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El conflicto de las residencias vislumbra su final

Las trabajadoras de las residencias de Bizkaia, frente al Ayuntamiento de Bilbao.

Eduardo Azumendi

El conflicto laboral más largo de Euskadi enfila la recta final. Las trabajadoras de las residencias de Bizkaia llevan más de 350 días de huelga y ahora empiezan a vislumbrar el final gracias al preacuerdo alcanzado por ELA con las tres patronales del sector. La central nacionalista (mayoritaria en el sector con un 60% de cuota de representación) llevará este viernes a la mesa negociadora del Convenio de Residencias de Bizkaia en el Consejo de Relaciones Laborales los términos del preacuerdo alcanzado con las patronales Gesca, Lares y Elbe. Una vez que las partes estampen su rúbrica, ELA acudirá a la sede del Gobierno vasco para suspender la huelga, de manera que el servicio recuperaría la normalidad a partir del sábado.

Tras un primer acuerdo alcanzado el pasado 26 de septiembre con la primera de las patronales, Gesca, y después de varias semanas sin contactos con las otras dos patronales y 20 meses sin sentarse a negociar, las conversaciones se “intensificaron” con Lares y Elbe a partir del pasado jueves 19 de octubre. Y desde entonces se han precipitado las conversaciones hasta la solución final.

Según ha adelantado el representante de ELA Gaizka Miguel el preacuerdo permitirá que el sector “vea ampliamente mejorada la calidad asistencial que se presta” y las 5.000 trabajadores que operan en el sector en Bizkaia verán reducida su jornada actual hasta las 35 horas, “como en el sector público”.

Mejoras

Las trabajadoras se han movilizado por un convenio digno. Los incrementos salariales pactados entre la central, que ostenta mayoría absoluta en la mesa negociadora del sector, y las tres patronales oscilarán entre los 140 y los 160 euros, “con distintos pluses”. Otras mejoras acordadas se refieren a los tiempos de descanso, la formación de las plantillas o las coberturas por incapacidad temporal.

Según Miguel, el “punto de inflexión” para el cambio de actitud de Lares y Elbe se produjo tras el acuerdo con Gesca y la paralización desde Diputación del pliego de condiciones para el nuevo convenio de concertación de camas y el establecimiento del 1 de noviembre como fecha límite para que ambas se sumaran al acuerdo.

El acuerdo pone fin a más de 350 jornadas de paro y cerca de dos años de movilizaciones.

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