La investigación por la muerte de Íñigo Cabacas toca a su fin
El próximo mes de abril se cumplen cuatro años desde que una pelota lanzada por un ertzaina acabara con la vida del hincha del Athletic Íñigo Cabacas. Tenía 28 años cuando falleció el 9 de abril de 2012 en el hospital tras recibir un pelotazo en la cabeza disparado por un agente de la Ertzaintza (policía vasca). Y cada vez que se acerca la fecha del 5 de abril, cuando Cabacas resultó herido de muerte, sus familiares y amigos exigen justicia y que se depuren las responsabilidades. Este año será el último. La Fiscalía ha trasladado ya a Ana Torres, la jueza bilbaína que instruye la investigación del 'caso Cabacas', que no tiene intención de pedir la declaración de complejidad de la causa, por lo que la instrucción debería finalizar a principios del mes de junio.
Tras la última reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LEC), impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy y que entró en vigor tras su aprobación en diciembre de 2014, se han limitado a seis meses la instrucción de los sumarios judiciales más simples y a 18 meses los más complejos con el objetivo de agilizar la justicia, según anunció entonces el ministro de Justicia, Rafael Catalá. Según los cálculos realizados por la Fiscalía, ese plazo vence en el caso de la instrucción de Cabacas el próximo 7 de junio. Y el ministerio publico tiene claro ya que no va a solicitar la declaración de complejidad de la causa, lo que podría prolongar la instrucción una año y medio más y, en función de los casos y de los condicionantes de complejidad de la causa, otro año y medio.
Según la ley, la potestad de solicitar esa ampliación recae exclusivamente en la Fiscalía y solo en casos muy especiales y tasados -que no parece concurrir en esta investigación- las partes personadas en las causas pueden solicitarlo ante la instructora. La fiscal del caso ha adelantado ya a la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Bilbao su decisión de no pedir la ampliación del plazo y evitar así que se prolongue la instrucción, según han adelantado a eldiarionorte.es fuentes del ministerio público.
“Ya no hay más que investigar”, señalan las mismas fuentes, “es hora de pasar a la siguiente fase: que la jueza instructora decida en última instancia si archiva la causa o abre juicio oral y da traslado a la partes para que informen”. De hecho, en la Memoria de 2015 de la Fiscalía del País Vasco, que dirige el fiscal superior Juan Calparsoro, ya se lamentaba que el caso Cabacas, la muerte del hincha del Athletic en 2012, siga sin resolverse en el juzgado. Lo que, a juicio del ministerio público, además de suponer un “sufrimiento agravado para la familia”, afectaba también a la Ertzaintza, ya que su “modo de funcionamiento policial está en cuestión”.
“Perfeccionismo casi enfermizo”
Pero la instrucción tiene aún cierto recorrido, ya que queda por practicar alguna diligencia que puede aportar luz sobre lo sucedido en el callejón. El próximo 1 de marzo está previsto que declaren los peritos que han realizado un informe complementario al vídeo aportado en la causa en el que supuestamente se identificaría a un ertzaina, vestido de rojo y portando una escopeta, disparando una pelota de goma “compatible” con la posición y la trayectoria que siguió la bola que mató a Cabacas, según la versión mantenida por la letrada de la acusación particular en representación de la familia, Jone Goirizelaia.
Los dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) que analizaron las imágenes del vídeo número 12, en su declaración del pasado 13 de febrero, precisaron posteriormente esa interpretación y, atendiendo a la transcripción de sus declaraciones, señalaron que la dirección del fogonazo podía tratarse de un efecto visual del vídeo y que en realidad disparaba hacia el lado contrario al lugar donde se encontraba Cabacas. Tanto la fiscal como las defensas se quedaron con esa declaración, pero la instructora, ante la discrepancia con la interpretación de la acusación particular, ordenó una nueva pericial al mismo cuerpo policial para aclararlo. “La jueza es muy trabajadora, minuciosa, incluso con un perfeccionismo casi enfermizo”, señalan fuentes conocedoras del caso, lo cual explicaría esta nueva pericial cuyo informe explicarán los agentes el próximo 1 de marzo.
Goirizelaia ha buscado durante estos años esclarecer lo que había sucedido en el callejón bilbaíno donde cayó Cabacas, pero también determinar las responsabilidades del autor directo de los hechos y de quienes, por encima del autor del disparo, dieron las órdenes y organizaron el operativo. Entre ellos, Jorge Aldekoa, jefe de la Ertzaintza y máximo responsable de la comisaría de Bilbao cuando se produjo la carga policial, y el Ugarteko, el mando que desde la comisaría dio la orden -“le repito las ordenes para que queden bien claras. Se lo acabo de comunicar al suboficial de grupo que está trabajando. Entren al callejón con todo lo que tenemos”- de cargar. No ha logrado imputar a la cadena de mando que esa noche dirigió la carga policial, algo a lo que se ha opuesto la fiscal del caso, Pilar Gómez, y ha razonado también la propia jueza en varios autos. Este puede ser su último cartucho para intentar identificar al autor del pelotazo.
En total en la causa están imputados un total de cinco miembros de la Ertzaintza, dos mandos y los tres agentes (escopeteros) que admitieron haber disparado aquella noche. La última imputación se produjo en mayo de 2014, en concreto el suboficial estaba al mando de una de las furgonetas policiales ubicadas cerca del callejón de la calle María Díaz de Haro donde se produjo la muerte de Cabacas. Los otros imputados, desde noviembre de 2013, son los tres agentes que admitieron ante la jueza haber disparado pelotas de goma y el suboficial de la furgoneta al que pertenecían esos ertzainas.