“Más de la mitad de las mujeres con discapacidad han sufrido en algún momento violencia de género”
El Consejo de Europa dice que el 40% de las mujeres con discapacidad sufre o ha sufrido algún tipo de violencia. La vicepresidenta de la ONCE, Teresa Palahí, afirma que estas estadísticas pueden quedarse cortas porque “son casos muy difíciles de detectar” y hasta ahora no se habían hecho estudios acerca de esta problemática.
Palahí presentó ayer en Bilbao la estrategia de lucha contra la violencia de género de la ONCE que se asienta en cinco áreas principales: diagnóstico, información, formación, concienciación, orientación y apoyo de las víctimas. Hasta ahora no se había contemplado la variable de discapacidad en los casos de violencia de género, algo que ha comenzado a estudiarse en los diferentes programas de lucha contra esta problemática y que revela datos preocupantes.
Pregunta. ¿Por qué son menos visibles los casos de mujeres con discapacidad que son víctimas de la violencia de género?
Respuesta. Porque no hay estudios sobre este problema, y los pocos que hay son de América del Norte, de Europa y de Australia. Y cada vez son más las instituciones prestigiosas que coinciden en señalar que las mujeres con discapacidad son un grupo de población con especial vulnerabilidad respecto a la violencia de género. Esto se da por la interacción de dos factores, el de género y el de discapacidad.
P. ¿Qué realidad revelan estos estudios?
R. Algunos estudios afirman que más del 50% de las mujeres con discapacidad han sufrido en algún momento violencia de género. Y el Consejo Europeo también señala que el 40% de las mujeres con discapacidad han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida.
Pero nosotros pensamos que seguramente las estadísticas se quedan cortas, porque estas situaciones de violencia se dan en sitios cerrados y muy privados, por lo que es muy difícil detectarlos. Por otra parte hemos avanzado, por primera vez el Observatorio de Igualdad del Consejo General del Poder Judicial ha incorporado la variable de discapacidad en sus estadísticas; hasta ahora no teníamos ninguna estadística en España donde se incorporara esta variable, por lo tanto en este sentido hemos avanzado. Se han puesto en marcha programas de información, de asesoramiento, porque ciertamente hasta ahora no se han tenido en cuenta las mujeres con discapacidad en este tipo de programas, ni en las políticas de violencia, ni en las políticas de discapacidad, y en ese sentido, las organizaciones de personas con discapacidad han tomado cartas en el asunto, la ONCE también.
P. Estas mujeres además de ser más vulnerables, ¿encontrarán más dificultades para denunciar, no?
R. Sí, efectivamente, hay pruebas demostradas de los abusos perpetrados contra mujeres con discapacidad, sobre todo en el caso de mujeres con discapacidad intelectual, que se ven sometidas a abortos coercitivos y abusos sin su consentimiento, esa es una realidad. Esas mujeres no tienen libertad para hacer absolutamente nada, dependen de otra persona, y eso lo hace muy difícil.
P. ¿Qué papel debe tener la sociedad ante este problema?
R. La sociedad tiene que tener un papel proactivo, y no podemos mirar hacia otro lado cuando se producen situaciones de este tipo, es una lacra social que nos afecta absolutamente a todos y debernos implicarnos todos, por supuesto los poderes públicos, pero también las entidades, las organizaciones, las propias empresas… eso es fundamental.
P. ¿Qué se puede hacer respecto a la educación?
R. Hay un trabajo muy importante, porque esas situaciones muchas veces obedecen a un sesgo cultural, y la forma de revertir esta situación es informando y concienciando a la gente y sobre todo cambiando modelos de conducta adquiridos.
P. ¿Cuál es la estrategia que tenéis previsto seguir desde la ONCE en este sentido?
R. El pasado mes de marzo el Consejo General de la ONCE aprobó la estrategia para luchar contra la violencia de género que contiene un plan de actuación 2011-2015 donde se estima necesario elaborar una estrategia. Uno de los objetivos es conocer la situación de las niñas y mujeres con discapacidad visual, y hemos encargado un estudio para obtener una foto real y fiable y a partir de ahí poner en marcha una serie de medidas que nos permitan prevenir y erradicar la violencia de género que pudiera haber en las mujeres y niñas afiliadas a la ONCE.