La propuesta de lista unitaria para las generales, sin apenas recorrido en Euskadi y Navarra
La “receptividad” que los impulsores de las listas unitarias para las elecciones generales vieron desde un principio en EH Bildu no se ha contagiado al resto de fuerzas “progresistas por el cambio” emplazadas para una convergencia electoral en Euskadi y Navarra. En Euskadi, la fuerza que más rotunda se ha mostrado en contra de esta iniciativa surgida del mundo universitario ha sido Podemos-Ahal Dugu. Pocos días después de hacerse pública, su Consejo de Coordinación en Euskadi destacó que su proyecto de unidad popular “se apoya en la ciudadanía y tiene carácter transversal, lejos de frentismos” y que en el nuevo escenario electoral “no se dan las condiciones para pactos de legislatura con ninguna fuerza política”, aunque sí “para acuerdos puntuales”. En el caso de Navarra, ha sido precisamente la fuerza que ha aglutinado el cambio en la comunidad foral, Gero Bai, la que ha rechazado con contundencia una propuesta que camina en la dirección contraria a la del reconocimiento de la “pluralidad navarra”.
Fuentes de la dirección de Podemos en Euskadi consideran que no hay condiciones para embarcarse en una operación que consideran de “laboratorio político”. Tampoco ha terminado de seducir a Equo, ni a Ezker Anitza-IU, formaciones que no se han mostrado tan tajantes como el partido de Roberto Uriarte y que llevan tiempo en un proceso de convergencia electoral cuyo exponente más claro ha sido la plataforma Irabazi par las elecciones forales de mayo pasado y en determinados ayuntamientos. Dos partidos que, además, a nivel del resto de España están trabajando las candidaturas unitarias en la plataforma Ahora en común para las generales y que han constatado las “dificultades” de sumar junto a EH Bildu, una formación con un recorrido autocrítico aun por hacer en materia de reconocimiento del daño causado por la violencia de ETA.
Militantes de estos tres partidos han coincidido en subrayar en un artículo conjunto que “la unidad no puede ser una condición a priori sino el resultado de dinámicas de confluencia activa fundamentadas en objetivos, proyectos y acciones políticas compartidas. Desde este punto de vista, la candidatura unitaria entre fuerzas políticas con escaso recorrido en común, corre el riesgo de convertirse en un simple ejercicio de oportunismo electoralista”. Pese a todo, no hay una decisión tomada y, en el caso de Equo, serán las bases las que definan la respuesta definitiva.
La iniciativa fue presentada el pasado 22 de julio por el catedrático de la UPV Ramón Zallo, junto a Irantzu Varela y Begoña Zabala, representantes de colectivos feministas e internacionalistas. Una treintena de personalidades del ámbito universitario, principalmente, elaboró un manifiesto en el que animan a las fuerzas “progresistas por el cambio” de Euskadi y Navarra a impulsar candidaturas unitarias para las próximas elecciones generales, con el objetivo de “confrontar” con una actitud “proactiva”, con las políticas “activadas por el PP contra los ciudadanos”.
La propuesta, poniendo el espejo en la situación creada en Cataluña, emplazaba expresamente a EH Bildu, Podemos, Irabazi, Ezker Anitza y Equo, a apostar por una convergencia electoral y excluía de esta posibilidad tanto al PNV como al PSE. Fuentes universitarias conocedoras de la iniciativa apuntan al catedrático Ramón Zallo y al dirigente de Alternatiba Oskar Matute como dos de los principales impulsores de la iniciativa.
Derecho a decidir
Los tres pilares de la propuesta son la oposición a las políticas de austeridad que se han impuesto durante la crisis, la defensa de procesos constituyentes más allá de reformas constitucionales o estatutarias para reconcer a Euskadi y Navarra como un sujeto político de decisión y una cerrada defensa del derecho a decidir. “La cuestión del derecho a decidir es un derecho fundamental derivado del principio de libertad que reconoce la capacidad de decisión de las comunidades que reiteradamente y por mayorías amplias reclaman ese reconocimiento y su ejercicio democrático”.
En el caso de Navarra, la propuesta fue presentada el pasado 6 de agosto. Los profesores Juan Carlos Longas y Alejandro Arizkun, la concejala de Aranzadi Laura Berro, sindicalistas y activistas de diversos grupos propusieron una candidatura con contenidos similares con los ojos puestos en todos los partidos que han propiciado el cambio en el Gobierno de la comunidad foral, en su capital y en varios consistorios hasta ahora gobernados por UPN.
En este caso, presicamente la formación que ha aglutinado el cambio en Navarra, Geroa Bai, es la que ha arrojado un balde de agua helada a la propuesta. Tan tajante o más que Podemos en Euskadi en su rechazo, Geroa Bai considera “muy positiva la existencia de distintas opciones políticas, porque implica un reconocimiento a esta pluralidad navarra” y ha considerado que “la hipotética unidad que presenta este manifiesto no responde a este objetivo, sino que se encamina más bien en sentido contrario”. Para la coalición, “el frentismo que ha fundamentado la estrategia política, la división de la sociedad en dos bandos enfrentados e irreconciliables, es lo primero que debe desterrar el nuevo gobierno de Navarra”, y defiende que “esto solo será posible reconociendo la pluralidad de esta tierra”.
Por contra, el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, de EH Bildu, como otros miembros de la coalición soberanista, cree que “hay mimbres” para apostar por esa candidatura unitaria. Pero apela a la voluntad política “porque el trabajo entre diferentes exige sinergias y se está demostrando que es posible hacerlo”, en alusión al cambio que se vive en la Comunidad foral. El propio dirigente de Sortu, integrado en EH Bildu, Pernando Barrena, ha calificado de “interesante” la propuesta, ya que comparte “la necesidad de unir fuerzas en este escenario político”.