El espíritu del 3 de Marzo sigue vivo en Vitoria
Miles de personas se han manifestado por la calles de Vitoria para reclamar justicia y en recuerdo de las víctimas de la matanza del 3 de marzo de 1976 en la capital alavesa, en la que murieron cinco trabajadores y más de cien personas resultaron heridas por disparos de la Policía Armada durante una protesta obrera.La manifestación, que ha comenzado pasadas las siete de la tarde en el monolito instalado en memoria de las víctimas en el barrio de Zaramaga de Vitoria y escoltada por varias dotaciones de la Ertzaintza, ha estado precedida por diversos actos institucionales celebrados durante toda la jornada en la capital alavesa.
Durante la marcha, los manifestantes han coreado lemas como “Policía asesina” y “Fraga asesino”, quien cuando ocurrieron los hechos era ministro de Gobernación.
El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, ha remitido una carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la que le solicita que las víctimas de esta matanza, por la que ninguna persona ha sido condenada, sean equiparadas a los damnificados por el terrorismo.
El 41º aniversario de la matanza del 3 de marzo de 1976 se ha producido pocas semanas después de que un juzgado de Vitoria decidiera archivar una querella presentada por las Juntas Generales de Álava para tratar de esclarecer las responsabilidades penales por aquellos sucesos.
La resolución del juzgado señala que los hechos a los que hace referencia la querella no pueden ser tipificados, tal y como solicitaban las Juntas, como delitos de lesa humanidad. En el escrito del juez se argumenta la imposibilidad de aplicar esta tipificación de genocidio y lesa humanidad, introducida en el derecho penal por la Ley Orgánica 15/2003, a hechos cometidos con anterioridad a la entrada en vigor de esta norma.
El 3 de marzo de 1976 Pedro María Martínez Ocio, Francisco Aznar, Romualdo Barroso, José Castillo y Bienvenido Pereda murieron por disparos de la Policía Armada durante una protesta laboral. La intervención de la Policía, que se llevó a cabo en el interior de la Iglesia San Francisco de Asís, donde se celebraba una asamblea de trabajadores, también hirió a más de cien personas.
