Las obras de la ‘Y vasca’ acumulan 263 millones de sobrecoste sólo en Gipuzkoa
Las obras de la denominada ‘Y vasca’, que supondrá la llegada del AVE a Euskadi, acumulan 263 millones de sobrecoste con respecto al presupuesto de adjudicación en los tramos que construye el Gobierno vasco en Gipuzkoa tras una encomienda de gestión por parte del titular de la infraestructura, la sociedad pública estatal Adif. El denominado “presupuesto vigente líquido” es de 1.838,59 millones frente a los 1.699,81 estimados inicialmente, que se redujeron a 1.575,30 merced a las mejoras económicas ofrecidas por las contratistas.
Con estos números, la Administración ha puesto un 16,71% más de fondos públicos con respecto a lo contratado y un 8,16% más si lo que se toma como referencia es lo presupuestado. El grueso de los 263 millones en sobrecostes se corresponde con “modificados” en los proyectos constructivos (106 millones) y con “revisiones de precios” (89 millones). Por otro lado, también hay sobrecostes que no han sido evitables: el efecto de los sucesivos cambios en el IVA (ha habido dos subidas) y en otros impuestos también ha tenido un coste de 32 millones y las obras de emergencia por contingencias durante unos trabajos extremadamente complejos ascienden a 13 millones. Ni uno sólo de los 17 tramos en que se divide el corredor guipuzcoano ha cumplido su presupuesto, aunque es cierto también que en cuatro de ellos no ha habido modificados.
Estos datos constan en un completo informe sobre el estado presupuestario de la nueva red ferroviaria del País Vasco en su tramo de 59 kilómetros entre Bergara y Lezo, en Gipuzkoa, la única de las tres patas de la ‘Y vasca’ que construye directamente el Ejecutivo autonómico. La documentación fue solicitada en el Parlamento por EH Bildu y ha sido entregada ya por la nueva consejera competente en materia de Transportes, Arantxa Tapia, titular de Desarrollo Económico e Infraestructuras desde noviembre.
1.470 millones gastados, 400 pendientes
El ramal guipuzcoano consta de 17 tramos que suman 59,19 kilómetros. Once tramos o, lo que es lo mismo, 33 kilómetros ya están finalizados y, además, hay dos partes más con un grado de ejecución superior al 95%. Sólo el corredor entre Hernani y Astigarraga, que se inició en 2012, está en una fase de desarrollo muy inicial, con apenas un 20% ejecutado y un plazo de finalización de la obra que lleva hasta primavera de 2018. Eso sí, este contrato ya acumula más de 13 millones de sobrecostes, un 18% del precio inicial.
Las obras para la llegada del AVE a las tres capitales vascas se iniciaron en 2008. Hasta el 31 de diciembre de 2015, el último año completo cerrado, el coste total de la infraestructura aún inacabada ha supuesto 1.470 millones de euros. Es el importe de las “certificaciones correspondientes a los gastos efectuados para la ejecución de las obras de la plataforma” y, por lo tanto, el dinero descontado del Cupo que la comunidad autónoma abona al Estado conforme al acuerdo político y económico alcanzado en su día.
Según las cifras del Gobierno vasco, la inversión aún pendiente sería de unos 400 millones. En 2015 apenas se destinaron 115 millones a la ‘Y vasca’, muy lejos de los 350 prometidos en los presupuestos. De hecho, sólo en 2012 y 2013 el gasto se ha aproximado a lo planificado, con certificaciones valoradas en 347 y 339 millones, respectivamente.
2019 “imposible” pese a la promesa electoral de Rajoy
En Bizkaia y Álava es el propio Gobierno central, a través de Adif, quien construye el corredor ferroviario de alta velocidad. También el administrador estatal de líneas férreas se encargará del denominado ‘nudo de Bergara’, el punto de enlace de los tres ramales de la ‘Y vasca’ emplazado en esa localidad guipuzcoana. Tras la reunión de la pasada semana entre la consejera Tapia y el nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, el Consejo de Ministros ha anulado ya las adjudicaciones anteriores de esta obra clave, hasta ahora paralizadas, para firmar nuevos contratos y dar un impulso definitivo a la infraestructura. Se trata de una inversión de otros 140 millones de euros.
Lo que no está tan claro es la fecha definitiva para la inauguración de la mayor obra jamás conocida en Euskadi. Aunque pasó inadvertido, Mariano Rajoy remarcó en su mitin de cierre de la campaña electoral para las autonómicas de septiembre que el AVE circularía en 2019. En principio, ese compromiso parece una utopía porque parte de la obra está aún por construir, porque después toca otra tarea compleja de instalación y prueba de los ferrocarriles (la superestructura) y porque el acceso a las capitales está aún pendiente de definir.
En principio, parece que el Gobierno del PP se aviene ahora de nuevo a estudiar el soterramiento y nuevas estaciones para Vitoria y Bilbao. En San Sebastián lo que se plantea es una variante para el tráfico de mercancías. Hace sólo unos meses, sin embargo, el ministro Rafael Catalá llegó a afirmar que las obras “faraónicas” no eran necesarias.
En este escenario, la consejera Tapia ha manifestado este lunes en la Cadena Ser que “2019 imposible”. A su juicio, es aún imprudente fijar fechas cuando están pendientes de concretar aspectos muy importantes de la infraestructura.