Una mancomunidad vizcaína pone sueldo por vez primera a su presidente
La Mancomunidad de las Encartaciones (la entidad que gestiona servicios de nueve municipios vizcaínos de esta comarca) ha liberado por vez primera en sus más de 30 años de historia a su presidente, que cobrará este año cerca de 26.000 euros brutos al año por media jornada. La decisión ha sido adoptada por los representantes del PNV en la entidad, que tienen la mayoría absoluta, pese a que no hay consignación presupuestaria para ese sueldo, que supondrá un gasto anual a la Mancomunidad de cerca de 34.600 euros. El puesto ha recaído en la concejal del PNV de Zalla, Esther Lasa.
Los otros partidos de la Mancomunidad han criticado el coste del cargo de presidente. “Esta liberación no obedece al volumen de trabajo ni a las competencias que desarrolla actualmente la Mancomunidad, un organismo que cada vez presta menos servicios, sino a intereses partidistas del grupo mayoritario”, señalan Bildu, Zalla Bai y Karrantza Zabala. El portavoz del PNV en la Mancomunidad y alcalde de Güeñes, Koldo Artaraz, no ha querido realizar valoraciones sobre esta decisión tras ser requerido por este diario.
Hasta ahora, el cargo del presidente de la Mancomunidad de las Encartaciones no suponía ningún coste añadido ya que recaía en alguno de los alcaldes. Esta es la primera vez que se libera a un cargo político. La decisión se adopta cuando la Mancomunidad ha ido vaciándose de contenido y ahora solo se ocupa de servicios sociales, euskera y basuras. Esos tres partidos censuran que no tenga competencias en empleo, cuando el paro en la comarca es del 20%.
Además de no existir consignación para el nuevo sueldo, ni siquiera están aprobados los presupuestos de la entidad para este año, según denuncian. La Mancomunidad cuenta actualmente con diez trabajadores, al que se suma ahora la presidenta. La oposición ha solicitado “en múltiples ocasiones” la renovación de los estatutos de la entidad, “toda vez que están caducados desde 1994”. Ante la insistencia, en 2012 se acordó crear una comisión especial para ello, pero “el PNV no ha mostrado interés alguno en impulsar la necesaria renovación de los Estatutos, ya que esta comisión jamás ha sido convocada”.