Una reforma fiscal insuficiente deja la recaudación 71 millones por debajo de la última revisión
La recaudación fiscal de las diputaciones vascas se ha quedado en 2016 a 71 millones de lo previsto por las instituciones en su última revisión de octubre al alcanzar 12.954 millones de euros y aumentar solo un 2,7%, frente al 3,3% ya revisado. Inicialmente la previsión era de 13.498 millones, con un 7% de subida en la recaudación, con lo que el batacazo recaudatorio desde la previsión inicial es de 544 millones de euros. La reforma fiscal impulsada en los tres territorios -con acuerdos a varias bandas según la institución foral- se ha revelado insuficiente para mantener el nivel de recaudación previsto por Gobierno vasco, diputaciones y ayuntamientos.
El Consejo Vasco de Finanzas de octubre pasado ya había rebajado las expectativas iniciales de aumento de la recaudación para 2016, que a principios del ejercicio había estimado en un 7 %, es decir, en 13.498 millones. Pero incluso los nuevos objetivos fijados en esa reunión tampoco se han cumplido: Bizkaia debía ingresar 6.736 millones (un 3,4 % más), Gipuzkoa 4.234 millones (3,3 %) y Álava, 2.054 (3,1 %).
Ninguna de las haciendas forales ha alcanzado el listó recaudatoris previsto. Bizkaia se ha quedado en un 3,1 % de aumento, a 21 millones de la cifra de octubre, y en Álava el ascenso de la recaudación ha sido del 2,4 %, es decir 13 millones por debajo de lo previsto. Gipuzkoa ha sido el territorio que más lejos se ha quedado de cumplir el objetivo, ya que ha aumentado sus ingresos en un 2,3 %, un punto y 36,7 millones menos de lo previsto.
Presupuestos ajustados y sin grandes alegrías
También en la reunión de octubre, el Consejo de Finanzas fijo para 2017 -con una previsión de crecimiento del PIB revisada al alza entonces por el Gobierno de Íñigo Urkullu, estimó los ingresos en los mismos13.498 millones, la misma con la que se hicieron las cuentas públicas en 2016.
El consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, que ha anunciado que el Ejecutivo tiene previsto presentar las Cuentas “en un mes”, ya advirtió la semana pasada en su comparecencia para explicar la líneas maestras del trabajo de su departamento que, tras el “revés” recaudatorio del 2016, “no hay mucho margen para el crecimiento” en los presupuestos de 2017 y que la “senda de reducción del déficit” hace que los márgenes para 2018 y 2019 sean “particularmente” ajustados y sin grandes alegrías.
Azpiazu mantiene abierta la disposición del Gobierno a pactar las Cuentas del próximo ejercicio con los tres partidos de la oposición y ha señalado expresamente a EH Bildu y a Elkarrekin Podemos por lo que considera van a ser unos Presupuestos de clara vocación “social”. El Ejecutivo quiere tener aprobadas las Cuentas para abril.