EH Bildu, que va de dos en las encuestas. Eso es un pacto de perdedores. Si ponen a EH Bildu en Vitoria, cómo se van a quedar los votantes del PNV y PSE. Si la opción es Maroto-Bildu que voten directamente a uno u a otro. Yo les pido que me voten a mí”.
Pretende reeditar la victoria de hace cuatro años pero las encuestas coinciden al restarle tres concejales de los nueve que ha tenido esta legislatura. ¿Qué lectura hace de esa retirada de confianza de los votantes? ¿Le han castigado en las encuestas y luego lo harán en las urnas por su gestión al frente del Ayuntamiento?
Al PP las encuestas siempre nos dan menos concejales de los que luego tenemos. Pero es la primera vez en la democracia que dan ganar al Partido Popular en las encuestas. Hay un dato sintomático y es la diferencia que se está marcando de las personas respecto de las siglas. Mi sigla siempre saca un suspenso gordísimo en la nota que le ponen de media todo el conjunto de los vascos. Yo tengo tres o cuatro puntos más en la media respecto al valor que le dan a mi sigla. Yo estoy muy confiado porque en esta campaña se elige a la persona y no a las siglas. A mí, cuando me paran por la calle me dicen tres cosas: voy a votar a Maroto porque ha cumplido, porque ha tenido la valentía de hablar de un tema que era difícil de plantear -RGI y fraude- y también porque ha situado a Vitoria por encima de las siglas. Mi sigla es el PP pero mi bandera es Vitoria. Sí me preocupa que la segunda fuerza después de mí no es el PSE o el PNV. Es EH Bildu. Yo no quiero para Vitoria el modelo de Donostia, no quiero para Vitoria una ciudad con una alcaldesa radical porque en Vitoria somos una mayoría de moderados.
Dice que en las municipales se elige a la persona y no a las siglas, pero ¿no ha ocultado las siglas del PP en su campaña electoral para intentar que esos escándalos de corrupción que rodean a su partido y que apuntan también hacia Euskadi -por esas supuesta financiación de la sede de Bilbao con una contabilidad B- no le perjudiquen en las urnas?
Los datos de notoriedad me dan que el 98% de la gente me conoce. Ese mismo 98% sabe cuál es mi sigla. Yo no tengo que esconder nada, voy de cara, siempre voy de cara. Cuando yo defiendo un proyecto, lo defiendo con todas las consecuencias. Yo soy Javier Maroto. Conmigo no va ninguno de esos que dan asco de Madrid. Cuando digo de Madrid digo también de Sevilla o de Barcelona. Tanto asco me da Bárcenas, Granados o Rato como Urdangarin, Pujol y los de aquí, de Miguel, el caso Hiriko. Pero a la vez que pasaba eso, Vitoria ha conseguido ser la ciudad más transparente de España y lo dicen los indicadores independientes. Uno de ellos situaba a Donostia en primer lugar y a Vitoria en segundo. Ahora hemos adelantado a Donostia.
Enlazando con San Sebastián, según el sondeo de Ikerfel, el 63% de los vitorianos no le desea a usted como alcalde, al igual no desean que siga el regidor de EH Bidu en Donostia. ¿Cómo digiere ese resultado?
Pues fíjate, es el dato más bajo que ha tenido nunca un alcalde del Partido Popular. Lo leo de otra manera, saco el 36% de los votos, me salgo de la tabla.
¿Le satisface entonces esa opinión mayoritaria que le rechaza? (el 6% se abstiene, el apoyo queda en un 31%?
Sí, sí, me salgo de la tabla. Ha habido alcaldes de otras siglas y yo voy a poner el ejemplo de uno que era amigo mío, Iñaki Azkuna, que se llevaba a la gente de calle porque la gente entendía que él era el alcalde y punto. Si se hubiera presentado por el PP o por el PSE hubiese pasado lo mismo. Yo trato de defender Vitoria con esa mentalidad de ser alcalde. Mi sigla la respeto, porque está ahí, pero por encima de la sigla, la ciudad.
