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“La historia hará justicia al pueblo saharaui”

Eduardo Azumendi

Vitoria-Gasteiz —

“Al llegar te recibe un formulario. Tienes que rellenar la ficha. Cuatro cosas, las rellenas tú. Nombre y apellidos, fecha de nacimiento, lugar de nacimiento, fecha de ingreso en la cárcel clandestina. La última ellos, la fecha de fallecimiento.

-¿Entiendes eso? No hay fecha de salida. Eso significa que nos trajeron a morir aquí. Hasta los guardias nos lo decían “habéis venido aquí para morir, no para vivir”.

Cuando alguien estaba agonizando, los detenidos llamábamos a los guardias, a pesar de que conocíamos las órdenes: no llamar hasta que se haya muerto“.

Este es uno de los relatos que el investigador en derechos humanos, Carlos Martín Beristain, recoge en 'Memorias nómadas', un libro que da voz “a las historias escondidas detrás de la tortura, las detenciones arbitarias y las violaciones de derechos humanos que sufre el pueblo saharaui a manos de Marruecos”. “En estas páginas”, explica el autor, “las mujeres y hombres saharauis dan lecciones de sabiduría y de coraje. Son historias del refugio de la paciencia”. El libro acompaña los relatos con dibujos que fueron realizados mientras se tomaban los testimonios, mientras que otros nacieron del “diálogo con las voces y las reflexiones de la gente”, señala Martín, quien trabaja desde hace 25 años en América Latina y Euskadi con víctimas de la violencia y organizaciones de derechos humanos. Ha sido asesor en varias comisiones de la verdad creadas en países latinoamericanos para sacar a la luz los delitos cometidos por diferentes dictaduras.

La Asociación Saharaui de Víctimas de Violación de los Derechos Humanos presentó el libro junto a su autor. Su presidente, Brahim Dahane, destacó que este tipo de trabajos son los que ayudarán a construir el relato y la memoria de los sufrimientos de su pueblo. Su esperanza reside en que “la historia nos haga justicia”.

Dignidad

La mayor parte de las familias saharauis se encuentra dividida desde la invasión del territorio del Sáhara Occidental en 1975 y el éxodo posterior, especialmente a Tinduf (en Argelia). Esta separación forzosa supone un “enorme factor de estrés para los refugiados” y las poblaciones que se quedaron en el territorio. “Se trata de un tipo de sufrimiento social, dado su carácter y su significado colectivo”. El libro rezuma ese sufrimiento. “Hay cosas que no se pueden decir, que no se pueden contar, solo se pueden escribir. El libro saca a la luz muchas historias y vivencias que no habían sido contadas porque es doloroso reproducirlas. Desde las técnicas de tortura hasta las desapariciones. Son relatos terribles”.

Brahim Dahane permaneció durante tres años recluido en una cárcel clandestina de Marruecos, en lo que se conoce como una desaparición forzada. Sufrió palizas y torturas. Le resulta difícil hablar de ello. “Tengo el orgullo de ser un militante de la causa saharaui y nunca olvidaremos a los compañeros y amigos que han muerto en esas cárceles clandestinas. Sus huesos unen más que los vivos. Dieron sus vidas por nosotros para que siguiéramos adelante. Yo estuve tres años y siete meses con los ojos vendados. Todo lo que puedes perder se puede soportar. Todo, menos la dignidad. Sin ella, no te queda nada”.

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