Los talentos expatriados se resisten a volver incluso con garantías de trabajo
Las expectativas no se han cumplido pero este intento fallido no desanima a los impulsores del programa de retorno de jóvenes de Formetal. Esta entidad, vinculada a la Federación Vizcaína de Empresas del Metal, volverá a intentar con una segunda edición que algún talento fugado regrese a su tierra. Pese a que en la primera se trabajó de forma intensa con 15 de los cerca de 900 interesados, a los que se garantizaba un puesto de responsabilidad de directivo o mandos intermedio, la vuelta a casa de estos finalistas no se materializó. “Finalmente rechazaron nuestras ofertas a pesar de estar muy avanzadas las negociaciones. No pudimos mejorar las condiciones laborales que disfrutan ahora en sus trabajos”, confiesa Carolina Cerecedo, una de las coordinadoras del programa de Formetal.
Según las explicaciones de Cereceda, no son tanto razones económicas las que desanimaban a los jóvenes sino el carácter temporal de los contratos ofrecidos a través de este plan de recolocación. “En estos países en los que recalado disfrutan ahora mismo de unas garantías de estabilidad de las que carecen nuestra ofertas”, reconoce Cerecedo. Los jóvenes quieren volver, pero no a cualquier precio.
El proyecto está destinado a españoles menores de 35 años que se encuentran en el extranjero y que tengan experiencia o interés profesional en las industrias del metal de Euskad, un sector con un peso industrial superior al 20% del PIB, pero también castigado por la crisis.
“Nuestras empresas les necesitan”
Cuenta con la financiación del programa de jóvenes de la Dirección General de Migraciones del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. “Es un programa gratuito para las personas participantes, dirigidos a jóvenes cuya trayectoria profesional, hasta el momento, no sea exclusivamente, en el sector metal”, detallan desde Formetal.
Los impulsores son conscientes de la importancia que supone para la economía el regreso de estos profesionales. “La crisis económica ha forzado la salida del país de una gran cantidad de jóvenes bien formados, en busca de oportunidades de empleo en el extranjero. Muchos de ellos, tienen experiencia o interés en el sector del metal y nuestras empresas necesitan recuperar ese talento expatriado y que estos jóvenes regresen para ocupar puestos de responsabilidad aquí”, sostiene su gerente, Jaime Fernández Alcedo.
Precisamente estos días se han conocido las conclusiones de un informe del Banco de España que inciden en las repercusiones negativas a futuro de esta pérdida. La entidad cree que la economía española afronta “la posibilidad del inicio de una significativa fuga de cerebros, que podría exacerbar los efectos de la crisis” si se prolonga en el tiempo. La advertencia figura en un reciente documento de trabajo del supervisor que señala que el denominado “efecto red” (el entramado de relaciones de apoyo que se teje entre las comunidades de expatriados) puede estar “comenzando a tener importancia para los españoles que han emigrado”, lo que constituye “una potencial amenaza para la economía española”.