En sus cuñas radiofónicas de campaña pide a la ciudadanía que confíe en usted. Incluso entre sus compromisos destaca el cumplir su palabra pero a nadie le ha pasado desapercibido que ha sido el primer alcalde de la historia de Vitoria reprobado por el Pleno del Ayuntamiento por mentir. Le acusan de hacerlo precisamente en la Comisión de Investigación de los locales de San Antonio, un contrato que ha hecho perder mucho dinero a la ciudad. ¿Lo tiene difícil para generar esa confianza que reclama después de estas acusaciones?
No. La historia no se escribe como la quiere contar el señor Lazcoz.
No ha sido solo el señor Lazcoz quien ha pedido y respaldado su reprobación. Todos los partidos de la oposición en bloque han censurado su comportamiento en esa comisión de investigación.
Permite que te de mi versión. Soy el único alcalde al que le ha pasado esto porque soy el único alcalde que gobierna en minoría. Hay intentos de reprobación todos los días en muchos ayuntamientos pero las mayorías los tumban. Si los concejales de la oposición se juntan para sacar adelante una moción, siempre sale. Puede ser para reprobar al alcalde o para decir que el alcalde va desnudo por la calle, pueden decir lo que quieran. Otra cosa es cuál es la verdad. Yo no he mentido. Lo que pasa es que esa moción ha salido adelante porque tienen mayoría.
Entonces ¿los que mienten son todos ellos?
No, tampoco. Ellos hacen su trabajo. Ellos están en la oposición. La figura de reprobación al alcalde no existe en el reglamento. Existe la moción de censura pero no la quisieron plantear. Si hubiesen sido coherentes, me habrían planteado una moción de censura. Si yo sé que un alcalde me está mintiendo, no hago una moción, lo echó directamente a la calle. Pero no han querido hacer eso. Solo querían el titular fácil.
¿Es usted partidario de que gobierne la lista más votada?
Por supuesto.
¿Pese a que esa situación pueda generar inestabilidad por ser un gobierno en minoría?
Si hay un alcalde que no sabe manejar la minoría, sí tiene un problema. Mi caso es el contrario. A mí me han acusado precisamente de pactar con todos. La estación de autobuses la hice con EH Bildu, los presupuestos con el PNV, las tasas con el PSE. Yo no tengo problema de debilidad. Ninguno. ¡Si se han peleado todos por pactar conmigo!
Esa es su percepción.
No, esa es la realidad.
En cualquier caso, después del 24M ¿en quién buscaría apoyos? Los ha perdido, todos le dan la espalda. De hecho se habla de pactos para impedir que vuelva a ser alcalde.
El 24M tiene un problema. El candidato del PSE se ve fuera de todas las opciones y el PNV se ve de segundón. Y tienen la tentación de votar al que no ha ganado que es EH Bildu, que va de segundo en las encuestas. Eso es un pacto de perdedores, eso sí genera inestabilidad. Si ponen a EH Bildu en Vitoria, ¿cómo se van a quedar los votantes del PNV y PSE? ¿Qué cara se les va a quedar a esos votantes si ven que su papeleta es como haber votado a EH Bildu? Si la opción es Maroto-Bildu que voten directamente a uno u a otro. Yo les pido que me voten a mí. Yo represento la moderación frente a la radicalidad de la señora Larrion.
Parece que van a entrar nuevas formaciones al Ayuntamiento de Vitoria. Para algunos esta fragmentación es negativa, para otros no. ¿Cómo se posiciona usted?
Lo veo con respeto absoluto. Es la decisión de la gente, es la democracia. Es el reflejo de que Vitoria es plural.
El problema más importante a resolver en Vitoria, ¿cuál es?
El crecimiento económico y el empleo.
No ha tenido mucho éxito con sus planes previstos para Jundiz y Betoño que prometían 2.000 y 1.000 empleos respectivamente en Vitoria. ¿Qué propone ahora?
No estoy de acuerdo. Sí hemos cumplido. En Jundiz hemos implementado la ocupación con operaciones como la de Mercadona. No es un supermercado, es toda la superficie logística del norte de España en Vitoria. Esto es muy importante. Y en el caso de Betoño, gracias a la abstención del PSE y del PNV, hemos aprobado la ordenanza de Betoño para la regeneración de ese polígono.
