Entre el rock (duro) y el reggae 'radikal'
Probablemente los grandes mítines sean ya un residuo del pasado, de la vieja política de la que tanto hablan algunos y luego, según te descuidas un poco, practican como si la cosa no fuera con ellos (¿recuerdan lo de Mikel Arana y las listas autonómicas de Elkarrekin Podemos?). Pero en las campañas y, sobre todo, en los mítines hay terreno para dar rienda suelta a la creatividad en el campo musical. Y siempre me ha parecido una muestra de por dónde van los tiros en cada partido. A Patxi López le encantaba abrir su mítines con el 'Boss' y ahora Mariano Rajoy baila bachata a lo gallego (vaya usted a saber cómo es eso).
En Barakaldo, en el corazón de la margen izquierda de la Ría de Bilbao, los seguidores (muchos) de Elkarrekin Podemos -poco joven y mucho cincuentón republicano con pinta de haberse leído el Manifiesto Comunista hace décadas- aguantaron el retraso a ritmo de reggae y bajo un sol de (in)justicia. Porque Pablo Iglesias siempre llega tarde a sus actos en Euskadi.
Pero 'el coletas' no entró a ritmo de reggae. No. Sonó el rock, música a la que luego hizo un guiño al recordar el “rock duro que sonaba en Euskadi” hace décadas (siglo XX). En realidad se debía estar refiriendo a aquella etiqueta que triunfó en los años 80 del Rock Radikal Vasco: los Kortatu, Zarama, Hertzainak y los mucho más cañeros e irreverentes punkies Eskorbuto o RIP. Bueno, la vez anterior que estuvo Iglesias -acompañado por Pablo Echenique- creo recordar que sonó el 'Purple Rain' del malogrado Prince.
Si hasta la candidata a lehendakari de la coalición Elkarrekin Podemos -donde también-están con sus discursos verdes (Equo, José Ramón Becerra) y rojos y morados (Ezker Anitza, Amaia Martínez)- Pili Zabala recordó ante los congregados su biografia sesentayochista (nació el 7 de mayo del año en el que todo parecía posible en París). Lo nuevo (la gente) y lo viejo (la arena de playa bajo los adoquines parisinos) parecían darse la mano.
En realidad, a Pablo Iglesias le gusta mucho más el 'bertsolarismo' libertario de grupos como Los Chikos del Maíz, a quienes profesa un indisimulado cariño casi reverencial y han sido invitados de primera en el programa La Tuerka.
“Qué más da todo es frivolidad”, que cantaba Nega con LCDM en 2013 para La Tuerka:
“Nos mean en la cara y dicen que llueve; y la clase obrera sigue en cama con 40 de fiebre. Nadie se mueve, apenas nada me conmueve y el dinero de tu beca se lo pule Carromero en 'nieve”.
Unas letras incisivas, sin medias tintas, mitineras, con ese tono que a Pablo Iglesias le viene como anillo al dedo (porque ya lo ha dicho en Barakaldo que a él no se le caen los anillos por poner en valor las políticas sociales del PNV en Euskadi, aunque ahora “vivan de las rentas” de entonces).
Letras como las de Toni Mejías y el maizal andante, también con el 'copyright' de La Tuerka.
“La libertad de Prensa de este país la decide el Corte Inglés, también Amancio Ortega con Inditex, español que cotiza en Suiza y fabrica en Bangladesh. Patriotas de pandereta. La única patria digna de este país aún sigue en cunetas. La única patria digna es la que abarcan mis manos, un micro y con mis hermanos, luchando por que haya un cisma total, tu limosna alimenta la rabia”, como cantaba también Toni Mejías, con LCDM.
Como no hay posibilidad alguna de tener el don de la ubicuidad no pude asistir al mitin en Gernika de Arnaldo Otegi donde presentaron el programa de EH Bildu. Gernika, “símbolo de la resistencia” vasca, como dijo el nocandidato Otegi. Ni sé la música que sonó en el cuidado acto político (eso sí lo sé) de la coalición independentista. Pero seguro que no me equivoco si planteo que ninguno de los oradores recordó públicamente en la capital vasca símbolo mundial contra la barbarie el asesinato, hace muchos años ya (10 de septiembre de 1986), de la dirigente de ETA Dolores González Katarain, Yoyes.
No sé si otros partidos en sus actos se acordaron o no de Yoyes y de su ejercicio de libertad que le llevó a ser “ejecutada” por Kubati, que ahora anda de manifestaciones en favor de la amnistía. Algunos de los periodistas que seguimos el mitin de Elkarrekin Podemos hablamos de ello. Y de que mañana 11 de septiembre se abrirán de nuevo las alamedas de la libertad que loara Salvador Allende (que sí recordó la candidata de Ezker Anitza en su intervención).
La memoria, sí, la memoria. La batalla del relato en marcha en Euskadi, tendrá su sitio en esta campaña. Este 10 de septiembre era un buen día para recordar a Yoyes, a ETA y pensar en la convivencia futura en Euskadi. Habrá tiempo para ello, seguro, queda mucha campaña.