30 días del 'shock' de Fagor Edesa
Este sábado se cumplen 30 días desde que 230 trabajadores recibieron el mazazo que no esperaban. Aquel 8 de noviembre, el director de Fagor Electrodomésticos, Sergio Treviño, comunicaba a los empleados de Fagor Edesa de Basauri, una de las cinco plantas de la cooperativa en Euskadi, que la fábrica no se salvaba. Solo dos días antes, el diputado general de Bizkaia José Luis Bilbao les había dicho personalmente que la planta seguiría gracias a un aval de tres millones que iba a aportar la Diputación.
“La gente está mas frustrada y desanimada, pero seguimos pensando que el negocio de confort [lo que fabrican en Basauri y en otra planta de Bergara de Fagor Electrodomésticos] es viable”, asegura Fernando Otero, uno de los empleados de Basauri. Su lucha no ha parado, pese al fuerte golpe que supuso la comunicación de hace un mes. Mantienen el encierro en el exterior de la fábrica, que cumple ya mes y medio ininterrumpido, han protagonizado varias manifestaciones y esta misma semana realizaron una marcha a pie durante dos días desde Basauri hasta la sede central del Grupo Mondragón. “Tras la marcha, estamos reventados. Necesitamos unos días para asentarnos física y mentalmente. Pero vamos a seguir movilizándonos. Hemos quedado el lunes para a ver si hay una tormenta de ideas y ver qué más hacemos”.
Tienen dos objetivos claros: luchar por el mantenimiento de la fábrica, que consideran viable, y entrar en la lista de recolocaciones. “Ya van 320 reubicados, pero todos con Lagun Aro”, dice Otero, en referencia a los cooperativistas de Fagor Electrodomésticos que reciben la prestación del Grupo Mondragón. La única diferencia de los empleados de Fagor Edesa es que cotizan a la Seguridad Social, por lo que ahora Mondragón no les paga el subsidio como al resto y ellos reciben la prestación de paro pública. “Solo pedimos que nos equiparen el resto de compañeros. Nos hemos bajado el sueldo igual que todos los demás. Hemos dejado dinero a Fagor para prejubilaciones. ¿Para poner si somos iguales?”. De momento no tienen respuestas de la dirección del Grupo Mondragón.
Y reclaman que el grupo cooperativo facilite la viabilidad de la planta, que entró en concurso de acreedores la semana pasada con una balance positivo, pero su dependencia de Fagor Electrodomésticos es lo que lastra su futuro, según constataba el juez de San Sebastián que se ha encargado del concurso. “A ver si hay forma de desligarnos de Fagor y poder caminar solos. Creemos que en algo se está trabajando pero no tenemos noticias. Parece que siguen trabajando en los despachos”, dice Otero tras las últimas declaraciones del diputado general de Bizkaia sobre una posible salida a la planta. Si depende de la persistencia y lucha de los trabajadores, la solución llegaría.