¿Cuándo lo aprobaron?
Hace dos o tres meses.
Luego aún no ha creado esos empleos prometidos a principio de legislatura.
No, pero hemos hecho algo más importante. Vitoria no es la ciudad más grande de Euskadi pero sí es la capital en generación de puestos de trabajo, 5.200 en planes de empleo y obras municipales. No quiero rivalizar, pero más que Bilbao.
Algunos de esos empleos de los que habla creados en la obra pública han sido objeto de denuncia por parte de sindicatos, trabajadores y oposición por la precariedad de los salarios y la falta de seguridad de los trabajadores. No es ese el empleo el tipo de empleo que demanda la sociedad. Dicen que el Ayuntamiento mira hacia otro lado y permite abusos de las subcontratas de la obra pública.
Lo que tienen que hacer en vez de dar una rueda de prensa, por ejemplo el PNV, es ir a Inspección de Trabajo y poner una denuncia.
¿Usted o su equipo lo ha hecho, alcalde? ¿No está también en su mano contribuir a controlar a los trabajadores de las subcontratas de la institución que dirige?
Pero yo no estoy en la Inspección de Trabajo. Sí hablé con Aburto. Pero hay gente que pretende arreglar el mundo en una rueda de prensa. Si una empresa no cumple la legislación laboral, ¿quién tiene que coger las riendas?
Pero usted, como alcalde, algo tendrá que decir ¿no puede exigir que se cumplan unas condiciones mínimas de seguridad en las obras del nuevo Ayuntamiento, de los centros cívicos que son edificios municipales?
Sí, exacto. Podría hacer una rueda de prensa y pedirlo, pero nosotros todavía no gobernamos en el Gobierno vasco. Debe hacerlo quien tiene la competencia.
La plataforma antidesahucios de Vitoria dice que el Ayuntamiento no cumple con las medidas que aprobó el Pleno del Consistorio. ¿Qué le piden que sea tan difícil de cumplir para ayudarles?
Vitoria es la ciudad donde el Gobierno vasco tiene un parque de viviendas sociales vacías que es antisocial. Propongo una medida muy concreta y no lo había contado hasta ahora, un acuerdo con el Gobierno vasco para que esas viviendas se abran a personas desahuciadas de forma transitoria o con medidas que después desemboquen en un alquiler social. No puedo entender cómo el Gobierno vasco permite que haya desahuciados en mi ciudad teniendo ese parque de viviendas.
¿Cuesta creer que el Ayuntamiento no disponga también de viviendas vacías para cederlas?
No las tenemos. Es un hecho objetivo. Para ser riguroso, sí tenemos un parque que usamos para las mujeres víctimas de violencia de género y casos de infancia, pero no están vacías.
Con respecto al 'fracking' y Garoña, su actitud a priori es contraria, pero es tachada de mero postureo.
Recurro a otro ejemplo para contestar. Cuando ganó las elecciones el Partido Popular, en Madrid se planteó la posibilidad de modificar la Ley del Aborto y la de modificar la Ley sobre el matrimonio homosexual que había aprobado Zapatero. Vale mucho más que yo, dentro del PP diga “cuidado con esto”, que una manifestación masiva llena de banderas en la Plaza de Colón. Yo le pregunté al presidente, “¿vas a tocar esto, sí o no?”. Me aseguró que el matrimonio de personas del mismo sexo se quedaba. Con lo otro no pasó lo mismo. Esa es la realidad. Muchos pueden decir, “¡vaya postureo!”, pero no lo es. Al ministro le dije delante de una consejera del PNV, “señor Soria, no estamos de acuerdo con que siga Garoña”. Eso no es postureo.
Usted con su recogida firmas ha pedido ayudas más justas y control del fraude. ¿Quién va a querer lo contrario?
Muchos políticos. Hay una persona que no está en la política activa y que ha liderado a todos los políticos de la oposición en Vitoria. Lleva una boina y se llama Fede García (representante de SOS Racismo Vitoria). Ha conseguido que todos reproduzcan que Maroto es racista, cuando yo digo y reitero que el color de la piel no hace a nadie ni mejor ni peor.
