“Si en las separaciones toca un juez ‘rancio’ la familia puede salir perjudicada”
Cuando los padres deciden separarse y tienen un hijo a su cargo, las cosas se complican. Los pequeños son los más perjudicados. En muchas ocasiones se convierten en una moneda de cambio. La situación ideal para el futuro del menor sería el acuerdo entre progenitores y velar por el interés de los hijos. Pero no siempre es así. “Se detecta que en muchas ocasiones cada progenitor lucha por sus derechos, como la custodia o el régimen de visitas, antes que cuidar por el derecho y bienestar de sus hijos”, lamenta el psicólogo Aitor Salazar.
El especialista asegura que “a consulta llegan casos en los que los padres están pisoteando los derechos del niño mediante malos tratos por parte del padre, incluso denuncias falsas por parte de las madres”. La ley ampara al menor, en teoría. “Pero en la práctica no es así”, asegura Luis Aleu, responsable de la Asociación de Hijos de Separados, que trabaja para que los hijos de las parejas rotas no sufran en exceso. Ahí acuden los padres una vez que se van a separar para prevenir el daño de los menores o una vez rota la pareja para reducir la ansiedad que los niños pueden estar sufriendo. “Si los progenitores se llevan bien acuden los dos, pero lo habitual es que acuda el padre, porque la madre suele ser la beneficiada por el sistema legal actual y por la mentalidad de los jueces”, asegura Aleu.
Para que se proteja al menor, desde la Asociación de Hijos Separados defienden la custodia compartida. En Navarra, territorio donde actúan, existe una ley de custodia compartida, pero asegura que “es una ley incompleta”. Y es que ellos propusieron una ley con 20 folios, pero los políticos navarros la dejaron solo en uno. “Pedíamos que los jueces no se guiaran por sus creencias y experiencias, sino que existieran unos parámetros objetivos en los que basarse. Pero eso se eliminó”, asegura Aleu. En Euskadi ni siquiera hay ley de custodia compartida.
El papel de abogados y jueces
Los afectados y las asociaciones se quejan de las decisiones judiciales y de las “estrategias” que se llevan a cabo por parte de los letrados. “Muchas veces son los propios abogados los que proponen estrategias judiciales en contra del padre. Además, la función del juez es crucial, ya que la decisión sobre el futuro del menor depende totalmente de ellos. En ocasiones no tienen todos los medios para impartir justicia”, denuncia el psicólogo Aitor Salazar. El especialista cree que los jueces tendrían que tener unos parámetros objetivos, aunque reconoce que, debido a la diversidad intrafamiliar, es muy complicado poder generalizar. Cree que “cuantas más herramientas posea la justicia mejor. Así decidirá un futuro de bienestar para el menor”.
Luis Aleu cree que los jueces y abogados actúan de acuerdo a intereses y que una vez se entra en el sistema judicial, “eres un número”. Afirma que si te toca un juez progresista puede que tu caso salga beneficiado, pero “si te toca un juez ‘rancio’, el futuro de esa familia retrocederá. Denuncia que los divorcios son una ”industria“ y que el bien de los menores solo importa en la medida que no afecte a intereses de terceros.