Por los derechos en la frontera sur
España limita al Sur con dos países, con Marruecos en Ceuta y Melilla y con el Reino Unido en Gibraltar. Los pasos a la plaza británica y a Castillejos distan muy pocos kilómetros entre sí, pero reflejan dos realidades completamente distintas. En Gibraltar, lujosos yates y vehículos dominan el paisaje y el paso es similar al peaje de una autopista. En Ceuta, en la zona de El Tarajal, los europeos disponen de un tránsito cómodo a Marruecos mientras, a su lado, cercados por verjas rematadas con concertinas, se agolpan porteadores, jóvenes en busca de un futuro y trabajadores transfronterizos en vehículos que los europeos desguazaron hace varias décadas. Este viernes 14 de julio parte desde Vitoria con destino a esa “frontera sur” de la Unión Europea una caravana de protesta por las políticas de control de fronteras y en defensa de los derechos de los migrantes.
La iniciativa ‘Abriendo fronteras’ da continuidad a la caravana realizada el pasado verano hasta Grecia, punto clave en las corrientes de refugiados que anhelaban pisar suelo europeo. Los promotores, sin embargo, han valorado este año hacer hincapié en una realidad mucho más cercana pero aún desconocida y que interpela directamente a las instituciones españolas. El Mediterráneo, además, se ha convertido este verano en un nuevo cementerio, si bien ahora es Italia y no el Estrecho el punto crítico.
Según los organizadores, se espera que unas 450 personas, en ocho autocares, puedan completar la singladura que les llevará hasta el paso fronterizo de Melilla el 18 de julio tras realizar paradas simbólicas en distintos puntos. Concretamente, se harán actos reivindicativos intermedios en Madrid, Algeciras (sede de uno de los Centros de Internamiento de Extranjeros más importantes) y Málaga antes de cruzar el Estrecho. Los promotores aspiran a que colectivos sociales del resto de España se puedan sumar a la caravana a lo largo del recorrido y de hecho cuentan con adhesiones de distintos partidos políticos y organizaciones.
Una vez en Melilla, finalmente, se plantea un “posible encuentro de una delegación en Nador (Marruecos) con colectivos que trabajan por el derecho de las personas migrantes al otro lado de nuestra frontera”. Asimismo, la vuelta se realizará por Almería, donde se hará una reivindicación de los derechos de los trabajadores de los ‘plásticos’, en su mayoría extranjeros.
Los impulsores de la caravana sostienen que “falta voluntad política” en materia de política migratoria. “Según el ministro del Interior, España soporta una ‘fuerte presión migratoria’. Directamente no es cierto. Las organizaciones que trabajamos por los derechos de migrantes y personas refugiadas nos negamos a aceptar este tipo de declaraciones interesadas”, se puede leer en la ‘web’ de la caravana, que exige cambios radicales en una política de control de fronteras que incluye, por ejemplo, devoluciones en caliente y que entienden que no está avalada por la Unión Europea.