El sector del metal, motor de la industria vasca, ha destruido 36.000 empleos durante la crisis
¿Se podrá mantener la actividad industrial del metal en Euskadi? Es una pregunta que hace unos años no hubiera tenido razón de ser, pero que ahora, sin que se vea luz al final del túnel de la crisis, ha empezado a rondar. Desde 2007 a 2014, el sector del metal, el auténtico motor y corazón de la industria vasca, ha destruido 36.000 empleos. Así, se ha pasado de los 156.000 puestos de trabajo contabilizados en 2007 a los 120.000 de finales del pasado año. Son los datos que maneja la Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM), una de las referencias en este campo.
La industria ha sido la base sobre la que se construyó el bienestar y la protección social en Europa, recuerdan desde la FVEM. En España, la industria aportó más del 28% del PIB en los años ochenta; hoy en día, no pasa del 17%. Mientras, en Alemania, representa el 28% del PIB nacional, lo que se refleja en un 5,2% de desempleo. El País Vasco, de fuerte tradición industrial, mantiene un peso industrial que supera el 20% del PIB, pero el futuro de las empresas del metal está vinculado a su capacidad de adaptación. “El sector del metal es muy heterogéneo, pero con seguridad representa más del 80% del empleo industrial”, apunta Jaime Fernández, director de la FVEM. “La crisis no ha terminado para la industria”, advierte.
“Aunque hay algunos aspectos que apuntan que en 2015 se empezará a remontar, hay que recordar que en Bizkaia aún se perdieron 1.000 empleos en el metal a lo largo de 2014”. Así, en estos momentos Gipuzkoa es el territorio de la comunidad autónoma con más empleo en el sector del metal: 49.000 personas por las 47.000 de Bizkaia. Algo que históricamente había sido al revés.
Las empresas vizcaínas del metal aprecian una evolución ligeramente positiva del sector para el primer trimestre de 2015: el 38% de las mismas consideran que el mercado mejorará en dicho periodo. Sin embargo, el 14% aun manifiestan que seguirán en recesión. En relación con la cartera de pedidos, el 56% considera que sus pedidos son débiles o muy débiles frente a un 43% que considera que son normales o altos.
Fábricas del futuro
Fábricas del futuro“La industria”, explica Fernández, “es el sector que crea más valor añadido por empleado, el que más invierte en I+D y produce conocimiento tecnológico. Crear un puesto de trabajo en la industria requiere de una inversión muy superior a otro tipo de negocio. Por eso, cuando una empresa cierra, reabrir el negocio resulta muy difícil”. Alrededor de 400 empresas vizcaínas del metal han ido cerrando en estos años de crisis.
Fran Osuna, responsable de la Federación de Industria de Comisiones Obreras Euskadi, advierte de que “hay esperanzas” de que la industria salga adelante porque “las bases sobre las que se asienta” son más sólidas que otros sectores, pero cree que el nivel de empleo anterior a la crisis “costará mucho volver a verlo”. “El nivel tecnológico de nuestra industria ha hecho que se soporte mejor la crisis que en el resto de España, pero al final todo termina por llegar”. “Lo peor”, añade, “es que el empleo que se crea no es estable y los salarios son mucho más bajos que antes, lo que complica tirar de la economía”.
El director gerente de la FVEM subraya que las empresas industriales tienen que apostar por tecnologías de fabricación inteligentes y flexibles. “La inversión en equipos de fabricación de precisión es crucial para alcanzar el nivel de empresas industriales tecnológicas. Los productos del futuro deberán responder a crecientes niveles de exigencia en materia de tolerancias, mientras que los costes de producción no dejarán de aumentar”. Así, solo las tecnologías de fabricación inteligente y flexible permitirán a las empresas crecer en productividad y “alcanzar la competitividad necesaria en el mercado mundial”.