Más bien han dicho que sus declaraciones son racistas.
Se han dicho atrocidades. Se han retorcido mis palabras. Yo tampoco dije que en la manifestación de Gora Gasteiz fueran todos 'batasunos'. Yo dije que había personas de buena fe en la manifestación de Gora Gasteiz y muchos autobuses llenos de 'batasunos' traídos desde Gipuzkoa por EH Bildu. Esa es la literalidad. Ni dije todos los moros roban, dije que el 65% de los magrebíes cobran 1.200 euros al mes sin haber trabajado nunca. Cada uno puede retorcer los titulares como quiera pero yo tengo la conciencia tranquila. Y los demás partidos no han respaldado la plataforma “Ayudas más justas”.
¿No cree que le ha faltado ese respaldo por parte de los partidos, no porque no quieran ayudas más justas ni combatir el fraude, sino porque no están de acuerdo con el endurecimiento de los requisitos de la RGI que usted plantea o con el camino que ha elegido para conseguirlo? Todos desean ayudas justas, se discrepa con el concepto que cada uno tiene sobre la Justicia y sobre quién merece las ayudas, ¿no?
¿Tú sabes que parte de las ideas de la Plataforma Ayudas más Justas me las dio la Iglesia católica, me las dio Cáritas?
Pues parte de la Iglesia Católica a través de un comunicado no se mostró muy de acuerdo con su postura en este asunto.
Sí, algunos de los curas 'progres' de la Iglesia, algunos. 68 frente a 180, si nos ponemos a sacar cifras. En cualquier caso, es una mentira como una casa decir que mi plataforma propone recortar derechos, como es una mentira como una casa decir que yo voy contra los inmigrantes. Yo voy contra los que vienen a vivir del cuento, que no son todos, afortunadamente.
Pero sí pretende endurecer las ayudas para algunos, ¿no?
No es endurecer, se trata de ampliar derechos para esa abuela que tiene una huerta además de su casa pero solo cobra 300 euros y le dicen “para ti no hay”.
¿Para cuándo una recogida de firmas similar pero contra el fraude fiscal en Álava? Este año alcanza los 147 millones de euros.
No hace falta. En esto afortunadamente hay unanimidad. Todas las administraciones estamos comprometidas contra la lucha en el fraude fiscal. Me da más asco el fraude fiscal o la corrupción en la política, incluida la del PP, que el fraude en las ayudas sociales. Pero nuestra lucha contra el fraude creo que es de 150 millones de euros en estos tiempos en Vitoria. Nadie se opone a la lucha contra el fraude fiscal, por eso no hay que recoger firmas, hay que salir en busca de los defraudadores.
Pues a juzgar por las cifras, esa labor de recaudación, esa caza de defraudadores de la que habla, no les ha salido muy bien. Usted, al ver la cifra de fraude en las ayudas sociales del Gobierno vasco, afirma que el Ejecutivo no lo combate. Si hacemos un paralelismo con la Diputación foral, gobernada por Javier de Andrés, su compañero del PP, podríamos afirmar lo mismo, que no se combate el fraude fiscal porque se han detectado 147 millones de fraude ¿no le parece?
Es completamente distinto. En el caso de las ayudas, se niega el fraude y no se toman medidas.
No se niega, pero se matiza que es residual.
Los que dicen que el fraude es del 0,3% se ríen de la gente a la cara. Es imposible que un día difunda que el fraude es un 0,3% y al día siguiente se descubren todas las tramas de paquistaníes o todo lo que los empleados de Lanbide están contando.
Dicho así “todas las tramas de paquistaníes” suena un tanto exagerado, sólo ha habido una ¿no?
Pues esa no estaba incluida en el 0,3% del fraude, así que la cifra habrá subido algunos decimales. Los que saben lo que pasa son los trabajadores de las ventanillas de Lanbide y yo hablo con ellos y si contase lo que sé... Entre otras cosas, que los mandos del PNV no quisieron que se publicase lo de la trama de paquistaníes que han salido durante la campaña electoral.