El conflicto en la Ertzaintza se enquista y llega al Parlamento
El conflicto que arrastra la Ertzaintza desde hace más de un año ha terminado por enquistarse. Lejos de bajar la intensidad del enfrentamiento, todos los sindicatos mantienen la presión movilizadora contra el Departamento de Seguridad que dirige Estefanía Beltrán de Heredia y su negativa a retirar el el Plan Ertzaintza horizonte 2016, motivo del enfrentamiento, junto a los recortes y la falta de convenio en la policía vasca.
Ahora, va a llegar al interior del Parlamento, en concreto a la comisión de Seguridad, ya que tanto los socialistas como los populares han solicitado la comparecencia de las centrales sindicales para que expliquen un conflicto que ha llegado a enervar al lehendakari. Urkullu se ha encarado en dos ocasiones con los representantes sindicales y les ha acusado de deslealtad institucional.
Hasta ahora, y tras las elecciones celebradas a finales del año pasado, el conflicto se había quedado en las calles con numerosas concentraciones, escraches al lehendakari y una multitudinaria manifestación celebrada el pasado 10 de marzo. De hecho, tras los comicios todos los sindicatos -el mayoritario ErNE, ELA, Esan, Euspel y Sipe- sellaron una unidad de acción inédita hasta la fecha. Uno de los máximos responsables de Euspel ya advirtió ese día que la instantánea de aquella mañana frente a Sabin Etxea no era flor de un día. “Esto no termina aquí”, subrayó entonces frente a la sede peneuvista en una marcha convocada por todas las centrales por las calles de la capital vizcaína.
Desde entonces, el conflicto, lejos de atenuarse, ha seguido creciendo en intensidad. Dentro y fuera de las comisarías. Los responsables del Departamento que lidera Beltrán de Heredia, junto a su viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga, y el jefe de la policía, Gervasio Gabirondo, han intentado sentar a la mesa de negociación a las centrales, que por su parte han llegado incluso a convocar ellos mismos a una reunión al Departamento. Ambas partes hablan de negociación, pero se han negado a retomar las reuniones.
El Departamento acusa abiertamente a los sindicatos de no querer negociar y las centrales, por su parte, responsabilizan de la situación a los máximos dirigentes de la Ertzaintza. “En relación al convenio, nos dicen que la evolución económica no permite aun la introducción de mejoras en las condiciones de trabajo que supongan un gasto, es decir, que no van a poner ninguna mejora que suponga tocar el presupuesto”, esplican las centrales. Seguridad admite que el margen de maniobra presupuestario es muy limitado.
Aspectos innegociables
Además, los sindicatos han denunciado en relación a los días de antigüedad -algo que ha sido reconocido por los tribunales de justicia, que el Departamento se “remite a la ejecución de las sentencias judiciales no dando la posibilidad de devolución de los mismos”.
“Nosotros hemos pedido a los sindicatosque vuelvan a las mesas de negociación y que planteen allí sus demandas laborales. Estamos abiertos a la negociación, como hemos estado abiertos siempre”, han reiterado en las últimas semanas fuentes cercanas a la consejera. Aunque las mismas fuentes también han dejado claro que hay aspectos innegociables en esas mesas de negociación. “No es posible es que temas organizativos como el Plan Horizonte 2016, que además ya lo hablamos con ellos, o quién es el director de la Ertzaintza estén entre sus exigencias. Esos aspectos organizativos competen directamente al equipo del Departamento”, han señalado las mismas fuentes.
Seguridad ha responsabilizado del bloque actual a la negativa de los sindicatos a negociar. Y ha explicado sus razones en las reuniones diarias con los agentes antes de salir a patrullar, donde ha ordenado que se lea una “valoración de sus planteamientos”. Los sindicatos han cuestionado esa decisión y les acusan de dar una información sesgada. “Están mintiendo”, añaden, “y a nosotros se nos ha impedido acudir a estos 'breafines' para informar a los ertzainas de la situación y motivos de la confrontación”.
Las centrales volverán a concentrarse este viernes ante el Parlamento y abren así otra oleada de protestas -que se repetirán los días 17, 24 y 30 de abril- y que finalizará el próximo 22 de abril con una marcha entre Bilbao y Erandio.