El paro se ceba en las personas con responsabilidades familiares
“Sobre un empleo débil no puede estructurarse una sociedad estable”. Son palabras del consejero de Empleo del Gobierno vasco, Ángel Toña, quien resume así la complicada situación que atraviesa Euskadi, con más de 160.000 parados. Pero lo más grave es que prácticamente la mitad de los desempleados lleva más de dos años en el paro. Es lo que se conoce como desempleados de larga duración y la mayor parte de ellos tiene responsabilidades familiares o directamente es cabeza de familia.
Este es el rasgo diferencial más importante con relación a anteriores crisis, como la de 1992-1997. En aquel momento, los cabezas de familia en paro suponían el 32,8%, mientras que ahora ascienden al 63,1% y la mayor parte con más de 45 años. Por eso, las consecuencias sociales de la actual recesión son más graves. Un colectivo que ve disminuir sus posibilidades de colocación a medida que pasan los meses y que ha agotado sus prestaciones contributivas.
La catedrática de Economía de la Universidad del País Vasco, Sara de la Rica, advierte de que este colectivo de desempleados de larga duración “es muy difícil” que encuentre trabajo. Por eso, teme que el tren de la recuperación económica no llegue para ellos. ¿Por qué? Pues porque a medida que pasa el tiempo y una persona está fuera del mercado laboral se van perdiendo habilidades. Los empresarios, en su mayor parte, se decantan por trabajadores que no se hayan desactualizado, que no se hayan desvinculado de su profesión durante tanto tiempo o por jóvenes bien formados. El pronóstico de la especialista es que el hecho de contar con tantos parados de larga duración va a “ralentizar” la salida de la crisis en Euskadi. “Si no se hace algo van a tener muy mala empleabilidad, a pesar de la reactivación económica”.
Los trabajadores de categorías profesionales más bajas son los que se han llevado la peor parte en esta crisis, según el consejero Toña. El sector que más ha sufrido y lo sigue haciendo es la industria, precisamente donde están puestas las esperanzas de recuperación. En otros ámbitos como los servicios a las empresas, la sanidad y la educación se crearon casi 40.000 empleos en el periodo entre 2007 y 2013.