“Las renovables son el futuro, pero el problema es quién paga el sobrecoste”
Perdro Linares, profesor catedrático del Departamento de Organización Industrial de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería ICAI y co-fundador y director de Economics for Energy, defiende el uso de las energías renovables, “nadie cuestiona que son el futuro” pero matiza que a día de hoy son fuentes energéticas “más caras que las convencionales”.
El experto sostiene que el problema está en “quién paga el sobrecoste de esta nueva energía”. Así lo ha expresado durante su intervención en los cursos de verano de la UPV/EHU de San Sebastián para hablar sobre “el papel de la energía en la mitigación del cambio climático”.
Linares considera que “en el caso español no había problemas cuando hablábamos de energía eólica, que exigía un complemento económico relativamente pequeño, porque el sobrecoste era asumible”. El problema surgió cuando “abrimos la puerta a la fotovoltaica, no controlamos bien la cantidad que se instaló y de repente nos encontramos con un problemón en el sector eléctrico, el sobrecoste que supone es tremendo”. “A ver quién paga eso”, se ha preguntado.
El experto se ha referido a la experiencia alemana, donde los consumidores industriales estaban eximidos de pagar la contribución a las energías renovables. De esta manera la industria “se quejó menos”. También ha explicado que “han sido los hogares” los que se han hecho cargo de la mayor parte de ese sobrecoste. “La educación de la población en ese sentido ha sido mucho más efectiva, cuando se les preguntó si estarían dispuestos a pagar la energía más cara a cambio de tener renovables la gente respondió que sí”, ha afirmado.
Cambio climático
Por otro lado, el profesor ha explicado el efecto que tiene la energía en el fenómeno del cambio climático y ha hecho especial énfasis en que no son “las grandes empresas”, como en ocasiones se piensa, las que más energía consumen. “En España entre el 40% y el 50% de la energía consumida es responsabilidad de los hogares”, ha apuntado. El gran problema se encuentra en el uso de energía proveniente de combustibles fósiles, “que son los que generan CO2”. “Si generáramos más energía con menos combustibles fósiles el papel de ésta en el problema del cambio climático seria mucho menor”, ha señalado.
Como solución el ponente ha explicado que existen “dos vías”: “reducir las emisiones de CO2 y de metano asociadas a la producción de la energía y reducir nuestro consumo energético. Podríamos ahorrar un 40% de la energía a un coste competitivo y que esa cifra se reflejase en nuestra factura”. Linares ha lamentado que en ocasiones el problema “es más de información, de concienciación y de otro tipo de barreras. El gasto medio de un hogar en energía es del 6% de su presupuesto total” y los que se disponen a ahorrar consiguen hacerlo con un descenso en el gasto de alrededor del 1%. “¿De verdad te vas a complicar la vida por un 1%? Hay mucha gente que no”, ha preguntado.
En este sentido, Linares ha dicho que la labor de concienciación corresponde “a las administraciones públicas”. “Al igual que con el agua ha habido muchos esfuerzos de concienciación, los chavales, desde que están en el colegio, tienen que aprender que consumir más energía no es un signo de estatus social, sino una estupidez”.
Planes renove, mejor sin subvención
Respecto a los planes renove de electrodomésticos, el ponente duda de la efectividad de los planes que las comunidades autonómas han puesto en marcha, porque a pesar de que la finalidad sea acertada, “lo que no es correcto es que lo subvenciones”, ha explicado. Según ha defendido “muchas veces no haría falta ninguna subvención. El plan renove sirve para animar a la gente. Desde un punto de vista de eficiencia económica es dinero tirado porque ese cambio lo harían igual. La subvención es un cebo que te ponen”. Linares se ha referido a estudios que revelan que el 60% de la gente que usa estos programas de subvención hubiesen hecho el cambio igualmente, con plan renove o sin él.
Cuando un hogar apuesta por introducir elementos de ahorro energético tiene que “poner dinero”. Linares ha explicado que el problema está “en el acceso a la financiación”. El ponente ha puesto como ejemplo a “Reino Unido, donde te permiten sumar a la hipoteca de la casa la inversión de mejora de la eficiencia de la vivienda”. Eso te permite una tasa de financiación “muy fácil y muy barata”.
Respecto a los beneficios que los usuarios esperan, Linares ha criticado que “todos queremos amortizar nuestra inversión en 2 o 3 años y eso es como pedirle una rentabilidad a nuestro dinero en el banco de un 30%” cuando en realidad el periodo de amortización de este tipo de inversiones ronda los “5, 8 o 10 años”. “No es que no hagamos dinero o que no sean rentables, es que les pedimos unos criterios de rentabilidad que no están justificados”, ha concluido.