Más de 2.000 vascos menores de 30 años se han marchado al extranjero desde que comenzó la crisis

Desde el año 2008 casi medio millar de vascos de entre 20 a 24 años se han marchado al extranjero. Y han sido más de 1.500 los jóvenes de 25 a 29 años que lo han hecho. En total, más de 2.000 jóvenes vascos que aun no han cumplido la treintena se han visto obligados a emigrar desde el comienzo de la crisis.

Por tercer año consecutivo, España es un país emisor de emigrantes. Esta es una de las consecuencias de la crisis y el paro. Según los datos del INE, el Instituto Nacional de Estadística, más de 10.000 españoles menores de 30 años tuvieron que marcharse del país. 30.000 lo hicieron entre 2008 y 2011.

Afloran en las últimas fechas las noticias sobre la migración de los jóvenes, pero no se trata del “espíritu aventurero de la juventud”. Según un estudio del sindicato UGT, más de 300.000 jóvenes trabajan en el extranjero, principalmente en países europeos y, en menor medida, de América.

Además, una encuesta elaborada por ‘Randstad’ revela que el 65% de los jóvenes españoles de entre 18 a 24 años estarían dispuestos a irse a otro país para conseguir empleo. Hace sólo dos años, ese porcentaje era del 40%. Esta emigración, que es el nombre real de aquello que Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social, llamó “movilidad exterior”, es consecuencia de la coyuntura económica actual, y la falta de oportunidades para los más jóvenes. Más de la mitad están en paro.

Pero los jóvenes no solo están dispuestos a emigrar para conseguir un trabajo. Lo hacen. Esta realidad también se produce en Euskadi. Según datos del INE, desde el año 2008 más de 2.000 jóvenes vascos han emigrado, un 5% del total nacional. Se van para aprender idiomas, para vivir experiencias enriquecedoras, para formarse. Y también se van para trabajar. Y cada año que pasa, son más los que se marchan. Desde 2009, año a año ha aumentado el número de emigrantes menores de 30 años. Si en aquel año fueron 361 los emigrantes, en 2012 fueron 460.

Euskadi fue, en 2012, la cuarta comunidad con el peor saldo migratorio del país, sólo por detrás de Cataluña, Madrid y Valencia, con una pérdida poblacional de casi 14.000 personas. Demasiados jóvenes sin oportunidades dispuestos a abrirse camino en el mercado laboral, aunque sea extranjero.