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Los huertos urbanos, una opción terapéutica

Huertos urbanos de Olárizu, Vitoria.

Paloma Bravo Pérez

La hortoterapia está de moda gracias al valor terapéutico de las plantas para mejorar las capacidades físicas, psíquicas, cognitivas y sociales de las personas. Por ello, cada vez más residencias de la tercera edad, centros sanitarios y asociaciones que trabajan con colectivos por la integración, capacitación y formación de grupos en riesgo de exclusión social, entre otros, incluyen un huerto en sus instalaciones. Puede tratarse de un terreno, mesas de cultivo, o huertos diseñados en altura que facilitan el trabajo a pacientes con movilidad reducida.

Cultivar un huerto ayuda a mantener a la persona físicamente activo, fomentar las salidas a espacios exteriores y crear hábitos saludables. Tener un ser vivo a cargo, que requiere de cuidados como poda, riego, abonado, etc, favorece la autonomía y desarrollo de las personas. Aprender nuevas técnicas de trabajo, como las de la agricultura ecológica, o recordar conocimientos agrícolas activa la memoria. En algunos casos puede ayudar en la orientación laboral y facilitar así conocimientos y experiencia en este campo. Además, en huertos colectivos los vínculos que se crean entre los diferentes usuarios/as es una forma ideal de socializar a las personas, y limitar el aislamiento al que muchas veces están expuestas.

Así, el Ayuntamiento de Vitoria impulsa la agricultura ecológica local a través de un proyecto llamado Basaldea. Se trata en total de 12 parcelas que se ubican en el barrio de Abetxuko. Uno de estos terrenos se ha cedido a la Sociedad Cooperativa de Iniciativa Social y de Inserción Socio Laboral, Rezikleta, para dar una oportunidad laboral a personas en riesgo de exclusión. De esta forma, entre 10 y 15 personas que se encuentren en esta situación podrán hacer uso colectivo de la parcela de casi cinco hectáreas de extensión durante 15 años. Es creciente el interés de nuevos colectivos por participar en programas de estas características. En general gente joven y familias que, cada vez más, tienden a dar mayor importancia a aspectos como el ocio al aire libre, el respeto al medio ambiente o la alimentación saludable.

Uso lúdico

Otras de las finalidades que se pretende con esta práctica se trata del cuidado y la conciencia con el medio ambiente. Por ejemplo, en San Sebastián el pasado 13 de junio el alcalde Juan Karlos Izagirre y el concejal de Medio Ambiente Axier Jaka inauguraron el parque público de 88 huertas de Lau Haizeta, en el que los donostiarras han podido adquirir plaza por sorteo. Se trata de un proyecto que pretende “fomentar la concienciación por el hábitat, el autoconsumo y un modelo de ocio activo”.

En Gorliz, Sopelana y Erandio, en Bizkaia, también se hace uso de los huertos urbanos para uso lúdico. En la mayoría de los municipios no se pueden dividir los terrenos para su venta por debajo de 7500 m2, por lo que a un particular no le interesa la compra de un terreno de, por ejemplo, una hectárea que le puede costar en torno a los 180.000 € cuando solo necesitaría el 1%, además de acometer obras e inversiones como un pozo, vallado de la finca, accesos, etc. En Bilbao existen muchas huertas que están en las laderas de los montes, son terrenos ocupados por personas que llegaron hace años a trabajar a la capital vizcaína y alrededores.

En la capital alavesa, a diferencia de Bilbao y San Sebastián, esta práctica ya comenzó en 1998 en Olárizu y posteriormente en Abetxuko con 240 huertos, donde el empleo de sustancias químicas está prohibido. Uno de los objetivos de aquel proyecto precursor era el de dar una alternativa a los hortelanos que de forma ilegal cultivaban las márgenes de los ríos del municipio, fundamentalmente en Errekaleor y Zadorra.

Desde el primer momento la iniciativa fue un éxito, cada vez son más las solicitudes que se presentan cuando anualmente se sacan a concurso público unas plazas. A los que lo consigan, tras dar un curso, se les entrega una pequeña parcela, hay 375 en total, para cultivar productos ecológicos de la que podrán disfrutar durante cinco años con el fin de dar cabida a las nuevas solicitudes. La asociación Kiribilore Permacultura se encarga de los huertos ecológicos de los centros cívicos de Vitoria, 10 huertos en siete centros, además de otros talleres paralelos. Las actividades se centran en Álava, aunque también actúan en las tres provincias. La actividad principal es impartir talleres de huerto urbano ecológico, crear huertos y llevar el mantenimiento.

Fruto de la conciencia de la buena alimentación

Cada vez existe una mayor conciencia acerca de la importancia de consumir alimentos frescos, sanos y ecológicos. Continuas investigaciones defienden, por un lado, los beneficios de una alimentación sana y equilibrada, con abundancia de verduras y frutas frescas, y, por otro lado, advierten de los serios peligros para la salud, a corto y largo plazo, de la presencia en los alimentos de restos de sustancias químicas y tóxicas que se han ido añadiendo en los procesos de producción, transformación o comercialización. El restaurante Hor Dago! de Vitoria es un ejemplo de esta percepción alimentaria. En el jardín del propio restaurante existe un huerto urbano para el autoabastecimiento de sus platos. Sin duda es un foco de interés y atracción para las personas que valoran la frescura y calidad de los alimentos.

Tal importancia le ofrece la donostiarra Paki a la comida. Explica que desde que tuvo cáncer intenta “comer alimentos ecológicos y comer lo que se siembra”. El gipuzcoano Jon, por su parte, ve en la huerta una oportunidad para compartir un proyecto con los demás pero sobre todo “aprovisionar bien la cocina”.

Los colegios, cada vez más, tienen esa percepción alimentaria: también poseen su propio huerto, como el colegio Ibaiondo de Vitoria o la ikastola Tokieder, donde conciencian a los niños y adolescentes de la importancia de responsabilizarse y encargarse del cultivo. Asimismo, el Ayuntamiento está promoviendo esta figura de los huertos urbanos en los nuevos barrios en la ciudad. El primero en contar con un equipamiento de estas características será el barrio de Zabalgana con 52 huertos. El proyecto de huertos lleva el nombra de Zabalortu y su urbanización se acaba de adjudicar. Con estas, Vitoria sumará alrededor de 450 parcelas.

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