Las instituciones miran hacia otro lado en las peleas de carneros de Azpeitia

¿Quién le pone el cascabel al gato? Así se resume la reacción institucional a la hora de tomar medidas contra las peleas de carneros desarrolladas en la plaza de toros de Azpeitia. Cuatro días después de hacerse pública la denuncia por parte de Equo y grupos animalistas, ni el Ayuntamiento de la localidad en la que se ha celebrado esa actividad, ni la Diputación de Gipuzkoa ni el Gobierno vasco confirman sanciones contra los organizadores del cruel evento.

Sí han mostrado su preocupación ante los hechos pero afirman, cada una de las partes consultadas por eldiarionorte.es, que no les compete. El área de Agricultura y Pesca del Gobierno vasco va a estudiar el caso con más detenimiento en el Consejo de Dirección que celebran cada lunes. “Vamos a volver a llevar el tema y vamos a valorar si sacar un comunicado de prensa pero la competencia sancionadora sobre ese asunto corresponde al propio Ayuntamiento o en su defecto a la Diputación. Lo que no cabe ninguna duda es que es una actividad ilegal que incumple la normativa del 93 de protección animal”, explican desde el departamento citado. El área de Juegos y Espectáculos, del departamento de Seguridad, tampoco ha pasado a la acción. Argumentan que es un caso de protección animal.

Sin sanciones a la vista

Y suma y sigue de elusión de responsabilidades. La Diputación, una vez puesto en conocimiento de los técnicos de la institución, responde que esa Ley del Gobierno autonómico “no es clara” y que los técnicos no saben a qué atenerse con una normativa poco definida.

Por su parte, el Ayuntamiento insiste en que tiene cedida la plaza a unos particulares desde hace años y que “el consistorio no organiza nada” y añaden que “las peleas no se celebran ahora, ni se van a celebrar y se está estudiando si son legales o no”. Dada su respuesta, en la que plantean dudas sobre la ilegalidad de un espectáculo que sí lo es, nada responden sobre sanciones a los organizadores de una actividad que se ha desarrollado en un recinto de propiedad municipal durante varios años de junio a octubre cada domingo con apuestas incluidas.

De momento, ni un paso al frente desde ningun ámbito para castigar la celebración de las peleas de carneros.