Violencia en el corazón de África: una imagen vale más que mil palabras
Sin más armas que su cámara de fotos, Judith Prat se lanzó a la aventura y fue a visitar Nigeria, cuna del grupo yihadista más violento de los últimos años: Boko Haram. La gran cantidad de atentados perpetrados por este sangriento grupo, unida al conflicto que ha provocado la respuesta ofrecida por el Ejército y las fuerzas internacionales que lo apoyan, ha dejado indefensa a la principal víctima, la población civil, que sufre pésimas condiciones de vida, abusos y violaciones de los derechos humanos. Retratar estas penurias es lo que ha guiado los flases de Prat. Entre el 11 de agosto y el 3 de septiembre, las imágenes captadas por la fotoperiodista oscense se exponen a las puertas del vitoriano Palacio de Congresos de Europa.
Agraciada con pozos de petróleo, Nigeria es la primera potencia económica del continente africano. Sin embargo, el 90% de la población del norte del país malvive en condiciones de extrema pobreza. El desagrado que aflora entre la juventud sembró las semillas para el nacimiento del grupo terrorista Boko Haram en 2002 y favoreció que un sector importante se adhiriese a sus postulados. Entre sus objetivos se cuenta la imposición de la sharía o ley islámica en sus territorios.
Desde sus inicios, Boko Haram ha ejercido una violencia brutal contra la población civil. Así, los nigerianos han sufrido atentados suicidas, secuestros en masa, violaciones… A esto se le suman las pésimas condiciones de vida, agravadas en el norte por la mala situación económica, así como los graves daños medioambientales derivados de la extracción de petróleo.
Judith Prat quería conocer todo aquello de primera mano. Se vio empujada a viajar a Nigeria por la poca información que existía acerca del asunto. “Llevaba mucho tiempo siguiendo el tema, pero aquí no había mucho conocimiento de lo que estaba ocurriendo y de cómo estaba la situación. Por eso decidí ir”, explica. Marchó al noreste del país en 2015, en un momento crítico, puesto que el Ejército estaba recuperando algunas de las zonas que habían estado bajo control de Boko Haram. “Era un momento complicado: había atentados suicidas en lugares concurridos, como estaciones o mezquitas”, recuerda, y añade: “Las malas condiciones de seguridad existentes no facilitaban el trabajo”.
“Lo que no se cuenta parece que no existe”
Ahora, las fotografías tomadas por Prat se presentan en la exposición ‘Boko Haram, violencia en el corazón económico de África’, que permanecerá en el exterior del Palacio de Congresos Europa hasta el 3 de septiembre. Asimismo, Prat será la ponente de la conferencia ‘Conflictos en África: Nigeria y República Democrática del Congo’, que tendrá lugar el 29 de agosto a las 12:00. La fotoperiodista enseñará los reportajes que ha realizado en ambos territorios y se servirá de ellos para informar de la situación que allá se vive. Además, hablará de las dificultades que presentan estos contextos a la hora de informar.
Su objetivo era claro: dar a conocer la situación allí existente y que la población se haga eco de las penurias que sufren los nigerianos. “Lo que no se cuenta parece que no existe, y por eso es tan importante la labor de los fotoperiodistas”, argumenta Prat, que cree que esta exposición es una gran oportunidad para presentar sus fotografías y difundir un tema tan importante: “El público va a poder preguntar lo que quiera. Son muy interesantes estos espacios en los que los periodistas y fotoperiodistas podemos estar cara a cara con la gente que nos lee y sigue nuestro trabajo”.
Esta exposición es la antesala de la quinta edición de las jornadas ‘Periodismo a pie de calle’, un encuentro para abordar la actualidad periodística desde otra óptica: “El verano suele ser un momento adecuado para tratar asuntos de actualidad con cierta profundidad, lejos de la habitual celeridad informativa del resto del año”, reza el documento que presenta las jornadas. Como viene siendo habitual desde 2013, entre el 28 de agosto y el 2 de septiembre, Vitoria-Gasteiz estará plagada de conferencias, charlas, mesas redondas, proyecciones y talleres. Todo ello para dejar claro que el periodismo se hace a pie de calle.
