El humor gráfico que se rio con inteligencia de ETA
Dice Juan Bas, ideólogo del Festival de la Risa de Bilbao, que no hay “nada más eficaz contra el bárbaro que la parodia y la sátira para reírte de él con inteligencia, ingenio y talento, y ridiculizar su banal maldad y su estupidez”. En unos momentos especialmente dramáticos, con la emoción y el pesar muy presentes por lo ocurrido con el semanario satírico Charlie Hebdo, una exposición recoge la 'particular' batalla que libraron los humoristas gráficos españoles contra el terrorismo de ETA. La muestra, que se exhibe en el Archivo Histórico de Álava, recorre el trabajo de los humoristas gráficos desde 1979 hasta la actualidad y representa “un alegato a favor de la paz y de la convivencia”, según el comisario de la exposición, Juan García.
García, que es secretario ejecutivo del Instituto Quevedo del Humor de la Fundación General de la Universidad de Alcalá, resume que “calaveras, capuchas, palomas de la paz exhaustas o rotas, la serpiente de ETA y manos ante las armas son símbolos que se repiten en las viñetas, para condensar en su espacio reducido el horror de la barbarie”. Se trata de la muestra más amplia jamás realizada sobre el tema, y en ella participan grandes nombres del humor gráfico como Mingote, Forges, Gallego y Rey, Ricardo y Nacho, entre otros. En total, se pueden observar más de 600 viñetas relacionadas con ETA gracias a la colaboración de sus autores y de los medios que publicaron sus trabajos.
La ironía es el elemento esencial en la exposición. Por ejemplo, la que destilan los viñetistas Idígoras y Pachi: “Sí he tirado un cóctel molotov a esta cabina, pero como estamos de tregua he utilizado gasolina sin plomo, que no daña el medio ambiente”, señala un terrorista. La reflexión de un anciano con una paloma de la paz malherida a sus pies (“Triste país donde los coches vuelan y los pájaros se arrastran”) o las inconfundibles pancartas de Forges con un “vascos sí, ETA no” recorren la sala.
“Cuando la barbarie resulta más incomprensible, las viñetas inteligentes de los humoristas permiten sobrellevar la situación”, comenta Julián B, uno de los visitantes de la muestra. “Había retrasado la visita y da la casualidad de que ha coincidido con lo del atentado de París. Cuando veo estas imágenes, más me reafirmo en la necesidad de ridiculizar a estos bárbaros”.