La “nueva Fagor” estalla menos de tres años después de que CNA intentara reflotarla
“La puesta en marcha y activación empresarial continúa con los plazos planteados. El comienzo de la nueva Fagor empieza hoy”. Con estas palabras los máximos responsables del grupo catalán CNA insuflaron el 31 de octubre de 2014 a la plantilla de Fagor una bocanada de esperanza. La cosa no ha durado ni tres años. Y el Gobierno vasco ha estallado por boca de la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno vasco, Arantxa Tapia. La consejera ha advertido a la dirección de CNA de que su actitud con los trabajadores, los directivos de sus empresas y el propio Gabinete Urkullu ante la presentación de un preconcurso de acreedores en Edesa Industrial es “intolerable” y ha advertido de que “su crédito” con el Ejecutivo autónomo “se ha terminado”.
El grupo catalán había comprado el negocio de la antigua Fagor Electrodomésticos, propiedad de Mondragón Corporación Cooperativa (MCC), hace menos de tres años en una subasta judicial por 42,5 millones. Se inició la nueva etapa productiva en las plantas de Garagarza, en Mondragón, y Eskoriatza y posteriormente se fue sumando el resto del negocio. Pero, el año pasado, las cosas ya no estaban boyantes. Primero fue un ERE y, posteriormente, en diciembre, casi en pleno 'puente de la Constitución' la empresa se descolgó con una propuesta de 40 despidos dado que la rescisión de esos contratos es “irrenunciable en su estrategia de futuro”.
El enfado del Gobierno vasco -que al parecer se enteró como todo el mundo por la publicación en La Vanguardia el fin de semana pasado de que Fagor-Edesa había presentado un preconcurso de acreedores en los juzgados de San Sebastián con una deuda de casi cien millones de euros- es mayúsculo. La consejera ha apuntado esta mañana que “dificultades pueden pasar muchas empresas, pero no son formas de hacer las cosas”.
Edesa Industrial, con sede en Mondragon (Gipuzkoa), factura unos cien millones de euros al año, tiene unos 350 empleados en Euskadi y obtiene el 60 % de sus ingresos con producción dentro de Europa, mientras que la mayoría de su competencia fabrica lavadoras y neveras fuera del continente.
“Promesas incumplidas”
El director general de Edesa Industrial, Francisco Martín, ha confirmado al comité de empresa que CNA ha presentado el preconcurso de acreedores como “herramienta de prórroga” para conseguir la refinanciación de la deuda. Los representantes de los trabajadores de Edesa Industrial se han reunido con el director general de la empresa para conocer de primera mano los planes del grupo catalán. CNA Group les ha explicado que ha tomado la decisión de colocar a la empresa en preconcurso de acreedores porque no era posible conseguir refinanciar la deuda antes del 15 de julio -el plazo que los nuevos gestores se habían marcado- y para tener un colchón temporal adicional de cuatro meses.
Pero los representantes de los trabajadores -y el propio Ejecutivo-se temen lo peor. Esto es, que a corto plazo la viabilidad de la empresa esté más que en el alero. De hecho, el presidente del comité de empresa, Ricardo Pérez, ha asegurado que la dirección de la empresa catalana les ha manifestado la necesidad de “repensar el proyecto” porque el actual “estaría agotado”. “Habría que darle una vuela al proyecto que se tiene que quedar en Euskadi: el de Basauri, Eskoriaza y Arrasate”, ha apuntado Pérez, lo que ha incrementado el temor en la plantilla.
La central ELA ha asegurado que desde que CNA se hizo con la adjudicación de la unidad productiva de Fagor Electrodomésticos, “con la complicidad de la propia cooperativa y del Gobierno Vasco”, este proyecto “se ha basado en previsiones y promesas sistemáticamente incumplidas”.