El Baskonia tramitó dos pasaportes ilegales de Guinea-Bisáu a través de un falso diplomático
El Laboral Kutxa Baskonia consiguió en la temporada 2014/2015 dos pasaportes falsos de la república africana de Guinea-Bisáu para inscribir de manera irregular en la liga ACB de baloncesto a dos jugadores de Estados Unidos, el base Mike James y el pívot Colton Iverson. Como en el caso de KC Rivers en el Real Madrid, el club adquirió la documentación ilegal al falso cónsul Aldo Darío Herchhoren, que fue detenido en 2015, acusado de haber aceptado dinero a cambio de trámites burocráticos en nombre del país al que nunca representó de manera oficial.
Hay investigaciones abiertas tanto en España como en Guinea-Bisáu, según confirman fuentes diplomáticas. El club replica que está “todo en orden”.
La liga ACB limita a dos el número de extranjeros extracomunitarios que pueden jugar en los clubes inscritos en la competición. Sin embargo, sí concede más plazas a los jugadores de la Unión Europea o países asimilados y ése ha sido el asidero de muchos equipos para burlar las restricciones e incorporar a más trabajadores de Estados Unidos, la cuna de este deporte.
Cotonou es una ciudad de Benín en la que Europa y 78 estados africanos, del Pacífico y del Caribe suscribieron en 2000 un acuerdo de colaboración para impulsar la no discriminación de ciudadanos de las antiguas colonias en el viejo continente. Hace unos años, el baloncesto español, primero en categorías inferiores y luego en la máxima liga nacional, aceptó que los pasaportes de la zona Cotonou fueran iguales en derechos a los comunitarios, lo que motivó un cúmulo de movimientos sospechosos que ahora poco a poco se van conociendo.
El oscuro 26 de septiembre de 2014
En el caso del Baskonia, en la tarde del 26 de septiembre de 2014, a horas del arranque de la Supercopa, el equipo cambió de nacionalidad ante la liga a tres jugadores estadounidenses. Doron Perkins pasó a ser natural de Costa de Marfil, Ryan Gomes de Cabo Verde y Colton Iverson ocupó una plaza como nacional de Guinea-Bisáu.
Además durante el curso, el equipo presidido por Josean Querejeta fichó a Mike James y, de nuevo, a los pocos días pasó a tener documentación de Guinea-Bisáu. En todos los casos, excepto el de Gomes, ninguno de los jugadores acreditan vínculos familiares o de otro tipo con su ‘nuevo’ país más allá del interés por no ocupar una plaza de extracomunitario. El Real Madrid hizo lo propio con KC Rivers y otros clubes inscribieron en conjunto una docena de nuevos ‘cotonou’.
A finales de esa temporada, en junio de 2015, la Guardia Civil arrestó a Herchoren, abogado argentino de 77 años que se hacía pasar por cónsul honorario de Guinea-Bisáu en España. Las acusaciones eran claras: falsedad documental y cobro de sobornos por trámites burocráticos. Según El País, él mismo selló el 26 de septiembre la nueva nacionalidad de KC Rivers.
En el caso de James y Iverson, las fuentes consultadas explican que poseían un modelo de pasaporte no biométrico como los que se expedían hace unos años en el pequeño país africano. Se trata, por lo tanto, de una cartulina auténtica pero en ella no aparecían ninguna de las firmas preceptivas de las autoridades del país ni constaban sellos de entrada o de salida que acreditasen los vínculos exigidos para la concesión de la nacionalidad en Guinea-Bisáu. El diario digital Kirol Exprés aclara que fue el club el que tramitó esta documentación.
Renovación denegada
Iverson abandonó el Baskonia a finales de la temporada 2014/2015, pero James renovó por una temporada más. Detenido el falso cónsul, un alto directivo de Querejeta visitó una de las tres sedes diplomáticas acreditadas de Guinea-Bisáu en España. El representante del club pidió en nombre de James la renovación del pasaporte, aunque la legación echó atrás la solicitud por la falsedad del documento presentado. La visita consta en libro de registro de esa oficina.
Ante las sospechas que levantó el primer pasaporte de James, el Baskonia alegó que el base había alcanzado un acuerdo con la federación de baloncesto del país en caso de que disputase los Juegos Olímpicos. Fue una pasada de frenada porque, según confirma la Embajada de Madrid, Guinea-Bisáu no tiene tal federación. Es la potencia número 133 en el deporte de la canasta, según la FIBA.
Tras las fallidas gestiones, el 10 de octubre de 2015 se confirmó que James volvería a ser estadounidense para la temporada 2015/2016, la que ahora ha acabado. Mientras, el ex ‘cotonou’ Rivers se vio obligado a emigrar al extranjero por falta de hueco en la plantilla del Real Madrid.
Públicamente, la única explicación de los hechos llegó de la mano del director deportivo del Baskonia, Félix Fernández. Únicamente argumentó que la nueva normativa del Consejo Superior de Deportes era más “exigente” este año que el anterior y que no habría problemas para el jugador porque no estaban completas todas las plazas de extracomunitarios, por lo que podría jugar.
El precedente búlgaro
Se da la circunstancia de que el Baskonia lleva varios años en el ojo del huracán a cuenta de los pasaportes falsos. Además de James y Iverson con Guinea-Bisaú, en la 2014/2015 Ryan Gomes y Doron Perkins lograron también licencias conforme al acuerdo de Cotonou. Y años atrás, en 2009, también fue polémica la conversión del alero estadounidense Pete Mickeal en búlgaro. Aquel año el Baskonia se proclamó campeón de liga. Por Bulgaria también ‘fichó’ en junio de este mismo año el base norteamericano Darius Adams, que a lo largo de la temporada había recibido otras ‘ofertas’ de países europeos.
Este periódico se ha puesto en contacto con el Baskonia para conocer su versión de los hechos. “En principio, nosotros todo en orden. Sin problemas”, explican portavoces autorizados del club. Y añaden: “Estamos tranquilos, ya hemos presentado toda la documentación que se nos ha pedido. Además, nosotros como club seríamos los damnificados y no los culpables”.