Si no existe el padre, no existe la familia
Leire Iñurrategi es una periodista vasca que concilia a duras penas su trabajo de reportera en televisión, siempre sujeto a repentinos cambios horarios, con la crianza de su hija Nerea, de cuatro años. A falta de un padre -la menor es fruto de una inseminación artificial- cuenta con un comodín indispensable para lograr cumplir con sus obligaciones familiares y laborales al mismo tiempo, su madre.
Como ella cada vez más mujeres deciden enfrentarse a la maternidad en solitario y aunque es una opción en crecimiento y que se consolida- un total de 131.800 familias españolas estaban encabezadas por una madre soltera en el 2011, una cifra que cuadruplica a la registrada en el 2002, según datos del Instituto de la Mujer- el reto no es fácil. La sobrecarga de responsabilidades que irrumpe con la llegada de un hijo la han de soportar solas. Deben sacarlos adelante con un único sueldo y lidiar con la educación en soledad.
Pero si hay algo que realmente irrita a estas mujeres es su invisibilidad social. “Somos invisibles. Cuando vas a una ventanilla y tienes que rellenar cualquier formulario, creas un auténtico problema al funcionario de turno. No eres viuda, ni separada y no saben como registrarte. Nuestras familias no existen para las instituciones. Socialmente vamos teniendo peso pero esto no está materializado en las normas. Debemos cambiarlo”, explica Nazaret Rosado, Asociación de Mujeres Madres de Familia Monomarentales (con eme) B.G. Por este motivo estas madres, que también son padres, han unido fuerzas en esa asociación recién constituida para hacerse ver y reclamar algo básico, que se les reconozca como modelo de familia.
Para ilustrar su lucha diaria frente al limbo legal que denuncian, relatan, entre otros ejemplos, su experiencia al cumplir con la declaración de la renta. “Mientras cualquier familia con padre y madre, cada uno de ellos obtiene una deducción del 50% por hijo a cargo, nosotras, que solo contamos con un sueldo, solo podemos deducirnos el 50% porque no hay una figura de padre. Nos merecemos el otro 50 porque nosotras somos padre y madre a la vez”, explica Rosado. Leire Iñurrategi, aconsejada por su asesoría, presenta la declaración conjunta con su hija y así consigue beneficiarse de la deducción al completo. “Resulta que pasamos por todos los inconvenientes de una familia normal, pero no se nos conceden todos los beneficios. A mí me deniegan todos los años la beca en el colegio y no puedo ni plantearme cogerme una reducción de jornada. No hay salvedad ni mención especial para nuestras familias. Solo te ayudan si eres familia numerosa, que me parece estupendo, pero nosotras también lo merecemos”, replica la periodista.
Deducción del 50% en la declaración de la renta
Según la percepción de este colectivo, la mayoría de la sociedad comparte una idea preconcebida y falsa sobre las madres solteras. “Por desconocimiento piensan que disponemos de muchas ayudas y que solicitamos aún más. Pero nada más lejos de la realidad” aseguran. En Euskadi no existen ayudas específicas para ellas, se acogen a otras y tiene verdaderas dificultades para que se las concedan, según su relato. “Es muy complicado. No está contemplado un escenario para nosotras. O estas en riesgo de exclusión porque tu situación es muy difícil - como le está pasando a otras familias- y te ofrecen la RGI o no tienes ayuda”, relata Rosado. La portavoz del colectivo añade que han de combatir también con ciertos prejuicios como la relación que se establece entre las madres inseminadas artificialmente y un estatus social alto. “Se repite la frase: si se insemina, es que tiene pelas. Esto no siempre es así. Además la realidad de todos los ciudadanos hoy en día es muy cambiante. Para nosotras también”, advierte Nazaret Rosado. “No olvidemos además, que existen otros perfiles de mujer soltera: las inmigrantes y las que han sido abandonadas por sus parejas”.
Frente a Euskadi, en algunas comunidades como Andalucía, Asturias, Extremadura y Cataluña prevén de forma expresa deducciones para las madres solteras. De hecho, Cataluña, mantiene en vigor el denominado título de familia monoparental, que otorga diversos beneficios, ventajas fiscales y bonificaciones a estas mujeres.
Los estereotipos que circulan sobre estas mujeres se convierten en otro obstáculo más para ellas al intentar acceder a un trabajo. “Hay mucho gerente que piensa que nuestra pasión por la maternidad es desbordada y que a la primera de cambio saldremos pitando para atender a nuestros hijos, descuidando los deberes laborales. Es una incoherencia total. Somos el único sustento para nuestros hijos luego el trabajo es importantísimo para nosotras. Además deberían valorar que somos capaces de todo, que somos unas valientes en vez de pensar que somos unas sensibleras”.
Protección para su hijos
Otra de las batallas abiertas por este colectivo de madres solteras es contra los derechos paternofiliares recogidos en el Código Civil. La redacción de la Ley otorga a los padres la posibilidad de solicitar relaciones con sus hijos incluso aunque lleven años desaparecidos. Desde la Asociación de Mujeres Madres de Familia Monomarentales B.G. creen solicitan la reforma de este aspecto que consideran injusto. “¿Dónde quedan los derechos de los niños? ¿Han de irse con un ajeno al que no conocen y que de un día para otro se encapricha por tenerlos?. Que nos entiendan mal. No estamos en contra de esos hombres entregados a la familia, los hombres de bien, que son la mayoría. Pero hemos de protegernos de otros irresponsables e irrespetuosos y la Ley ha de ayudarnos”, aclara Rosado.
La portavoz de la asociación expondrá en una próxima comparecencia en el Parlamento vasco que se celebrará antes de verano éstas y otras reclamaciones. En el mismo foro trasladará a los grupos parlamentarios la propuesta de la asociación de modificar la Ley de Familia “mediante un decreto ley- para que no resulte el trámite farragoso ni lento- y de este modo, quede reconocido nuestro modelo familiar, hasta ahora inexistente”, concluye Rosado.