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El soberanismo entra en barrena y pierde poder institucional

Aitor Guenaga

El objetivo era claro y la coalición soberanista no lo ha logrado: retener el poder municipal que logró en 2011 y seguir pilotando la Diputación de Gipuzkoa. Todos esos votos además deberían haber servido también para consolidar la 'vía vasca' hacia la independencia y por el derecho a decidir, pero el soberanismo ha retrocedido en papeletas: en concreto 52.705 menos en estas elecciones.

“No hemos sabido activar nuestro voto”, apunta uno de los damnificados en la coalición EH Bildu, Juan Karlos Izagirre, que ha visto como el PNV recupera 28 años después la Alcaldía de San Sebastián. De hecho, diversas fuentes apuntan que parte del electorado de la coalición -el más ligado a EA- ha podido empezar a distanciarse en Gipuzkoa de ese polo soberanista que hace cuatro años un Tribunal Constitucional partido por la mitad autorizó a concurrir a las elecciones municipales y forales.

“Lo que hemos detectado en general es que allí donde ha habido lío interno con el tema de las listas o candidatos, el electorado de EH Bildu no ha funcionado como un todo, y les ha dado la espalda. Y luego parece que también hemos recogido voto del PP en Gipuzkoa”, señalan fuentes autorizadas peneuvistas.

La lucha por la hegemonía en el campo nacionalista en poder municipal ha caído del lado del partido que preside Andoni Ortuzar. Con el 99,86% de los votos escrutados, según el Ministerio del Interior, el PNV ha obtenido 1.017, frente a los 896 ediles que ha logrado la coalición soberanista. El PNV no solo arrebata San Sebastián a EH Bildu, Alcaldía que no estaba en manos jeltzales desde hace 28 años. Es que la coalición ha retrocedido al tercer puesto por detrás del socialista Ernesto Gasco.

Hay municipios emblemáticos que siguen en manos de EH Bildu, como Rentería, pero el PNV -al igual que sigue celebrando haber ganado a los socialistas en Barakaldo por unos 50 votos-, también saluda que plazas como Arrasate-Mondragón, bastión durante décadas del abertzalismo radical, hayan caído del lado jeltzale. O que haya sido posible recuperar Zarauz y Tolosa. O que los jeltzales controlen Beasain y Bergara.

Además, los socialista también le han dado su merecido a EH Bildu en municipios como Pasajes, donde ha enviado a la coalición soberanista a la tercera posición. Y si hubiera un acuerdo con el PNV, Andoain, en donde la lista más votada es la de EH Bildu, los socialistas podrían sentarse en la Alcaldía. La gestión ha pasado factura, desde la 'guerra de las basuras', hasta la capital cultural Donostia 2016, pasando por otras decisiones que no han contado con el apoyo de la oposición, ni en la capital, ni en todo el territorio.

El retroceso municipal de los abertzales independentistas no es solo patrimonio de Gipuzkoa. El PNV desplaza a los soberanistas de Gernika -de la mano del fichaje de José María Gorroño, alcalde los últimos cuatro años con EH Bildu-, y recupera también Lekeitio y Sopela, algo muy valorado por la dirección peneuvista.

El 'efecto Podemos'

¿Cómo ha afectado el voto fronterizo que es evidente que se iban a disputar EH Bildu y Podemos? Es díficil aun decirlo, pero parte de ese voto contestatario que antes no dudaba en apoyar a la coalición, ha podido pivotar hacia el partido que dirige Roberto Uriarte, que se ha colocado como tercera fuerza en número de votos en la comunidad autónoma. Y en esta elecciones había más de 63.000 jóvenes que tenían derecho a votar por primera vez en su vida. La formación que lidera Roberto Uriarte se ha convertido el 24M en la tercera fuerza en votos, desplazando a los socialistas vascos, pero parece que dando un fuerte mordisco electoral a la coalición soberanista en Gipuzkoa.

“Los resultados de Podemos son un aviso”. Con estas palabras interpretaban en el PSE-EE el resultado de un partido emergente en Euskadi que ya fue un sorpresa la noche de las elecciones europeas también en el País Vasco, encaramándose en esa cita electoral a la quinta posición. Entonces, con 52.665 y el 7,04% de los sufragios por detrás de socialistas y populares.

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