“La trata de personas con fines de explotación sexual es una de las más extendida y normalizada”
“Todos los países deben aunar esfuerzos para superar esta amenaza transnacional apoyando y protegiendo a las víctimas sin dejar de perseguir y enjuiciar a los delincuentes. En el Día Mundial contra la Trata de Personas, tomemos la decisión de actuar de común acuerdo en nombre de la justicia y la dignidad para todas las personas”. Son las declaraciones que el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, realizó hace apenas dos semanas.
El Organismo Internacional estima que 2,5 millones de personas “están atrapadas en las redes de la esclavitud moderna”. Pero en el 'Día Mundial contra la Trata de Personas' que Naciones Unidas fijó en 2014 en el 30 de julio, diferentes instituciones y ONGs alertan de la falta de protección de lo gobiernos hacia las víctimas de esta práctica.
Medicos del Mundo quiere además poner el foco en la trata de personas con fines de explotación sexual, “una de las formas de trata más extendidas, y, desgraciadamente, más normalizada”, explican desde la delegación de la ONG en Navarra, que además apunta a que España “es país de tránsito y destino de mujeres y niñas víctimas de trata”.
Yolanda Rodríguez, presidenta de Medicos del Mundo en Navarra, advierte de que “las condiciones en las que estas mujeres se ven obligadas a ejercer la prostitución, y las consecuencias que para su salud física y psíquica tiene este ejercicio atentan contra los derechos fundamentales de las personas: el derecho a la vida, el derecho a la libertad, a la integridad física y moral, a la libertad sexual, a la salud, a la intimidad y a la dignidad humana”.
En este sentido, Rodríguez denuncia las multas a prostitutas y víctimas de trata desde la aprobación de la conocida como 'Ley Mordaza' porque “se está revictimizando a las víctimas y no se hace nada contra las mafias que explotan a estas mujeres”.
Medicos del Mundo ha podido constatar a través de su trabajo que “esta brutal realidad está presente en numerosos clubes, y pisos de nuestro entorno en los que se ejerce la prostitución”. La ONG denuncia que esta práctica “es una de las más crueles formas de violencia contra las mujeres, ya que las múltiples desigualdades entre hombres y mujeres colocan a éstas en una situación social y económica que las hace mucho más vulnerables a la captación, coacción y, por supuesto, explotación”. Además Rodríguez explica que “la mayor parte de las víctimas de la trata de personas son mujeres, y muchas veces, niñas, porque la trata está directamente relacionada con la posición de las mujeres en la sociedad y con la feminización de la pobreza”.
“Perseguir” a los explotadores
El Defensor del Pueblo vasco-Ararteko también defiende la necesidad de que la lucha contra la trata de personas combine la protección de las víctimas de esta práctica con la “persecución” de las organizaciones criminales que las promueven.
El Defensor del Pueblo de Euskadi ha condenado esta práctica, que implica la utilización de seres humanos “como si fueran una mercancía”. Además, ha condenado “cualquier modalidad de comercio de personas con propósitos de explotación sexual, trabajos forzados, extracción de órganos o cualquier otra forma de esclavitud”.
A su juicio, para combatir y eliminar todas las formas de trata se necesitan “medidas coherentes y coordinadas”, tanto desde el ámbito internacional, como desde el regional y nacional.
Las medidas contra la trata, según destaca, deben abarcar ámbitos “muy diversos”. El Ararteko destaca la importancia de trabajar de manera simultánea en la protección de las víctimas (especialmente de las mujeres y de los niños) y en la “persecución” de los delitos y de las organizaciones criminales.
“Aceptación social”
Además, ha recordado la necesidad de “denunciar aquellas conductas que, pese a su mayor aceptación social, puedan favorecer la explotación sexual o laboral”.
El Ararteko ha reafirmado su compromiso con el apoyo a las personas víctimas de trata y con el impulso de medidas que la combatan. Esto, según ha explicado, “implica una colaboración intensa y estrecha con agentes sociales e institucionales diversos”.