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La emancipación imposible

Eduardo Azumendi

¿Es posible que un joven vasco pueda plantearse la emancipación en la actualidad? Teniendo en cuenta que debe destinar el 63% de su sueldo al pago de la hipoteca media o del 59% si se trata de un alquiler, la respuesta es que es prácticamente imposible. Así lo refleja el estudio El coste de la emancipación residencial en Euskadi 2007-2013, El coste de la emancipación residencial en Euskadi 2007-2013,un trabajo elaborado por Joffre López Oller, experto en indicadores de emancipación, por encargo del Observatorio Vasco de la Juventud.

El estudio presenta 10 indicadores que dan una idea de cuánto costaría a una persona joven asalariada de entre 18 y 34 años acceder en solitario a una vivienda libre en propiedad o en alquiler. Estos indicadores se construyen poniendo en relación los salarios medios de la juventud con los precios de escrituración de las viviendas libres o las rentas de alquiler en el mercado libre. Se han calculado para el periodo 2007-2013, esto es, desde los años de bonanza económica previa a la crisis hasta el periodo actual. La conclusión es que el coste de acceso a la vivienda libre, tanto en propiedad como en alquiler, para una persona joven asalariada supera por mucho el umbral del 40% de su salario neto mensual. Es decir, deja a los jóvenes que se emancipan en solitario en una situación de “sobreesfuerzo económico”. Comparando con la media del Estado, Euskadi presenta un mayor coste de acceso tanto a la propiedad como al alquiler.

Desde 2007 se ha producido un descenso en el coste de acceso a la vivienda libre, más acusado en el caso de la compra que en el del alquiler, peor esta bajada sigue resultando insuficiente para permitir la emancipación. “Las mujeres y la juventud menor de 25 años son quienes presentan mayores costes de acceso al mercado libre de vivienda, debido, fundamentalmente, a que cuentan con unos salarios medios inferiores”, indica el estudio.

Al final, la medida más viable es una emancipación en pareja o con amigos, lo que facilita compartir gastos Y, por otro lado, gracias a la vivienda protegida, más extendida en nuestra comunidad que en el resto del estado español. La existencia de un parque de vivienda protegida también ha facilitado, según el autor del informe, la salida de algunos jóvenes del hogar paterno.

Precariedad vital

Diego Carbajo, doctor en Sociología por la UPV y coautor del libro Precariedad vital y juventud, asegura que quien opta por “vivir fuera de casa” para resolver su necesidad de emancipación, acepta la “segunda residencia familiar”. Es decir , accede al piso en propiedad con el aval de la familia al contraer la deuda, o alquila y comparte un piso. “Esta última solución, eventual en su inicio, se está convirtiendo en definitiva en personas que superan los 30 años. Así, con el paso del tiempo, en una coyuntura social en precarización, quien comparte piso teje relaciones cuasi-familiares más allá de la amistad, y reaparecen antiguas formas de ayuda mutua más propias de comunidades pequeñas y rurales que de entornos urbanos”.

A pesar de que se ha producido un aumento de las viviendas de alquiler, en realidad, esta tendencia no refleja un cambio cultural, según el investigador. “Se trata de una estrategia económica porque no quedan otras salidas. En diez años se verá si la tendencia se traduce en un reforzamiento del alquiler”.

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