Educación y sindicatos se acusan mutuamente de no querer negociar y mantienen el pulso
Alrededor de 8.560 profesores han secundado la huelga promovida por los sindicatos en la enseñanza pública no universitaria . Eso supone un 43,27% del total del profesorado. Son los datos ofrecidos por el Departamento de Educación frente al 80% de seguimiento que apuntan las centrales STEILAS, ELA y LAB, por un lado, y Comisiones Obreras, por otro. Los datos del departamento se basan en los descuentos que se van a aplicar en las nóminas de los docentes que han parado. El caso es que se trata del segundo paro tras el del 22 de marzo y a la espera de otro previsto para el próximo 23 de mayo. Y las cosas siguen igual, con las dos partes dispuestas a mantener el pulso hasta el final y acusándose mutuamente de falta de interés por negociar.
Hasta el momento, el departamento ha venido justificando su rechazo a las principales demandas sindicales en que no son realistas y no se encuentran a su alcance porque dependen del Gobierno central. Un argumento que es rechazado por las centrales, que insisten en que el Ejecutivo de Vitoria sí puede adoptar medidas sin depender de Madrid.
Estas son las principales reivindicaciones sindicales y las posiciones de unos y otros:
1-Incrementar la plantilla en 2.000 docentes. El departamento se aferra a que está sujeto a la tasa de reposición marcada desde el Gobierno central, por lo que solo se puede incrementar plantilla en función de las jubilaciones.
2-Rebajar el ratio de alumnado por clase. En la actualidad es de 18 alumnos en la primera etapa de Infantil; 23 en la segunda etapa de Infantil; 25 en Primaria y Secundaria, y 30 en Bachillerato. Los sindicatos piden una rebaja del 10%. El departamento asegura que mantiene los ratios más bajos de España y que incluso no ha aplicado una normativa estatal que conllevaba un aumento.
3.Reducir la temporalidad, que ronda el 40%. Educación se remite a que tiene las manos atadas por atenerse a la tasa de reposición.
4-Aumento salarial, recuperación del poder adquisitivo perdido. El departamento alega que el Gobierno central aplicó una rebaja a todos los funcionarios del 9% en 2009 y desde entonces se arrastra esa pérdida. Los sindicatos ponen como ejemplo que el resto de instituciones ya ha restituido la paga extra suprimida en diciembre de 2012, mientras que el Gobierno vasco solo ha pagado la mitad de ella.
5-Sustituciones desde el primer día. Ahora, se cubren las bajas en Primaria a partir del tercer día; en Secundaria desde el cuarto día y en Bachillerato desde el quinto. El departamento está dispuesto a rebajar el tiempo en Bachillerato y en las escuelas infantiles para que sean desde el primer día.
6-Derogación del plan Heziberri 2020. Educación insiste en que Heziberi 2020 ha sido elaborado con las aportaciones de toda la comunidad educativa. Sin embargo, las centrales solo ven en este plan un desarrollo encubierto de la Lomce.
“Principio de realidad”
El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, ha insistido en que las razones que alegan los sindicatos no justifican la huelga. “En las conversaciones debe imperar el principio de realidad. Los sindicatos reclaman al Ejecutivo vasco medidas que no están al alcance de su mano. Dependen del Gobierno central”.
Aitor Idigoras, representante de STEILAS, asegura que el Gobierno vasco “puede hacer mucho más de lo que dice”. “El caso es que no tiene interés. Siempre recurre al latiguillo de que está atado por las imposiciones que vienen del Ejecutivo central, pero no es verdad. Por ejemplo, en la aplicación de la Lomce el Gobierno vasco ha ido más allá: más recortes, más conciertos con centros concertados, más horas de Religión, coloca la asignatura de Filosofía como optativa para hacerle perder valor, aplica evaluaciones externas.....”.
Por su parte, Pablo García de Vicuña, responsable de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras de Euskadi, también desmiente al Gobierno vasco sobre la imposibilidad de aplicar algunas medidas por que está sujeto a lo que diga el Gobierno central. “Sigue imperturbable ante la demanda sindical de recuperación del derecho a una rebaja de horario lectivo para los docentes de 60 años. No supondría trabajar menos, sino de otra forma. Eso no depende de lo que diga Madrid. Acceder a esta petición hubiera significado una cierta empatía con la realidad que impone la estancia en las aulas de miles de docentes en puestos que no permiten ninguna reconversión”.